Suiza: pequeña poderosa

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

-Suiza: pequeña poderosa
-De Mont Pelerin y Davos
-Imponer las reglas del juego

 

 Pocas veces volteamos a ver a Suiza salvo cuando los foros mundiales tienen  epicentro en la Confederación Helvética y anualmente los editoriales escriben de Davos y de otros encuentros. No obstante deberíamos ponerle más atención a Suiza, pequeña pero muy poderosa,  una caja de secretos para los más exclusivos multimillonarios del mundo que deciden reposar su caudal económico en los bancos suizos, además de fungir como centro de inspiración para la neurona liberal y capitalista.
 Por muchas razones, no tan ligeras, Suiza goza de una “gran tradición de neutralidad política y militar” y es la gran Banca de bancas del mundo, para entenderlo primordialmente hay que atender a su delicada posición geográfica con fronteras con Alemania, Francia, Italia, Austria y Liechtenstein.
 De Suiza y su participación, aunque no militar, en la Segunda Guerra Mundial se han escrito muchos libros revelando una falsa neutralidad, la ayuda al fascismo de Hitler,  el refugio del oro judío, de títulos de propiedad y dinero depositado en bancos suizos que nunca fueron retornados a sus dueños. Y es que la Segunda Guerra Mundial dejó 60 millones de muertos, familias destrozadas, desaparecidas, fragmentadas y la destrucción del capital a escala lo mismo que sin propiedades a muchas familias.
 Entre el desorden de la posguerra hubo miles de cuentas en bancos suizos no reclamadas bien porque los titulares fallecieron o porque los familiares sobrevivientes no sabían de su existencia, y es que Suiza tampoco hizo mucho por divulgar cuentas pendientes por pagar.
 Desde entonces a la fecha, el Centro Simón Wiesenthal trabaja para recuperar las cuentas en los bancos suizos revisando archivos de depósitos, atendiendo a hijos o nietos reclamantes.
 Suiza es una gran caja fuerte de dinero y de secretos. Igual sus montañas ejercen de imán para pensadores e ideólogos que defienden en la práctica al estatus quo de la pequeña y exclusiva elite que gobierna al mundo con su dinero y sus ideas con pretensiones de adelantarse a cualquier amenaza contra la libertad de su poder económico.
 De esta forma, en el bello marco de los paisajes alpinos nació The Mont Pelerin Society en 1947 en una convocatoria de Friederich Von Hayek a 36 profesionistas en formación académica primordialmente en doctorados en economía, también filosofía y sociología; Hayek llamó a los más destacados del orbe, dispuestos año con año a viajar a  Mont Pelerin, cerca de Montreux, para pulir sus ideas liberales y defender al capitalismo del socialismo.
 Hace poco, en ocasión de la muerte de Milton Friedman, comentamos al respecto de esta sociedad vertebral para penetrar a nivel mundial e incubar todo tipo de argumentos a favor de la libertad de acción económica.
 En la actualidad las reuniones de Mont Pelerin se siguen llevando a cabo de forma anual, quizá con menos difusión pero no por ello con menor peso específico en la propagación del fervor capitalista.  De hecho, la sociedad se reunirá los días del 25 al 28 de febrero próximo en Nairobi, Kenya.
A COLACIÓN
 Mientras Mont Pelerin pasa desapercibida en la prensa, otro pueblecito suizo de postal  Davos se gana  los reflectores. .
 Igual que la sociedad de Hayek, el  Foro Económico Mundial (World Economic Forum) es una fundación privada creada desde 1970 en Davos por Klaus Schwab, economista suizo que aglutinó a una serie de selectos contribuyentes para mantener con cuotas toda la organización.
 El foro goza de tal prestigio entre el mundo de las finanzas y la economía, lo mismo en política y gobierno, que es el punto de confluencia de presidentes, ministros, gurús de casi todos los rincones del planeta que van a escuchar lo que la elite desea poner en la práctica y todo aquello que se cierne con su negatividad sobre la buena marcha de su bolsillo.
 En Davos no surge una preocupación por el mundo pobre y desprotegido, por los que mueren todos los días en Irak, ni porque la deslocalización  de las empresas, las multinacionales, ha provocado una nueva división del trabajo con sus consecuencias globales en el abaratamiento de la mano de obra, la caída salarial, los nuevos pobres de clase media sostenidos gracias a las tarjetas de crédito.
 No, más bien allá en las montañas mágicas de blanco manto, se asegura el reparto del poder, que los ricos sean más ricos para poder guardar más en los  bancos suizos.
SERPIENTES Y ESCALERAS
 El pasado miércoles por la tarde fue inaugurada la reunión anual del Foro Económico Mundial por Angela Merkel, canciller de Alemania,  quien pidió  reactivar la ronda de Doha, discutir además de la liberalización agrícola, la del sector servicios.
La  canciller adelantó que a la cumbre del G-8  del mes de junio invitarán a Brasil, México, India, China y Sudáfrica para buscar una sensibilización en el tema de las liberalizaciones.
 Además, el encuentro en Davos, ha puesto el acento en el  calentamiento global, el cambio climático, la situación del petróleo, las energías alternativas y muchas otras variables de impacto en la supervivencia del modo capitalista de producción.
 Todas estas preocupaciones se trasladan al “2007 Global Risk Report” desmenuzando los factores de incidencia, las combinaciones posibles y las inestabilidades que podrían desencadenarse.
 Entre los riesgos económicos: el precio del petróleo; el déficit de cuenta corriente de Estados Unidos; el surgimiento económico del poder de China; crisis fiscales combinadas con cambios de tendencia demográfica.
 Entre los ambientales: el cambio climático; pérdida del suministro de agua fresca; catástrofes naturales, tormentas tropicales; catástrofes como terremotos.
 Entre los geopolíticos: terrorismo internacional; proliferación de armas de destrucción masiva; guerras civiles; golpes de Estado; la transnacionalización del crimen y la corrupción; la inestabilidad en el Medio Oriente.
 Entre los sociales: pandemias; enfermedades infecciosas; enfermedades crónicas.
 Entre los tecnológicos: caída de la infraestructura tecnológica; ataques virtuales; riesgos relacionados con la nanotecnología.
 De los escenarios obtenibles con la combinación de factores en una parte del reporte se simula un ataque terrorista a la infraestructura petrolera de un X país y sus posibles efectos, indeseables para todos. Otro escenario nada agradable deriva también de una pandemia.
 Muy constantemente el documento inquiere en el costo económico y financiero producto de estos riesgos, como reflejo de los intereses que agrupan a quienes pagan su cuota por  Davos.
 

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