Periodista Carlos Jalife presenta libro sobre dos leyendas del volante, “Los Hermanos Rodríguez”

Pedro y Ricardo
Rodríguez
 en su época eran
sinónimo del
héroe al que
todos querían emular
Foto: Caridisiac.com

Ciudad de México.- 12 de Diciembre del 2006.- Dicen que “un clavo saca otro clavo”. Desafortunadamente, en el caso del automovilismo mexicano, no han habido “clavos” que bajen a los hermanos Rodríguez de su pedestal como los más grandes pilotos de todos los tiempos.

Por ello, el periodista Carlos Jalife (Ciudad de México, 1958) se dio a la tarea hace un buen tiempo, en 1992, de escribir un libro dedicado a Pedro (18-ene-49/11-jul-71) y Ricardo (14-feb-42/1-nov-62), quienes pese a que murieron hace décadas, siguen arrancando lágrimas de una afición que no tiene con qué olvidarlos.

Con el grueso libro de 592 páginas “Los Hermanos Rodríguez” ya en los estantes, Jalife comparte sus impresiones sobre esos ídolos inolvidables minutos antes de la presentación oficial ante la prensa especializada:

-En la invitación que mandó por e-mail, se refiere a los Rodríguez como los más grande atletas en la historia de México, ¿lo dice en serio o es un mero ardid publicitario?

-Claro que es en serio. Hay que fijarnos, fíjate cuánto tiempo estuvieron en la cima los grandes atletas en la historia de México como Capilla, “Pelón” Osuna, Valenzuela, JC Chávez, Mariles y Hugo Sánchez. Los Rodríguez fueron campeones nacionales de ciclismo apenas a los 10 años. Pedro estuvo 21 años en la cima, fue campeón de ciclismo, de motociclismo en varias clases, de automovilismo. Aun Ricardo, que empezó a los ocho y se mató a los 20, fue campeón de ciclismo y motociclismo. Fue el piloto que más joven ganó una prueba de campeonato mundial, a los 20 años en La Targa Florio. Tal vez es discutible, pero por los logros y el tiempo que estuvieron en la cima yo pienso que así fue.

-¿Ese `atleticismo’ de los Rodríguez fue clave en su éxito, en una época que los pilotos no pasaban todo el día en el gimnasio?

-Eso es engañoso, porque aquéllos eran autos pesados, sin dirección hidráulica, eran carreras mucho más largas, tenías que ser muy fuerte para manejar esos autos. Mika Hakkinen, en julio, en Nürisring, se subió a un Mercedes, de los de Fangio, y le dio dos vueltas, y dijo “realmente necesito otros músculos”. Necesitabas estar muy fuerte, Pedro buceaba, hacía pesas, montaba a caballo. Eran jóvenes y estaban bien entrenados.

-¿Por qué tardó tanto en escribir el libro?

-Porque no me dedicaba de tiempo completo, si no me hubiera tardado tres años. Lo empecé en 92-93. Yo tenía un programa de radio que se acabó en enero de 93 y todos los que entrevistaba me decían “voy a escribir un libro de los Rodríguez”, y nadie lo hacía, hasta que dije “yo sí voy a escribir un libro de los Rodríguez, ya estuvo suave, puro hablador” (risas). Y entonces todo se volteó, y todos me empezaron a preguntar cuándo iba a estar listo el libro. Hubo muchos problemas, datos que no cuadraban, este año me metí de lleno a la hemeroteca, pero era complicado porque, por ejemplo, encontré que de tres periódicos, todos tenían resultados diferentes sobre una misma carrera.

-¿No le dio temor hacer un libro para que no se publicara y terminara guardado en su escritorio?

-Sí, porque el borrador es como tres veces más grande. Un editor de Alfaguara me dijo vamos a cortarle cosas. Tuve que recortar dos tercios del total. De repente, Carlos Slim Domit me dijo que era un proyecto muy interesante y quiso sacarlo como un sello propio, porque vale la pena.

-Alrededor de todo ídolo popular, siempre gira una leyenda, una ficción, ¿cuál es la leyenda que gira alrededor de los Rodríguez?

-Parte de la leyenda es que eran imbatibles, que siempre ganaban, no es cierto, ganaban muchas veces, pero no siempre. Ni siquiera en México Moisés Solana llegó a ganarles algunas veces, era un piloto del nivel de los Rodríguez, pero se enfocaba en el jai-alai que le dejaba muchísimo dinero. Otra es de dónde salía el dinero de don Pedro (padre) para que ellos corrieran. Algunos decían que tenía una cadena de burdeles, otros que era jefe de la policía secreta, apresaba gente y la soltaba por grandes sumas como los secuestradores o los “perjudiciales”, pero la verdad es que don Pedro tenía muchos contactos políticos y era proveedor de barriles de Pemex, los barriles en los que ponen el petróleo, imagínate cuántos barriles al día necesitaba Pemex, de ahí viene la fortuna.

