Expectativas para el año

POR LA ESPIRAL
   Claudia Luna Palencia

-Expectativas para el año
-FMI, Banco Mundial y Cepal
-Países en desarrollo, atención

 De entrada parece un año con cierta indolencia, aparentemente muy previsible por un menor crecimiento global debido al descenso en el ritmo de los países industrializados, todo lo contrario  más sostenido entre los emergentes o menos desarrollados.
 Estados Unidos y China seguirán siendo  dos motores sustanciales. La menor expansión  de la economía de la Unión Americana afectará inminentemente en sus socios más cercanos, siendo el  presagio negativo sobre de México y su industria de exportación.
 El consenso de los analistas es sobre de un “aterrizaje suave” para el PIB de Estados Unidos sin perder de vista la atención de los primeros meses del nuevo año en manufacturas; industria de la construcción; demanda por bienes duraderos; industria automotriz y desempleo.
 El primer trimestre podría dar una pauta de las maniobras de la Reserva Federal a lo largo del año.
 China por su parte seguirá con una gran dinámica, un crecimiento envidiable que nos lleva al razonamiento temerario de qué pasará con el gigante asiático y el mundo cuando  la expansión experimente un freno.
 Por lo pronto parece no haber grandes sorpresas, la actividad bursátil en general arrastra el optimismo con el cual cerró el año pasado y el petróleo guiará la mano de los presupuestos. Aparentemente no habrá más asombros.
 En los pronósticos  para el 2007, el Fondo Monetario Internacional (FMI) vaticina que el crecimiento económico global será del 4.9%, en  particular para América Latina del 4.2 por ciento.
 Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presagia  para la región un PIB  promedio del 4.7%, en tanto que para México adelanta un crecimiento del 3.8% para este año.
 En la misma línea, el  Banco Mundial señala que el panorama a mediano plazo para la economía global es bastante auspicioso, empero, debe tomarse en cuenta que  el ritmo de la expansión económica está disminuyendo.
 En América Latina en la moderación del crecimiento impactará  Argentina y Venezuela. También habrá un menor ritmo en México, Perú y Colombia. En cambio, Chile repuntará, y en Brasil y Bolivia el ritmo económico experimentará pocos cambios.
 Para este año es de esperarse una  caída de los precios de las materias primas que exporta América Latina y una menor demanda de sus productos en Estados Unidos.
 Así, el PIB en Argentina será de 5.6% en el 2007; en Venezuela bajará al 6%, dos países que en la región enfrentarán problemas inflacionarios.
 En México la perspectiva para el 2007 es que la inflación se ubique por debajo del 4%, y el PIB pasará del  4.5% esperado como dato final del 2006 hasta el 3.5% en 2007, afectado por la correlación con el cíclico estadounidense.
A COLACIÓN
 El  Servicio de Estudios del BBVA observa  que el crecimiento mundial será más contenido en 2007, pero todavía en tasas elevadas, mientras que la inflación continuará estando en niveles históricamente reducidos. En este contexto, la moderación en el precio de materias primas será leve, al tiempo que el volumen de liquidez continuará apoyando un escenario de buenas condiciones de financiamiento.
El  banco espera que el crecimiento del PIB para las principales economías de América Latina se ubique en 4.5%, siete décimas más que lo previsto a principios del año pasado.  La inflación se mantendrá en niveles contenidos y reducidos en términos históricos (5.3%), alcanzando mayoritariamente los objetivos de las autoridades monetarias.
La región aceleró su crecimiento en la segunda mitad del 2006 y podría cerrar el año con un avance del PIB del 5.1%, un punto por encima de lo esperado a finales del pasado ejercicio.
El BBVA analiza que las principales economías de América Latina crecieron en el tercer trimestre del año pasado un 5.2% con relación al mismo periodo del año anterior, lo que supone una aceleración de ocho décimas respecto al periodo abril-junio. Los países más favorecidos el año pasado fueron: Venezuela (10.2%), Argentina (8.7%), Perú (8.7%) y Colombia (7.6%); los dos últimos con trayectoria ascendente.
México el año pasado mejoró el  avance del PIB, Brasil recuperó tasas razonables (3%) y Chile moderó su impulso (2.9%). Estos datos constatan, por un lado, el elevado crecimiento de algunas economías, y, por otro, la sincronía cíclica que caracteriza a la región desde hace dos años.
 En opinión de Estudios del BBVA, a lo largo del año pasado, el comportamiento de la inflación en América Latina fue positivo “salvo episodios puntuales debidos a factores estacionales, la tendencia es claramente descendente desde mediados del 2005. La región ha rebajado el incremento del IPC del 6.9% en mayo del año pasado al 4.9% en noviembre del 2006”.
Destaca la reducción experimentada en Brasil en los últimos 12 meses, del 6.4% al 3%, reflejo de los buenos resultados de la aplicación de una política monetaria ortodoxa. La gran mayoría de países muestra hoy tasas propias de países desarrollados, con mención especial a Chile (2.1% en noviembre) y Perú (1.5%).
GALIMATÍAS
El índice de materias primas que elabora el Servicio de Estudios Económicos de BBVA revela  en el cuarto trimestre del 2006 un aumento del 13% con relación al mismo periodo del 2005. Con este avance, la revalorización experimentada en el conjunto del año sería del 22%, acumulando en el trienio 2004-2006 un alza cercana al 100 por ciento.
El precio de los metales cobre, oro, aluminio y plata ha experimentado incrementos muy significativos, beneficiando así los términos de intercambio de países como Chile y Perú. En el último trimestre del 2006, la soja y el café también se han revalorizado considerablemente (en torno a un 20%), impactando positivamente en economías como la argentina o la colombiana.
El petróleo, por su parte, ha moderado las referencias máximas alcanzadas en agosto del 2006, pasando de los cerca de 80 dólares por barril a los 60-65 actuales.
En opinión de BBVA esta evolución ha permitido aligerar  las presiones inflacionarias en las economías importadoras de crudo, al tiempo que los países productores han mantenido elevados ingresos de cuenta corriente y fiscales. “Los precios del petróleo, así como de otras  materias primas, se sitúan  claramente por encima del promedio histórico, lo que da a América Latina un colchón de seguridad adicional a la buena situación doméstica”.
 Sin embargo para los exportadores de hidrocarburos tanto confiarse en el precio del petróleo con el actual shock es una aventura riesgosa, lo vemos con Venezuela sustentando su gasto y su crecimiento en el petróleo soñando que están en jauja, por no olvidar que en México hemos vivido con tal espejismo.

 

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