Más de 100 mmdd en el retiro

  POR LA ESPIRAL
   Claudia Luna Palencia

-Más de 100 mmdd en el retiro
-Súper Afores, ¿colchón o peligro?
-Crecen competidores en el mercado

 El año pasado, el saldo total de recursos que invierten las Afores creció en 135 mil millones  de pesos, 18.6% más en términos reales respecto al cierre del 2005.
 De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), el incremento del saldo total se explica principalmente por la generación de 68 mil millones de pesos de rendimientos netos de comisiones (el monto más alto desde que inició el sistema).
 Al cierre del 2006, los recursos en el Sistema de Ahorro para el Retiro (Afores + Vivienda 97 + SAR 92) alcanzó poco más de un billón doscientos mil millones de pesos, equivalente a 13.7% del PIB. En dólares a un tipo de cambio de 10.90 pesos por dólar tenemos la cantidad histórica de 111 mil 123,895 dólares.
 El monto resultado del ahorro generado por los trabajadores aforados, en su magnitud, significa el doble del saldo de la deuda externa neta del sector público de enero a noviembre del 2006, por 49 mil 919.1 millones de dólares.
 Por vez primera el ahorro supera al endeudamiento de México, aunque implique un ahorro de particulares, en este caso de trabajadores con previsión para el futuro (para el retiro), siendo ellos o sus beneficiarios elegidos, los únicos con poder para obtener una pensión.
 Aún así es muy interesante el poderío enorme que acumulan las Afores, estas administradoras particulares que obtienen sendas ganancias de la administración de los ahorros y a cuyos pasos y decisiones de inversión por medio de las Siefores no hay que perderles de vista. Las autoridades  deben ser muy cautelosas.
 Básicamente, del resultado obtenido en los recursos del SAR el año pasado, la CONSAR explica que fueron tres los factores que incidieron en este mayor involucramiento: 1) Medidas adicionales de desregulación para seguir reduciendo costos y trámites del proceso de traspaso. 2) Las reformas a la ley del SAR que entraron en vigor desde 2005 y que permitieron al trabajador cambiar de Afore más de una vez al año. 3) La mayor información a la que tuvo acceso el trabajador.
Asimismo, la estrategia de desregulación llevada cabo por la CONSAR para abatir barreras de entrada a nuevos participantes –entre otros, a través de la reducción de costos del sistema-, continuó dando resultados positivos en lo que a competencia se refiere.
Durante el 2006, el número de competidores en la industria de las Afores creció con la incorporación de Afore Coppel, Afore de la Gente, Afore Ahorra Ahora, Scotia Afore y Afore Argos.
La incorporación de estas cinco nuevas administradoras, permitió elevar a 21 el número total de Afores, el número más alto de administradoras desde que inició el sistema en 1997.
A COLACIÓN
Como resultado de la competencia que vive la industria, durante el 2006 catorce Afores redujeron sus comisiones, el mayor número de disminuciones en un año desde que inició el sistema.
Desde diciembre del 2001 las comisiones del sistema han disminuido cerca de 46% (incluye las bajas autorizadas en diciembre pasado a las Afores HSBC, Profuturo GNP y Santander).
 En cuanto al régimen de inversión, el año pasado, casi 82 mil millones de pesos se dirigieron a nuevas opciones de inversión, reduciéndose paulatinamente el grado de concentración en valores gubernamentales.
La flexibilización del régimen de inversión permite mantener altos rendimientos y disminuir el riesgo de concentración.
Por el lado de los rendimientos, en 2006 las Afores ofrecieron rendimientos atractivos a sus afiliados: descontando el efecto de la inflación,  para el caso del Fondo 1 se obtuvo un rendimiento real promedio de 7.04%, mientras que para el Fondo 2 el rendimiento real promedio fue de 8.91 por ciento.
GALIMATÍAS
 ¿En pensiones y seguridad social estamos preparados? La CEPAL analiza para América Latina y el Caribe la circunstancia de que los sistemas de pensiones de la región se ven condicionados por una serie de factores, entre los cuales sobresalen  el acelerado proceso de envejecimiento demográfico; la escasa (o inadecuada) cobertura que brindan los esquemas  contributivos de pensiones, y los problemas de segmentación e insolvencia que han aquejado a algunos de los esquemas tradicionales de la región.
Estos elementos, indica la CEPAL,  llaman, por una parte, a encontrar formas de ampliar sustancialmente la cobertura previsional de los sistemas nacionales de pensiones y, por otra, a perfeccionar o reformar sus componentes contributivos, de forma de avanzar hacia modelos integrados, equitativos y solidarios y financieramente sostenibles.
Por el lado del envejecimiento, en la región se registra el inicio de una  fase de rápido envejecimiento de la población, que pone de relieve la importancia que adquirirá la satisfacción de las necesidades de consumo y atención de la salud de un número creciente de adultos mayores. Este fenómeno ejercerá una considerable presión sobre el financiamiento, tanto de los sistemas contributivos basados en el reparto como de los sistemas de pensiones no contributivas.
La CEPAL afirma que este proceso de envejecimiento, uno de los más acelerados del mundo, puede caracterizarse por dos fenómenos propios de las últimas décadas: la baja de las tasas de fecundidad y el aumento de la esperanza de vida. Aunque a corto plazo la región registrará una baja de la relación de dependencia demográfica total (el número de niños y adultos mayores por cada persona en edad de trabajar), ya en el 2025 el proceso de envejecimiento pasará a dominar la fecundidad y la tasa global de dependencia de la región aumentará persistentemente.
Asimismo,  en la región existe una marcada heterogeneidad en materia de evolución de la población, que refleja la trascendencia relativa del factor demográfico en los países.
En unos países el envejecimiento es más marcado que en otros, por ejemplo, los de “envejecimiento moderado”, hay de un 6% a un 8% de personas de 60 años y más, que alrededor del 2050 superarán el 20 por ciento. En este grupo se sitúan Belice, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guyana, México, Perú, Venezuela y República Dominicana. En ellos se registraron profundos cambios en materia de fecundidad, aproximadamente entre los años 1965 y 1990.
Les siguen los países de “envejecimiento moderado avanzado”, que presentan en la actualidad entre un 8% y un 10% de personas mayores, y que registrarán un aumento rápido de este porcentaje hasta cifras de un 25% a un 30 por ciento.
Este cambio demográfico que se aprecia para la región anticipa una fuerte presión sobre de las políticas públicas.

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