Inflación y tortillas
POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
-Inflación y tortillas
-IXE: bajo impacto en INPC
-Banco de México, restringir
El dato de la inflación del primer mes del año no gustó a los mercados, ni a las expectativas de los analistas, que anticipan una posible restricción de la política monetaria.
En enero, la inflación fue de 0.52% y la subyacente de 0.50 por ciento. En tanto que, en la primera quincena de febrero, la inflación total fue de 0.14% y la subyacente de 0.23 por ciento.
Para la política monetaria el semáforo encendió con el dato de la inflación de la primera quincena de febrero, la inflación total anual sube a 4.06%, superior al límite fijado por el Banco de México del 3% y la inflación subyacente subió a 3.95% igualmente por arriba de la meta del 3 por ciento.
Para diversos analistas de Scotiabank Inverlat, en su opinión, el instituto central se ha resistido hasta ahora a tomar medidas restrictivas argumentando que son presiones inflacionarias transitorias provenientes por el lado de la oferta.
Y es que desde que comenzó el año arrancaron igualmente una cascada de incrementos en los precios, el más comentado, el del precio del kilogramo de la tortilla, que a pesar del supuesto “pacto” del precio controlado en 8 pesos el kilogramo, quedó en un piso mínimo del que los productores y distribuidores no están dispuestos a bajar.
El gobierno del presidente Felipe Calderón cede entonces ante las presiones de la industrialización de la masa y la tortilla para importar mayores cupos de maíz estadounidense amarillo, de dudosa calidad y nutrición.
Ahora resulta que en la globalización, las mejores tortillas mexicanas -preciosamente blancas-, se encuentran en los supermercados españoles: en Madrid, dentro el área de alimentación de El Corte Inglés, y en distintos puntos de venta de comida mexicana como en el Alamillo que además de ser una excelente taquería también tiene una tienda de productos mexicanos. ¿El precio de un paquete de 12 unidades con un peso de 325 gramos? De 4.50 euros. Esto es cinco o seis veces más que cualquier paquete de tortilla amarilla en México.
GALIMATÍAS
¿Impactó o no a la inflación del mes de enero y de la primera mitad de febrero el alza del kilogramo de la tortilla? La opinión es muy dividida.
En este sentido, especialistas de Ixe, señalan que en el tiempo que ha transcurrido del año, los principales productos que contribuyeron a la inflación son: el limón, vivienda propia, servicio doméstico, cigarrillos y el precio de las zanahorias.
Los expertos de Ixe comentan que: “En el caso particular de la tortilla de maíz (producto que detonó una importante presión en el nivel general de precios a principios de año), vale la pena señalar que de acuerdo al Banco de México el grado de dispersión aún es alta. De tal forma, aunque los precios de la tortilla en general presentaron una baja de 1.29%, aún hay ciudades del país que registraron variaciones del 25% o superiores”.
Del resultado de la inflación de las primeras muestras del año, la postura es positiva ante “lo que esperamos que los mercados muestren cierto optimismo durante las próximas jornadas”.
Esta visión diverge de los analistas de Scotiabank Inverlat, con posturas más rígidas en la política monetaria, con aumentos en las tasas de interés y otras maniobras encaminadas a una inflación lo más a bajo posible del 4 por ciento.
¿Cómo calcula la inflación el banco central? De manera muy resumida la inflación mide una determinada canasta de precios de los productos con mayor grado de impacto entre los consumidores (son 315 productos genéricos), y lo hace mediante un cálculo del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
IXE nos recuerda que en México contamos con el INPC desde 1969, conformado por varios subíndices para tener un panorama de los precios de los bienes y servicios representativos de la economía.
“El INPC tiene un componente subyacente con la finalidad de reflejar de manera más apropiada la tendencia de la inflación a largo plazo e incluye la medición de bienes que responden a muchos factores que les provocan volatilidad en el precio”.
Por ejemplo encontramos a los insumos agropecuarios cuyos precios responden a una serie de mercados antes de llegar al mercado final directo a las manos del consumidor y que son impactados por cuestiones climatológicas; el precio de productos similares importados; una mayor producción; la entrada de nuevos productores al mercado con similar producto; cambios en la orientación de los subsidios; alteraciones de los programas oficiales; problemas entre productores; especulación para subir el precio; etcétera.
El índice subyacente excluye los subíndices de agropecuarios, de educación, de administrados y concertados, y sólo incluye mercancías y servicios. Por esta condición, la inflación subyacente es susceptible de corregirse a través de la política monetaria.
“Aún más, una vez que se decide qué bienes y servicios compondrán el
INPC, también se determinan las incidencias que tienen sobre el nivel general de precios. Es decir, los bienes y servicios tienen diferente incidencia sobre el INPC. Y esto resulta muy relevante cuando ciertos productos comienzan a subir de precio para determinar su impacto en la inflación”.
De esta manera, la tortilla de maíz tiene un peso del 1.23% dentro del INPC, otros bienes medibles superiores al 1% en el índice son: la leche, el bistec de res, los refrescos, el pollo en piezas; la electricidad, el gas doméstico, la renta de la vivienda, el servicio de telefonía local, la gasolina magna, el transporte colectivo, los automóviles, las colegiaturas de primaria y los restaurantes.
Ixe explica que el precio del alquiler de la vivienda es el que mayor incidencia tiene en el INPC con el 11.97 por ciento.
Como propuesta al Banco de México, en cuestión de modernizar y adaptarnos a la realidad de las masas: hay más teléfonos celulares que líneas fijas, va siendo tiempo de incluir al celular en el INPC.
P.D. Cada país con lo suyo en el tema de medir sus peculiaridades: el Instituto Nacional de Estadística de España incluyó en el dato de la inflación, del IPC, una serie de cambios en la composición de la cesta de la compra conformada hoy en día por 491 artículos, a los que añadió: productos dietéticos e infantiles; la homeopatía; el pago de la fisioterapia; las operaciones de cirugía estética y de miopía.
En el caso de México le vendría bien al INPC, además de incluir los celulares, el gasto en productos de belleza, productos de dieta y las cirugías plásticas. Los mexicanos figuran en los primeros del mundo en usar parte de su ingreso o bien solicitar préstamos para cirugías plásticas.