Bajo costo, cuidado

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Bajo costo, cuidado
-Líneas Aéreas Azteca
-Spain Air. Gol de Brasil

 

 De enero a septiembre del 2006, la compañía Líneas Aéreas Azteca realizó 24 mil 106 vuelos a destinos nacionales y 798 vuelos a rutas internacionales, según información recabada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
 Estas cifras, de idas y vueltas, de viajes constantes serían tomadas con simpleza porque es la actividad de una aerolínea, su propio eje de negocio, más no es así, sobre todo tras la suspensión de la empresa al revelarse a la luz pública una serie de deficiencias en la operatividad y seguridad. 
 Entonces es cuando uno hace sumas de los números de los vuelos y no pueden dejarse de lado las exclamaciones y los cuestionamientos de cuántas veces en esos trayectos estuvieron  en vilo la vida de decenas de personas por la falta de cumplimiento, en tiempo y forma, con las normas estipuladas por la aeronáutica civil.
 A pesar de ser tan jóvenes y surgir con un ímpetu de novedad en los  precios, las llamadas aerolíneas de bajo costo están acusando deficiencias que hacen del bajo costo, un alto riesgo para la vida humana.
 La alerta encendida en otros países emerge en México en una compañía aérea conocida anteriormente como Taesa que en 2001 fue comprada por una serie de empresarios quedando al frente Leonardo Sánchez Ávalos y que, rebautizada en Líneas Aéreas Azteca, cambió de orientación de mercado dirigida a la competencia de captar un público tradicionalmente ubicado en los desplazamientos terrestres.
 En cinco años, la empresa enfrenta una serie de problemas financieros, administrativos y recientemente de sanciones, tales como la suspensión de la empresa inhabilitada para continuar operando ante los bajos estándares de seguridad.
 La inspección llevada a cabo por peritos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) terminó por darle la razón a quienes desde otros ámbitos, empleados y ex empleados, señalaban sobre el sacrificio de costes en mantenimiento e infraestructura primordialmente, que hacían de la empresa una bomba de tiempo en el aire.
 La SCT dio un plazo de noventa días para que la aerolínea subsane las deficiencias y sea sometida a un nuevo peritaje para evaluar si está en condiciones de ofrecer vuelos seguros a sus pasajeros. En total son nueve aeronaves de las que, menos de la mitad, realizaban cotidianamente varios trayectos nacionales e internacionales.
 Hacer frente a esta contingencia de corto plazo para la empresa es prácticamente imposible, dada su situación financiera, en espera de ser más precaria ante los cientos de pasajeros con boletos que reclaman la devolución del pasaje, más los emplazamientos que el sindicato realice para que la empresa cumpla con el contrato laboral y el pago de los salarios a los empleados.
 Es un panorama difícil de sortear, como lo será para cientos de usuarios sometidos ahora a engorrosos trámites y reclamaciones ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) para que actúe de mediador y lograr un pronto reembolso.
 La suspensión dejará en tierra a muchos viajeros que se disponían a salir por la Semana Santa. En la bitácora de la aerolínea reportada a la Dirección General de Aeronáutica Civil se observa  en promedio mensual 2 mil 300 vuelos, siendo el mes de julio el de más alta movilidad y trayectos con 3 mil 067 vuelos en julio del 2006; en los vuelos internacionales sobresalen enero, julio y agosto con el mayor número de trayectos recorridos con 135, 126 y 147 vuelos internacionales, respectivamente.
A COLACIÓN
Como una paradoja, hoy en día es mucho más barato encontrar boletos de avión en viajes internacionales que hace seis o siete años, y en gran medida a esa tendencia han contribuido la aparición de las ABC (Aerolíneas de Bajo Costo) o LCC (Low Cost Company).
El punto es que hay un mercado de consumidores tradicionalmente descuidado por su bajo poder adquisitivo, ahora potencial por diversas razones, impulsando a que el sistema financiero se interese por ellos, lo mismo que las tiendas departamentales y hasta las líneas áreas de bajo costo que en América Latina buscan competir con las compañías de autobuses para ganarles mercado; y en Europa con los trenes, dado que son más caros los trayectos en tren en Europa que un pasaje de avión interno o bien para volar a otro destino dentro de la misma Comunidad Europea.
En tres años de irse conformando la industria internacional aérea de bajo costo, el boom es espectacular, miles de usuarios mensualmente, millones de pasajeros anualmente, utilizan cada vez más el bajo costo impactando en la forma en cómo el paseante potencial pensaba de forma tradicional, esto es, elegir primeramente un destino por diversas razones: culturales, históricas, de atractivo, descanso, placer, por una nueva forma de elección, la de salir de viaje porque simplemente aparece una oferta irresistible por el costo del pasaje de avión.
Hasta este punto la historia parece fantástica con ofertas tentadoras. Sin embargo, la miel sobre hojuelas requiere que las autoridades del ramo estén muy atentas en cada país con aerolíneas de bajo costo acerca del cumplimiento por parte de éstas de dos aspectos: mantenimiento y servicio, dos razones de quejas constante contra las ABC o LCC en diferentes países.
La crisis de Air Madrid, en España,  en diciembre pasado, fue un escándalo y sigue siéndolo para miles de usuarios que siguen esperanzados en obtener los reembolsos.
En Air Madrid, el Ministerio de Fomento en España tenía evaluaciones desde con ocho meses de antelación al mes de diciembre de las irregularidades de la empresa y el  potencial riesgo. Finalmente decidió la suspensión de la aerolínea en una fecha altamente conflictiva por los números de usuarios con boletos comprados con bastante anticipación  para los traslados internacionales. Diciembre fue un mes caótico.
No obstante, la seguridad es primero y ante todo, aunque se incurra en una pérdida económica personal momentánea por la compra de unos billetes de avión. Sé que es un abuso, una arbitrariedad que las propias autoridades conozcan de antemano lo que está aconteciendo, lo callen, dejen crecer la inseguridad, finalmente inspeccionen  y después actúen.
En instancia se perjudica al usuario, salvo que  en este caso, por encima del malestar y el coraje por el dinero perdido, debe agradecerse seguir con vida.  Simplemente recordemos lo acontecido con otra aerolínea de bajo costo, muy exitosa en Brasil, me refiero a  Gol, con el accidente del  Boeing 737-800 donde murieron 154 personas.  Dicen que lo barato luego resulta caro.

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