El disco “Pueblo y Fiesta” continúa la tradición musical tixtleca de Yolotecuani

 El disco “Pueblo y Fiesta” continúa la tradición musical tixtleca de Yolotecuani
El grupo Yolotecuani, cuyo nombre significa
 'Corazón de Tigre' en náhuatl
Foto: Gregorio Martínez M.Azteca21

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

 

Ciudad de México. 19 de diciembre de 2006. El pasado domingo 3 de diciembre se presentó el disco compacto “Pueblo y Fiesta. Sones de Tixtla”, del grupo Yolotecuani en el Patio Jacaranda del Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP), que se convirtió en una verdadera fiesta tixtleca, con la participación de numerosos bailadores de la Escuela Nacional de Danza Folclórica del INBA y del versista y trovador acapulqueño Miguel Arizmendi.

En punto de las 12 horas comenzó el fandango tixtleco en Coyoacán ante cientos de calentanos avecindados en la capital de la República y otros más que se dejaron venir desde Guerrero y abarrotaron el Patio Jacaranda para disfrutar de una propuesta musical completamente insertada en la tradición de la Tierra Caliente, pero con algunas novedades.

En este sentido, destacan los arreglos realizados por Ulises Martínez Vázquez a las piezas tradicionales “La petenera” y “La sandunga nueva”, que en el caso de la primera se toca en diversas regiones del país y es “un arreglo de Ulises, a quien le encanta hacer cosas nuevas, distintas de lo acostumbrado, con armonías nuevas. Además, los hermanos Martínez Vázquez, músicos de formación procedentes de la tradición purépecha, están aprovechando sus estudios para aplicarlos en el fortalecimiento de nuestra tradición musical”, señaló Enrique Barona, miembro del grupo.

Portada de una propuesta musical
completamente insertada en la tradición
 de la Tierra Caliente
Foto: Gregorio Martínez M. Azteca21

El músico comentó que esta presentación era diferente, pues no había presentador, que ahora éste era la tarima y pidió un aplauso para ella. Agregó que “Pueblo y Fiesta” era el tercer disco de Yolotecuani –“Corazón de Tigre” en náhuatl–, “aprovechen para comprarlo, porque los dos primeros ya están agotados”, y que ese mediodía tocarían temas de los dos anteriores y del tercero.

Después presentó a Miguel Arizmendi, quien viene de una “tremenda familia de musiqueros, los hermanos Arizmendi, cuyo padre, tremendo musicazo, falleció recientemente”. El aludido, quien también participa en un tema del nuevo disco y estaba entre el público, subió al escenario y comentó que desde niño les inculcaron a él y a sus hermanos el hacer música para no andar en “la casa de oquis” y que en la Costa, a diferencia de la Tierra Caliente, “somos más arrechos”, por lo que dedicó unos versos con picardía a los asistentes: “Cuando vayas a la mar,/ no te metas a lo jondo,/ porque allá andan unos pescaditos,/ que les gusta lo jediondo”.

Luego añadió, “Así hay muchos allá en la Costa, voy a decir otros, a ver si no me corren, ‘Yo le dije que me diera/, aquello que yo quería/, pero me dijo la ingrata,/ ahorita no, porque es de día/, de noche lo que quieras:/ melón, papaya o sandía’. Ahí va uno más: ‘Comiendo se quita el hambre, bebiendo el agua la sé, y lo pendejo, con qué’”.

Los asistentes festejaron con aplausos y bravos los dichos del acapulqueño. Respecto del último, Barona comentó, “seguramente Miguel estaba pensando en los diputados y en el presidente saliente” y lo animó a que tocara una chilena, que “como muchos ritmos en México, cuando son tocados en el cine mexicano son cambiados, se ha perdido esa parte negra, del ritmo, ahora se oyen como chilenas ahuapangueadas, pero Miguel las toca como van, como las de antes”, y éste se arrancó con la guitarra para cautivar al público con una dedicada a su padre. Al terminar su interpretación, el rostro del trovador estaba transfigurado, reflejo del alma profunda que transmite la emoción que la mueve y anima. La gente, a gritos, le pidió otra, a lo que el músico accedió, siendo secundado por el violín de Ulises y después por los demás integrantes de “Corazón de Tigre”.

Enrique Barona agradeció a Yolotecuani “la paciencia que han tenido con un chilango, porque yo no soy tixtleco, toco con ellos desde hace muchos años, y toco y canto en los tres discos. Me quiero despedir con una décima, a ver qué les parece: ‘Aunque no son novedad,/ ha perdido la razón, ha tomado posesión/ del país, la necedad./ Los necios en libertad,/ a la razón dan pellizco,/ unos necios hacen disco,/ el poder con peripecia,/ y otros en la necia,/ por querer sacar un disco. ¡Puros necios aquí!”, concluyó, ovacionado por el público.

