“Agua de Luna”, la danza como alegoría de la vida
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Las coreografías están llenas
de imágenes poéticas
Foto: Gregorio Martínez M./Azteca 21
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 9 de noviembre de 2006. Con ritmo pausado y música sugestiva, las cuatro coreografías que integran el espectáculo “Agua de Luna” están llenas de imágenes poéticas y, por ende, despiertan en el espectador una serie de evocaciones y sensaciones que lo mantienen cautivado, como si cada una representara una parte de un discurso más amplio, completo, que a través de la imagen y la fragmentación buscara integrarse en un último significado: la danza como metáfora del mundo, del amor, de la muerte y de la vida; la danza como búsqueda y expresión de lo trascendental.
Como si fueran cuadros, por su planteamiento y desarrollo, por el manejo de la iluminación y el espacio, por el énfasis en el sentimiento y expresividad del movimiento –más sugerido que enérgico, más esbozado que trazado, más interno que externo, más escénico que dancístico–, las coreografías discurren buscando trascender el ámbito individual para llegar al público, al mundo, para adquirir sentido en el plano social. La danza estructurada en metáforas que se convierten en alegorías de la muerte, de la vida, de la sensualidad, de la vitalidad, del dolor y de la alegría. Trascendencia es el sino buscado por estas imágenes en movimiento.
El grupo Andanzas 30-30, dirigido por Sonia Pabello, presentó el lunes 30 y martes 31 de octubre “Agua de Luna” en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque, espectáculo dancístico integrado por las coreografías “Árbol de muchos pájaros”, “Amada” y la homónima del título, en las que el movimiento del cuerpo busca revelar las verdades –los mitos– más entrañables al Hombre. En este sentido, se aproxima a lo que Octavio Paz escribió en un libro trascendental y revelador, “El arco y la lira”: “La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono”. Y el espectador atento aprecia y disfruta el despliegue parsimonioso y poético de su danza.
Los integrantes de Andanzas 30-30 son José Antonio Fernández, Dorelia Juárez, Liliana Castillo, Lyssette Chávez, Malineli Guerrero Martínez, Sonia Pabello y Yuritzqui Sandoval. En noviembre se presentarán en el Teatro Independencia el 11 y 12, y en el Teatro Félix Azuela el 18 y 19, a las 12 horas, con “En el mar, la vida es más chistosa”, un programa dedicado a los niños; en ambos casos la entrada es libre. Volverán al Teatro de la Danza con “Agua de Luna” el 23 y 24, a las 20 horas, el 25 y 26, a las 19 y 18 horas, respectivamente, donde también montarán su espectáculo infantil estos dos últimos días a las 12 horas.
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