Pastores y diablos y bailes folclóricos dan vida a divertida pastorela mexicana

Entre risas y alegrías los pastores inician
 su peregrinar para ir a la
'Ciudad de la Esperanza'
Foto: Proyecto IntegrArte

Ciudad de México.- 16 de Diciembre del 2006.- Una divertida pastorela con tintes de revista teatral, que incluye bailes folclóricos de varias ciudades de la República Mexicana, se presenta en el XIV Festival Hispanoamericano de Pastorelas, que se realiza del 16 al 20 de diciembre en diversos foros capitalinos.
La Pastorela de la Integración Mexicana, dirigida y escrita por Arturo Morell, fue escenificada por la compañía de Teatro de Proyecto IntegrArte y el Gran Ballet de México en el Foro Rodolfo Usigli, de la Sociedad General de Escritores Mexicanos (Sogem).
Pastores y diablos de la época actual dieron vida a divertidas coreografías y bailes folclóricos luego de cada episodio de la pastorela para darle un color mexicano a la representación.
Belem Alternativo. La historia escrita por el joven dramaturgo Arturo Morell, inicia con la aparición de un ángel, que llama a un grupo de pastores para que sean los elegidos de ir a Belem Alternativo, es decir la Ciudad de la Esperanza para adorar al Niño Jesús.
El Belem Alternativo es un lugar donde no existen las manifestaciones, la violencia, la delincuencia, las colonias sin servicios públicos o las calles sucias, una ciudad tranquila en la que no pasa nada.
El reto es que los pastores deberán de cumplir con el cometido de viajar y llegar a su destino, sin embargo, no saben que en el camino se encontrarán con el diablo, que trata de evitar que ellos concluyan su travesía.
Entre alegrías y risas, los pastores inician su peregrinar para ir a la Ciudad de la Esperanza, le sacan provecho a los beneficios que embargan la época, hacen uso de la tecnología, deciden viajar en avión para llegar más rápido a Belem Alternativo, pero sin darse cuenta son recibidos por dos diablillos, discípulos del diablo mayor, quienes tratan de persuadirlos para llevarlos a Acapulco y hacer que los pastores se olviden de su cometido.
Los pastores, vestidos de camisas y pantalones de manta, hacen hasta lo imposible para resistirse, pero al final la tentación de sol, arena, mar y diversión termina siendo más fuerte y caen en la trampa.
Sin embargo, en una ciudad como esa, el bien no podría quedarse atrás, de la nada aparece un ángel que se dedica a ayudarlos para que ellos tengan la voluntad para enfrentar a los seres del mal.
Es así como los pastores llegan a su destino final a adorar al Niño Jesús, quien es venerado con ovaciones y regalos en medio de la tradicional música navideña.
La pastorela termina por cumplir su propósito, el de salir de los estándares de este tipo de representaciones. La obra arranca la carcajada de todo público, busca promover la unidad de los mexicanos y mostrar la diversidad cultural que tiene el país y por tanto la riqueza de su gente y de cada una de sus regiones, además de transmitir el mensaje de la paz y la esperanza de la Navidad “en un mundo que está lleno de caos”.   (Notimex)

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