-Supongo que, en una escala de cero a diez, pondría los Rodríguez en el 10, ¿quién le sigue y con qué calificación?

-Sigue Moisés Solana con nueve. Era un gran piloto, lástima que nunca tuvo la idea de internacionalizarse porque no le pagaban como en el jali-alai, donde ganaba sumas importantes, y en los autos es invertir, más que ganar. Luego Héctor Rebaque con ocho, porque llegó a Fórmula Uno y tuvo cuartos lugares, pero iba y venía a Europa, sólo que a diferencia de Michael Andretti (que también iba y venía con McLaren), Rebaque sí tuvo buenos resultados en un equipo más modesto.

-¿No demerita la trayectoria de un gran piloto terminar muerto en la pista como los Rodríguez o Senna, a diferencia de otros como Prost y Fangio?

-No, porque no depende enteramente de ellos. Algunos dicen que los mejores son los que sobreviven, como Fangio, Jackie Stewart, Schumacher, y no Senna y Jim Clark, pero muchas cosas pueden fallar. A Pedro se le viene una masa que se vence en el auto y sale volando la llanta, Ricardo fue la suspensión trasera. Hay fallas mecánicas y es un elemento que marca la diferencia.

-¿No le causa cierta amargura el hecho de que tres de los grandes pilotos mexicanos (los Rodríguez y Solana) hayan muerto en accidentes antes de culminar sus carreras?

-Por supuesto que me causa amargura que los grandes mueran así, pero, en contraparte, prefiero verlo de otra forma: Ricardo siempre va a tener 20 años y Pedro 31, siempre los vas a ver jóvenes y en el pináculo. Es irónico que tanto Ricardo como Pedro mueren cuando no tenían que estar arriba del auto. Sí, porque Ferrari no vino al Gran Premio en 1962 y Ricardo, que había corrido todo el año con ellos, tenía que correr en casa, Pedro no iba a correr en Nürisring porque no tenía su auto listo, los organizadores le dijeron que corriera, le insistieron mucho y le consiguieron un Ferrari privado, estando él en Porsche. Pero el destino ya estaba escrito.

-¿Quién era mejor Pedro o Ricardo?

-Esa es la pregunta de los 64 mil pesos (risas)… Ricardo destacó más pronto porque a Pedro lo mandaron a la escuela militar, esa fue su ventaja, pero Pedro fue campeón antes de ciclismo. Eran distintos, se compensaban, ambos eran muy rápidos, Pedro tuvo más tiempo, más victorias, pero Ricardo llegó a F1 antes, todos dicen que Ricardo hubiera sido campeón de F1, y Pedro apenas estaba a su punto en 71, Ricardo hubiera tenido más logros, llamaba más la atención por su carácter alegre, llegaba y de inmediato hacía amigos. Pedro de entraba no se sentaba contigo en un restaurante si no te conocía, era más tímido, y hasta medio “codo”, si invitaba a cenar, al final pedía cuentas separadas.

-Pero si alguien te dijera que Ricardo era mejor, ¿se afanaría en rebatirlo?

-Sí, porque nunca he podido decidirlo, es difícil, no se puede decir si no corrieron juntos. Es como Jim Clark y Senna, nunca corrieron juntos, pero sí puedo decir que Senna era mejor que Piquet y que Prost.

-No parece que haya muchos temas para explotar en México, ahora que ya ganó a los Rodríguez, ¿qué otros temas valen la pena como para hacer un libro?

-Yo digo que los Solana, Moisés Solana amerita un libro para él solo; los Grandes Premios de México es otro, ya tengo la primera parte. Héctor Rebaque da para un libro, no tanto por sus logros, sino por la idea del Team Rebaque, porque lleva el patrocinio de Pemex al campeonato mundial, estaba en la cima al menos en patrocinador, y Adrián Fernández amerita una biografía bien hecha.

-En Brasil honran y recuerdan a Senna, pero en México le lloran a los Rodríguez…

-Porque nunca hubo una despedida real, el autódromo fue más por presión popular, pero no hubo una especie de duelo nacional como con Senna. Ricardo murió y tuvo un sepelio privado, fue el presidente porque era su amigo.

-Tampoco han tenido un sucesor…

-Claro, un clavo saca otro clavo. Ese otro problema, Rebaque se retira a los 26 años, porque no quiso seguir, y no ha habido otro Fórmula Uno que acapare la atención. Pepsi tenía a los Rodríguez como portaestandarte, ahora tiene a pateadores de balones y a Julieta Venegas. Antes todo mundo sabía de los Rodríguez, todos los querían, eran como hijos de México a quienes vieron creer. Como decía Nanán Solana: “de chavo yo no quería ser como mi hermano (Moisés), quería ser Ricardo Rodríguez”.

(Notimex)

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