La comunidad boliviana en México organiza su propio Carnaval de Oruro

El grupo Mavisooh Pallay, Viviana Vázquez,
 'Pueblos Libres', Kusi Marka y la Estudiantina
 Aldilá se encargaron de la parte musical
 Foto: Gregorio Martínez M./Azteca 21

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 19 de febrero de 2007. El sábado 17 se llevó a cabo una réplica del Carnaval de Oruro en nuestro país ante la comunidad boliviana residente en la capital de la República y paseantes que se detenían al escuchar la música andina y ver el colorido de los vestuarios de los ballets y grupos participantes.

El Carnaval, realizado en el Centro de Tlalpan, inició pasadas las 10:30 horas con la reunión de los grupos de danza, para después efectuar un recorrido folclórico alrededor de la Plaza Constitución, en el mismo Centro tlalpense.

Posteriormente, a las 12 horas se realizó una misa de acción de Gracias a la Virgen del Socavón (una bellísima y pequeña réplica fue colocada enfrente del escenario) en la iglesia de San Agustín de las Cuevas, ubicada a un costado del Zócalo sureño.

El grupo Mavisooh Pallay dio comienzo a la parte musical, luego Viviana Vázquez bailó danza inka. Después, al filo de las 14 horas, continuó la música con Pueblos Libres, Kusi Marka y la Estudiantina Aldilá; esta última se llevó una gran ovación del público por su entusiasmo y vistosidad al interpretar la música andina.

Claro, entre grupo y grupo había que esperar un buen rato a que los micrófonos y el sonido quedaran listos, lo que provocaba que algunas personas se retiraran y las sillas colocadas para el público nunca se llenaran en su totalidad.

El Centro Cultural Tinkus preparó un espectáculo de danza y música dedicado a la Virgen del Socavón. Luego, más tarde, continuó el grupo Tupac Katari con música y la Compañía de Danza Boliviana Inti Raymi, a la que siguieron los grupos Ankari y Canto Libre con más música, para concluir con Cacharpaya, la despedida del Carnaval, después de las 19 horas.

Los bolivianos presentes, quizás unos treinta, como es su costumbre, armaron un bonito espectáculo extra al formar grupos de danza a un costado del escenario, bailando con los mismos pasos, aplaudiendo y lanzando breves gritos de alegría.

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

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