Emotivo concierto para celebrar 40 años de trayectoria del grupo “Los Folkloristas”

La agrupación ha llegado a contar
 hasta con 25 elementos
Foto: Internet

Ciudad de México.- 13 de Noviembre del 2006.- Emotivo de por sí, el festejo del grupo mexicano Los Folkloristas por 40 años de rescatar y difunfir la música que se produce en los pueblos de México y América Latina, lo fue aún más por la presencia sobre el escenario de algunos ex-integrantes de la agrupación, ahora conformada por siete maestros de los instrumentos.

En una casi llena sala de conciertos Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (CCU), los músicos se reunieron la víspera con cientos de seguidores para festejar cuatro décadas de recuperar las expresiones musicales populares y llevarlas a los más diversos escenarios de México y el mundo.

La agrupación cumplió una vez más con la calidad interpretativa que caracteriza a sus escasos conciertos -lo cual ocurre por la poca disposición de espacios para la música popular- en 16 temas escogidos para esta ocasión tan especial, porque no cualquiera tiene el orgullo de congregar esa trayectoria, lo que llenó de emotividad a quienes acudieron a festejar junto con el grupo.

Al finalizar el programa las emociones apenas empezaban, porque ante la exigencia del público por una pieza más, Olga Alanís, Gabriela Rodríguez, Adrián Nieto, Omar Valdez, Enrique Hernández, Efrén Vargas y José Avila, líder del ensamble nacido en 1966 salieron en dos ocasiones para responder a la demanda hecha con aplausos.

Fue entonces cuando las emociones alcanzaron la cima, pues para el primero de los dos regalos Avila indicó que requerirían de apoyo, ése que sólo podría ser ofrecido por casi una decena de ex compañeros como El Negro Ojeda, con quienes interpretaron "La Paloma", canción emblemática de Los Folkloristas.

Emotivo fue el recital de los intérpretes de más de 100 instrumentos tradicionales, quienes además de sus vestidos tradicionales, pantalones negros y ponchos, así como faldas y blusas elaborados por las diestras manos de creadoras latinoamericanas, fueron arropados por el aplauso y los gritos del público.

Sobre el escenario de Ciudad Universitaria sonaron lo mismo cuecas chilenas que zambas argentinas, merengues al peculiar estilo venezolano o el conocido dominicano; tonadas bolivianas, cumbias y sones huasteco o jarocho, pirecuas, música huave, carambas y danzas de concheros de México.

Entre los temas destacaron las composiciones del grupo: "Tierra Mesitza" y "Raíz Viva", además del estreno de "Son de la Muerte", de Adrián Nieto.

Orgullosos de la independencia que a lo largo de 40 años han mantenido, y que lo mismo significa un "no" a los usos comerciales, que un trabajo sin interrupciones de rescate y difusión de las raíces populares, los músicos iniciaron la presentación-homenaje con la pieza alegre "Carnaval Betaceño", de Bolivia.

Al que le siguieron "El Fandanguito", son huasteco mexicano; "Juana", merengue venezolano; "El musiquero", zamba argentina; "Tierra Mestiza", de Gerardo Tamez; "Flor de Tirinkini", pirecua michoacana; "Mi Cascabel", cumbia colombiana; "Raíz Viva", de José Avila; así como "La Pollera y La Chiquilla", par de cuecas chilenas unidas en una misma melodía.

Enseguida se escucharon "Son de la Muerte", de Adrián Nieto; "Negritos", música huave de Oaxaca; "Vientos del Alma", de los argentinos Fernando Barrientos y Osvaldo Montes; "Juanita Morey", merengue dominicano; "Malaya la Cocina", caramba del norte de México, "Agua que cae del Cielo", son jarocho; y "El Venado y La Paloma", danzas de concheros.

Para su ejecución, los diestros músicos utilizaron guitarras, flautas, zampoñas, bombos, charangos, cascabeles, violín, cuatro venezolano, contrabajo, arpa, mandolina, guitarrón, gaita colombiana, quijada de burro, tumba dominicana, tambor de concha de tortuga percutido por astas de venado, marimba o marimbol y cajón de madera,

Ademas de instrumentos prehispánicos de México como el tambor de agua, huéhetl, ocarinas, fauta triple, teponaxtle, huesos de fraile, caparazón de tortuga percutido con cuernos de venado y flauta de carrizo, que Avila utilizó para componer su "Raíz Viva".

Los siete integrantes de Los Folkloristas dieron cátedra de música, recogían y dejaban instrumentos sobre las mesas dispuestas para ellos o intercambiaban algunos, así como hicieron gala de su voz al cantar que al hablar-explicar en cada pieza ejecutada.

La emoción viajó de principio a fin, sin que faltaran las palabras de agradecimiento de los integrantes por estos 40 años de apoyo de parte de su público, aquel que le ha sido fiel como ese otro que en cada generación se renueva. También agradecieron el apoyo que la Universidad Nacional Autónoma de México siempre les ha dado, y que en esta ocasión no fue menos.

Finalmente, recordaron a los 46 músicos que han desfilado por la agrupación, que en alguna ocasión llegó reunir hasta con 25 sobre el escenario, en particular a René Villanueva, su motor por muchos años hasta que la muerte lo alcanzó. (Notimex)

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