Agua y desarrollo humano

POR LA ESPIRAL
   Claudia Luna Palencia

-Agua y desarrollo humano
-Emergencia silenciosa
-Pobres los más afectados

El Informe sobre Desarrollo Humano del 2006 invita a la reflexión y al establecimiento de medidas urgentes: “La crisis del agua y saneamiento requieren un Plan de Acción Mundial, es necesario que el Grupo de los Ocho lo promueva”.
De acuerdo con el análisis elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)  en muchos de los países en desarrollo, el agua sucia es una amenaza infinitamente mayor para la seguridad humana que los conflictos violentos.
Los autores registran anualmente una cifra de  un millón 800 mil muertes infantiles causadas por la diarrea que se podrían evitar con el acceso al agua limpia y un inodoro; 443 millones de días escolares se pierden a causa de enfermedades relacionadas con el agua; y casi un 50% de la población total de los países en desarrollo padece en un momento dado algún problema de salud debido a la falta de agua y saneamiento.
A este costo humano de la crisis del agua y el saneamiento se debe sumar un retraso en el crecimiento económico del África subsahariana, que sufre una pérdida anual de un 5% en su PIB, cifra muy superior a la correspondiente a las ayudas que  recibe la región.
Sin embargo, según el PNUD,  a diferencia de las guerras y los desastres naturales esta crisis mundial no insta a llevar a cabo una acción internacional coordinada. El informe indica que “al igual que el hambre, es una emergencia silenciosa que experimenta la población pobre y que toleran aquéllos que disponen de los recursos, la tecnología y el poder político necesarios para resolverla”.
En este sentido se  subraya la necesidad de que se produzca un cambio en esta situación, ya que falta menos de una década para que se cumpla la fecha del año 2015 establecida para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
 Para llegar a tiempo ante el Mileno, las recomendaciones del PNUD son las siguientes: 1) Los gobiernos deberían invertir el 1% del PIB en agua y saneamiento.  Los gobiernos tienen que fijarse el objetivo de invertir en agua, infraestructura y saneamiento y mejorar la igualdad;   el agua y el saneamiento sufren de una crónica financiación deficiente. El gasto público representa normalmente menos del 0.5% del PIB. Los gobiernos gastan más en armamento militar que  saneamiento del agua. 2)  Hacer del agua un derecho humano, no sólo de palabra. Todo el  mundo debería tener acceso a un mínimo de 20 litros de agua limpia al día, que deberían ser gratuitos para la población pobre. De acuerdo con los estudios realizados, para la elaboración del texto, mientras que un habitante de Estados Unidos o del Reino Unido gasta 50 litros diarios de agua tan sólo tirando de la cisterna, muchas personas en situación de pobreza sobreviven  con menos de cinco litros de agua contaminada al día. 3) Se recomienda que todos los gobiernos hagan más que conformarse con los principios constitucionales ambiguos para proteger, mediante el desarrollo reglamentario, el derecho humano a una fuente de agua segura, accesible y asequible. 4) Aumento de la asistencia internacional con una  inversión extra anual de entre 3 mil 400 millones y 4 mil millones de dólares. Esto es muy importante: la asistencia para el desarrollo ha descendido en términos reales durante la última década, pero el logro del objetivo de desarrollo del Milenio en agua y saneamiento requerirá una duplicación de los flujos de asistencia.
A COLACIÓN
El informe establece que el progreso en agua y saneamiento requiere la realización de grandes inversiones iniciales con plazos de reembolso más largos, por lo que es esencial desarrollar estrategias de financiación innovadoras, tales como las del Servicio Financiero Internacional.
 Según los autores, esta inversión sería rentable en términos económicos, pues se traduciría en un ahorro de tiempo, un aumento de la productividad y una reducción de los costos sanitarios, que descenderían a 8 dólares por cada dólar invertido en el logro de la meta de agua y saneamiento.
Un asunto de considerable atención se aborda también cuando el informe muestra que  el cierre de la brecha existente entre las tendencias actuales y la meta del objetivo de desarrollo del  Milenio en agua y saneamiento supondría la salvación de más de un millón de vidas infantiles durante la próxima década y reportaría unos beneficios económicos totales anuales de unos 38 mil  millones de dólares.
Según el PNUD, los beneficios producidos en el África subsahariana (unos 15 mil millones de dólares) representarían el 60% de los flujos de asistencia del año 2003.
Si se mantiene la tendencia actual, el mundo podrá alcanzar el objetivo de desarrollo del Milenio relativo al acceso al agua –debido en gran medida al fuerte progreso de China y la India–, pero sólo dos regiones –el Asia oriental y
América Latina– están en camino de lograr la meta de saneamiento. Además, este panorama global oculta problemas reales: según las tendencias actuales, el África subsahariana alcanzará la meta de agua en 2040 y la de saneamiento
en 2076.
 En el caso del saneamiento, el Asia meridional lleva 4 años de retraso y, en el caso del agua, los Estados Árabes llevan 27 años de retraso.
Si observamos las cifras por país, esto significa que la meta de agua no será alcanzada por 234 millones de personas, siendo 55 el número de países que se han retrasado; en tanto que, la meta de saneamiento no será alcanzada por 430 millones de personas, siendo 74 el número de países con un retraso significativo.
Para México las evaluaciones urgen a continuar trabajando en pro del agua potable a fin de evitar graves riesgos para su población y añadir más tensiones a las ya existentes.
El PNUD señala que el gobierno mexicano gasta seis veces más en el rubro militar dentro de su presupuesto anual que en dedicar tiempo, dinero y esfuerzo para dotar a la población de agua potable y contribuir con técnicas al saneamiento del agua.
En México suceden  cerca de 4 mil 800  muertes infantiles anuales  que representan 13 diarias,  particularmente de los estados de Oaxaca y Chiapas.
A nivel mundial fallecen cinco mil niños todos los días a causa de la  diarrea y enfermedades totalmente evitables.
En este sentido el PNUD indica que mil 100 millones de personas no tienen acceso al agua y otros 2 mil 600 millones carecen de servicios de saneamiento sin embargo, el problema no es la escasez, sino las malas políticas que distribuyen el líquido de manera desigual o que priorizan otros sectores. Peor aún, los apoyos para  la salud repuntan para atender los males que pudieran ser prevenidos.

 

 

 

 

 

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