Mariano Azuela inició la novela de la Revolución Mexicana

Don Mariano Azuela, el famoso
autor de la novela
'Los de Abajo'
Foto: Internet

Ciudad de México.- 1º de Enero del 2007.- El escritor mexicano Mariano Azuela, considerado como el iniciador de la novela de la Revolución, por obras como "Los de abajo", "Nueva burguesía" y "Los caciques", nació el 1 de enero de 1873, en Lagos de Moreno, Jalisco.

Hijo de un modesto comerciante, Azuiela realizó sus estudios en su ciudad natal y obtuvo el título de médico en 1849, profesión que no abandonó a lo largo de su vida.

Ligado a los episodios político-sociales de la Revolución Mexicana, fue nombrado Jefe Político de Lagos de Moreno, durante el gobierno de Francisco I Madero y posteriormente se adhirió a los ideales del guerrillero Francisco Villa.

Sin embargo, la derrota de Villa, apodado "El Centauro del Norte", le obligó a marchar al estado de Texas (Estados Unidos), de donde regresó en 1916 y se retiró de la política, para ejercer su profesión en la Ciudad de México y dedicarse a otra de sus grandes pasiones: la novela.

Azuela surge en la literatura a la sombra del naturalismo francés; en 1893 publicó "Impresiones de un estudiante", cuentos en los que reveló su simpatía por las víctimas de una sociedad injusta, tema constante en todas sus obras.

Su primera novela, "María Luisa" (1907), es una historia trágica de amor, en "Los fracasados" (1908) muestra la impotencia de los idealistas ante la sordidez de los que manejan el mundo político, mientras que "Mala hierba" (1909) es catalogado como uno de sus mejores libros en aquella época.

En 1911 comenzó a escribir la que será la primera novela de la Revolución: "Los de abajo", la cual fue publicada en 1915.

Catalogada como antiepopéyica, en esta obra Azuela retrató momentos trágicos, en los que los ideales de justicia se transforman en un inercia de lucha e incluso transmite su propia decepción y la protesta del intelectual frente a la masificación que se identifica con la barbarie.

"Los caciques", "Las moscas", "Domitilo quiere ser diputado" y "Las tribulaciones de una familia decente", son otras obras con las que el escritor contribuye a la novela de la Revolución.

En un movimiento que atrajo la atención de la crítica, Azuela renovó su técnica novelística con "La malhora" (1923), que según los expertos abrió nuevos cauces a la marrativa de su época.

La vida de una mujer, que rueda víctima de un destino fatal, le sirvió para crear una obra típicamente nacionalista, en la que la vida de México y la crítica de la sociedad capitalista son paralelas.

En "La luciérnaga" (1932), Azuela retrató psicologías y costumbres de diversos estratos sociales. También escribió novelas históricas y políticas, como "Pedro Moreno el insurgente" (1933), "San Gabriel de Valdivia" (1938), "La marchanta" (1944), "La mujer domada" (1949) y "Nueva burguesía".

Las diversas conferencias que el escritor impartió en El Colegio Nacional fueron publicadas en "Cien años de novela mexicana" (1947).

Liberal y cristiano, Azuela mostró siempre en su obra un ideal de justicia social, un sentido de piedad por los humildes y odio a los poderosos y advenedizos; supo captar la esencia mexicana y pintar, a grandes pinceladas, el cuadro político-social de su tiempo.

En reconocimiento a su prolífica e innovadora obra, el Ateneo Nacional de Ciencias y Artes le otorgó el Premio de Literatura en 1941 y dos años después fue nombrado miembro fundador de El Colegio Nacional.

Mariano Azuela, con su estilo sobrio creó la novela de la revolución y fue el auténtico precursor de la generación de 1940.

Falleció el 1 de marzo de 1952 y sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón Civil de Dolores, en esta metrópoli.

(Notimex)

Leave a Reply