El novelista Paulo Coelho embelesa a sus lectores con “La Bruja de Portobello”

Un libro que atrapa la atención
 del lector de principio a fin
Foto: Cortesía HarperCollins

Ciudad de México.- 8 de Febrero del 2007.- En su más reciente novela, "La bruja de Portobello", Paulo Coelho continúa su exitoso y muy personal estilo que integra esoterismo, filosofía y autoayuda tejidos en una trama sencilla, pero intrigante.

Publicada este mes en español para distribución en EU por el sello Rayo de HarperCollins, "La bruja" emplea el mismo estilo que distingue la obra de Coelho que hicieron de libros como "El Alquimista" y "Once minutos" éxitos de librería a nivel mundial.

En esta novela, el mensaje a auto-superación está más velado, o quizás, mejor entretejido en una trama sencilla pero a la vez intrigante.

No deja de ser una lectura fácil, que invita a una reflexión breve y últimamente efímera. Sin embargo, la lectura deleita y seduce tanto por su personaje enigmático como por los numerosos narradores que la describen.

Se trata de Athena, una gitana adoptada por una pareja libanesa quien le dio el nombre de Sherine Khalil.

Al cumplir los 5 años, su tío les sugiere a los padres un cambio de nombre, queriendo ahorrarle los problemas que podría causarle en un futuro un nombre tan evidentemente árabe.

El nombre de la diosa de la sabiduría y de la guerra, agradó muchísimo a la niña quien tras una sola tarde lo adoptó para siempre. Poco después, Athena comienza a relatar visiones de ángeles y santos, cosas que pasada una cierta edad, comienzan a preocupar a los padres.

Los dones de Athena se van haciendo evidentes en cuanto logra predecir el infierno por el que va a pasar su país durante la guerra civil del 74 y 75.

Su padre inexplicablemente toma en serio el presagio de la niña y la familia se traslada a Londres donde muy joven elige dejar atrás su carrera universitaria por el rol tradicional de madre y esposa.

Athena creció muy católica, viviendo su fe tanto en rezos como en actos. De ahí que el episodio donde se relata cómo su sacerdote le niega la comunión tras enterarse que se ha divorciado, conmueva a pesar de efectismo de sus palabras.

Está narrado por el sacerdote mismo, muchos años después de lo ocurrido, y recuenta cómo Athena con su hijo en brazos, como "una especie de Virgen María" cerró los ojos y abrió la boca para recibir el sacramento.

 

Al serle negado frente a la congregación, Athena humillada maldice el lugar y la institución que se ha divorciado del mensaje de Cristo. El sacerdote, en su vejez, admite la razón tras las palabras de Athena y el abismo que parece separar a la institución religiosa de su mensaje fundacional.

Como suele suceder en sus textos, el personaje realiza un viaje que-como sucedió en la vida del propio Coelho tras realizar su peregrinaje a Santiago-cambia al personaje para siempre.

Así se embarca Athena a Rumania en busca de su madre biológica y durante ese viaje descubre la magnitud de los dones que siempre ha abrigado.

Por la novela corre una fuerte corriente panteísta lo cual facilita el mensaje de responsabilidad colectiva hacia la naturaleza y reconoce la esencia femenina en la creación.

Lo que sí sorprende es la fuerte presencia trascendental que recalca una y otra vez la fuerza del "destino", lo cual pareciera correr en dirección contraria al mensaje tradicional de la responsabilidad individual que distingue al género de autoayuda.

Quizás precisamente aquí se encuentre el mensaje de Coelho, el llamado a una responsabilidad colectiva, en lugar del individualismo egoísta del género. (Coelho, Paulo. "La bruja de Portobello". Nueva York: Rayo-HarperCollins, 2007).

(Agencias)

Leave a Reply