Se estrena en Festival de Guadalajara, “Párpados azules”, ópera prima de Ernesto Contreras

Enrique Arreola da vida a Víctor
 y Cecilia Suárez a Marina,
una pareja como
puede haber muchas
Foto: Cortesía FICG

Por Benjamín Solís
Reportero Azteca 21

Guadalajara, Jalisco. 30 de marzo de 2007. El pasado martes se estrenó en el XXII Festival Internacional de Cine en Guadalajara la película “Párpados azules”, ópera prima del director Ernesto Contreras (Veracruz, Veracruz, 1969), que aborda el tema de la soledad de las personas en una ciudad como el Distrito Federal.

Dos jóvenes, Marina (Cecilia Suárez) y Víctor (Enrique Arreola) se encuentran en una situación similar a la de miles de individuos: viven, trabajan y sobrellevan su cotidianidad en medio de la soledad; ambos están solos, no tienen amigos ni pareja; sus vidas son muy simples, transcurren en un ir y venir pagando sin grandes miramientos los costos de la rutina: levantarse todos los días, seguir los pasos idénticos de ese continuo ritual.

Así transcurre el tiempo hasta que un día Marina en su trabajo gana un viaje para dos personas a la playa, piensa en su hermana, pero una pelea con ella provoca la ruptura de sus planes y de pronto se da cuenta de que no tiene a nadie más; la única opción es invitar al viaje a un hombre (Víctor), prácticamente desconocido para ella, a quien conoció muchos años atrás en la secundaria, pero no tiene ningún recuerdo de él.

La trama de la cinta transcurre en ese encuentro de dos personas solas y deciden compartir su soledad formando una pareja abúlica que encuentra en el silencio y los diálogos vacíos su único medio de intimar, pero también de aceptarse, lo demás lo constituyen los recuerdos y las vivencias particulares de cada persona. Marina y Víctor poco a poco hallarán su camino juntos y tenemos el otro sentido de la cinta, que también es otra visión del amor, pues no hacen falta los grandes romances ni las pasiones para entregarse al ser amado.

El director Ernesto Contreras, en este su primer largometraje, pone de manifiesto que una circunstancia tan común de la gran ciudad, el océano de soledades que habita en ella no es una simpleza y sí constituye vínculos muy fuertes en nuestras vidas; amén de que son materia de historias y creación, tal como lo expresan los recursos fílmicos de la dirección y las actuaciones saben llevar la historia de principio a fin. El espectador es testigo de que el buen y verdadero cine es la trama de la vida misma, el de nuestras pasiones, nuestros deseos, nuestras victorias y derrotas, lo que somos y lo que no.

“Párpados azules” (México, 2006), director Ernesto Contreras; guión, Carlos Contreras; fotografía, Tonatiuh Martínez; música, Iñaqui; sonido, Enrique Ojeda; diseño de producción, Érika Ávila; dirección de arte, Eloisa McGregor; edición, Ernesto Contreras y José Manuel Cravioto; producción, Agencia SHA, Foprocine, Imcine, Estudios Churubusco Azteca, New Art Digital, Luis Albores, Érika Ávila, E. Contreras y Sandra Paredes. Reparto: Cecilia Suárez (Marina Farfán), Enrique Arreola (Víctor Mina), Ana Ofelia Murguía (Lulita), Tiaré Scanda (Lucía), Laura de Ita (Lola), Luisa Huerta (Mercedes).

Comentarios a esta nota: benjamin.solis@azteca21.net

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