El tiempo programado para la presentación había llegado a su término y una voz femenina anunció el final del fandango, “el MNCP agradece su presencia…”, pero los insistentes gritos de la gente la hicieron guardar silencio y acceder a conceder el “encore”. Y el cierre fue apoteósico: se escucharon unos acordes de violín del extraordinario músico Ulises Martínez Vázquez que anunciaron la pieza final: “La mariquita”, una pieza de antología del son calentano. (Lector: recuerda el nombre de este joven músico, porque augura lozanía, vigor y esplendor a la música tradicional mexicana.)

Por su parte, David Peñaloza, director de Yolotecuani, mencionó que el disco lo dedicaron a la maestra Laura Rodríguez, responsable de la formación de muchas generaciones de bailadores de son de tarima, “un homenaje en vida, creo que los homenajes se deben hacer en vida, ella no está presente, pero desde aquí le mandamos un saludo a la maestra Laurita, que además es una excelente bailadora y una mujer altruista que apoya mucho a los indígenas y a los marginados de la región”.

Agregó que “en ‘Pueblo y Fiesta’ hacemos una propuesta principalmente tradicional, con algunos sones ya antiguos como ‘El sapo’, ‘El palomo’, ‘El pato’, ‘El vapor chileno’, ‘La iguana’, que son tradicionales. También tenemos una propuesta de composición nuestra, ‘Las velas’, letra de Noel Nava y música de un servidor. De rescate está la ‘Danza de Manueles’, una danza que, al morir el violinista, ya no se toca actualmente con violín, entonces, en este caso, nuestra intención es rescatar los sones con violín”.

Rodeado de personas que lo esperaban para que les autografiara el disco, el músico tixtleco explicó, grosso modo, su trayectoria, que supera ya la veintena de años, “Desde el inicio de nuestro trabajo hemos sido y somos simplemente representantes de una tradición, de la forma en que se interpreta el son de tarima en su manera más ortodoxa. Actualmente ya incursionamos en otro tipo de propuesta, buscamos otros elementos que podamos integrar a nuestra tradición, a nuestro repertorio tradicional, no como una forma de cambiar la tradición, sino más bien de experimentar, de innovar, de querer conocer otras cosas”.

Respecto de la participación de Ulises y César Martínez Vázquez en Yolotecuani, señaló: “Ellos pertenecen a la tradición purépecha, son del grupo purépecha de Charapan, Michoacán. Los conocemos desde que eran niños, se han estado integrando con nosotros y traen toda una trayectoria musical no sólo tradicional, sino que tienen estudios de Conservatorio, han estado trabajando muchos años. Ulises creo que va en el undécimo año de Conservatorio y nos está aportando sus conocimientos y enriqueciendo la música tradicional con elementos clásicos o jazzísticos”.

Acerca de sus actividades y planes futuros, indicó: “Bueno, damos cursos del son de tarima, soy bailador y músico de Tixtla y hay gente que pide aprender la tradición lo más apegado posible a ésta. Próximamente tenemos en mente otro disco, pero con otros géneros, ya no lo auténticamente tradicional, sino con otras propuestas, apegadas, por supuesto, a la música mexicana. Asimismo, estamos preparando una gira este mismo mes por Michoacán y Guerrero, no recuerdo ahora exactamente las fechas, pero vamos a ir a Michoacán, el 21 estaremos en Morelia en el Teatro del Estado y el 23 en la Casa de Cultura de Charapan. Después iremos a Guerrero, ahí estaremos el 27 en la Plaza Cívica de Tixtla, el 28 en el municipio de Apango, el 29 en el municipio de Mochitlán, el 30 en Chilapa, y creo que también estaremos en Chilpancingo y en Tierra Colorada”.

En el disco compacto “Pueblo y Fiesta. Sones de Tixtla. Homenaje a Laura Rodríguez”, del grupo Yolotecuani, participan Isabel Coronel Vélez, vihuela y voz; el niño Osvaldo Peñaloza Coronel, cajón de tapeo y tambor; Ulises Martínez Vázquez, violín, vihuela y voz; César Martínez Vázquez, contrabajo; Enrique Barona Cárdenas, vihuela y voz, y David Peñaloza García, arpa y voz. Además, como músicos invitados, Miguel Arizmendi Hernández, en los versos; Eliud Colunga y Gabriel Elías Estrada, en las percusiones. El diseño es de María de Jesús Martínez Velasco, la portada está basada en una pintura de Víctor Hugo González Apresa y la grabación estuvo a cargo de Joaquín Velasco Ramírez. Es una coproducción del CONACULTA/Dirección General de Culturas Populares e Indígenas, PACMyC (Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias) y Ediciones M.

Comentarios a esta nota: gregorio.martinez@azteca21.com

Redacción Azteca 21

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