Recio zacatecano cumple 100 años y lo celebra bailando con banda

Don Jesús tiene suficiente energía para bailar a
su edad como lo hizo con esta linda 'pollita'
Foto: Cortesía Zacatecanos del Sur de California

Reportero Azteca21

Valparaíso, Zacatecas, Mexico.- 12 de Enero del 2007.- El pasado fin de semana don Jesús Cabral Madera recibió de la LVIII Legislatura del estado de Zacatecas un reconocimiento por alcanzar felizmente sus  100 años de vida; y la gobernadora Amalia García Medina envió un representante a la celebración del onomástico que se llevó a cabo en Valparaíso el sábado por la noche.

Cabral Madera, tío del diputado migrante Román Cabral,  nació el 6 de enero de 1907 en el Rancho de enmedio, Monte Escobedo Zacatecas, comunidad que tuvo que dejar a muy temprana edad para trasladarse a Valparaíso o “el valle”,  en donde nacieron  sus diez hijos que tuvo con Doña Ignacia Villegas y de los cuales cinco ya pasaron a mejor vida.

 El medicamento que le ha alargado la vida y lo mantiene alejado de los galenos y  hospitales “es una yerbita milagrosa” dice.  “En 1965 salí muy enfermo para la ciudad de México”, expresa Don Chuy al mismo tiempo que mira su reloj sin la necesidad de anteojos y afirma en voz alta que faltan 10 para las 10,  pide a los que están a su alrededor que se lo confirmen.

Don Jesús, quien también es abuelo de Felipe Cabral, ex-presidente de la Federación de clubes zacatecanos del Sur de California, y vecino de la calle Juan Aldama de Valparaíso, a los 60 años de edad  por accidente encontró la solución a todas sus molestias. Los médicos ya lo habían desahuciado. “A la bajada del autobús en la capital del país me encontré con un puesto de libros” dice el nativo de Monte Escobedo. Cuenta que compró un folleto de hierbas medicinales y en su interior encontró el nombre de una planta que –según el autor del impreso- lo curaría definitivamente.

Para  mantenerse sano y activo, hierve dos cucharadas soperas de lo que él llama “la yerba milagrosa”  y  la mezcla con un galón de agua  para luego tomarla durante varios días. “hay temporadas que tengo que suspenderla” dice don Jesús porque le provoca mucha energía. El es viudo.
Todos los días  las 6 y media de la mañana se levanta, y sin la necesidad de sillas de ruedas ni de bastones, se dirige  a la parroquia de Valparaíso a “dar gracias al Creador”,  camina hasta el mercado para tomar sus alimentos y antes de regresar a casa da un paseo por el jardín o se detiene a charlar con los amigos. Extraña mucho su pistola  que hace poco una de sus hijas le escondió porque “la limpiaba con el cargador puesto”, explica Chabela.
“Mi tío tenía 95 años de edad cuando le prometí que el día que cumpliera 100,  yo le haría una fiesta con la banda” cuenta Román Cabral, diputado local migrante. Don Jesús bailó toda la noche con sus hijas, nietas e invitadas de todas las edades.

A la celebración que comenzó con una misa y le siguió una cena-baile, asistió,  en representación de la gobernadora Amalia García, el secretario y ex diputado local José Escobedo Domínguez.

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