Consumir chocolate oscuro auténtico de cacao reduce en gran medida los problemas cardíacos

Entre menos azúcar y más
negro el chocolate, mejor
para el corazón
Foto: Internet

 Washington.- 14 de noviembre del 2006. Investigadores estadounidenses han descubierto que el chocolate, consumido en pequeñas cantidades, tiene el mismo efecto positivo de la aspirina en la reducción de los problemas cardíacos.

En un informe presentado en la reunión anual de la Asociación de Cardiología de Estados Unidos, en Chicago, los científicos señalaron que el chocolate en pequeñas cantidades puede reducir el riesgo de un ataque cardíaco al disminuir la tendencia de las plaquetas a coagularse y obstruir los vasos capilares.

"Un poco de chocolate o una bebida de chocolate caliente como parte de la dieta regular, probablemente, sean muy buenos para la salud personal", señaló Diane Becker, profesora de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.

Pero la investigadora advierte de que el resultado de su trabajo no constituye una recomendación para consumir grandes cantidades de chocolate, el cual generalmente contiene azúcar, mantequilla y crema, ingredientes que contribuyen al aumento de peso.

Lo recomendable, añade, serían dos cucharadas de chocolate negro, que es su forma más pura, hecha del extracto de granos de cacao.

Becker señaló que la conclusión sobre las bondades cardiovasculares del chocolate fue extraída accidentalmente del estudio que estaba referido a los efectos de la aspirina, que además de ser un analgésico es un factor anticoagulante.

Al iniciar la investigación con más de 1,200 voluntarios, el grupo encabezado por Becker descalificó a 139 personas porque no habían acatado la orden de abstenerse de fumar o consumir ciertos alimentos, entre ellos el chocolate.

Y pese a su exclusión, los científicos decidieron analizar los efectos que pudiera tener el chocolate en el nivel de plaquetas.

Para su sorpresa, descubrieron que los amantes del chocolate tenían plaquetas que mostraban una menor tendencia a obstruir el torrente sanguíneo.

Además, confirmaron que ninguno tenía en ese momento problemas o antecedentes de enfermedades cardíacas, pese a que algunos tenían un historial médico vinculado a ese problema.

"Estos resultados demuestran que una práctica dietética moderada puede tener un enorme impacto en la sangre y potencialmente en la salud de personas con riesgo levemente elevado de sufrir la enfermedad", señaló Nauder Faraday, profesor auxiliar de la Universidad Johns Hopkins.

No obstante, el médico advirtió que es necesario hacer hincapié en que esa práctica no es lo único que puede ayudar en la lucha contra un problema cardíaco.

"Esa práctica debe equilibrarse con ejercicios y otras actividades dentro de un estilo de vida saludable que ayude al corazón", señaló.

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