Revela iconografía importancia del murcielago en las culturas de Mesoamérica

 El murciélago era considerado
 por las culturas de
Mesoamérica como una
entidad sobrenatural 
Foto: Internet

Ciudad de México.- 19 de Octubre de 2006.- Las culturas de Mesoamérica y en especial la maya pudieron haber considerado al murciélago como una entidad sobrenatural, una especie de alter ego zoomorfo de alguna deidad, consideró el historiador Romerto Romero Sandoval.

Al participar en el Seminario Permanente de Iconografía que organizó la Dirección de Etnología y Antropología Social (DEAS) del Instituto Nacional de Antropología e historia (INAH), recordó que sí bien no existen elementos suficientes para denominarlo "dios", hay pruebas de que sí tenía una representatividad importante.

Estudios arqueológicos e iconográficos, dijo, han demostrado que el quiróptero sirvió de emblema para varias ciudades; su imagen es evidente desde el Clásico Temprano, en varias urnas de Oaxaca,  hasta el Posclásico en el Altiplano Central, en una escultura de barro
descubierta en el poblado de Amecameca que actualmente se exhibe en el Museo del Templo Mayor.

Copán, Honduras; Zinacantán, Chiapas; y Zinacantepec, Estado de México, son otras de las urbes que tuvieron una relación directa con el icono del murciélago.

En el caso del primero, recordó, el glifo que los identifica es la cabeza del animal y si bien los epigrafistas no lo han logrado leer, "podemos  interpretar que los señores de Copán tenían como animal protector al murciélago", consideró.

Otra prueba fehaciente de es el Altar Q, donde aparecen los 16 sucesores de la dinastía de Copán, y llevan como pectoral el rostro de un murciélago; similar a uno encontrado en una tumba de Monte Albán.

Según las crónicas del siglo XVI, otra ciudad cuyo emblema fue el murciélago es Zinacantán "Lugar de murciélagos", que se localiza en la región de los Altos de Chiapas, que fue un importante productor y comercializador de plumas de quetzal, pieles de jaguar y piezas de ámbar, eran tan codiciados sus productos que incluso se enviaban hasta la urbe de Tenochtitlan.

También está la Lámina 18 del Códice Florentino, en la que se ven dos mercaderes nahuas intercambiando plumas de quetzal con un zinanteco, y el glifo que lo identifica es precisamente la figura del murciélago.

El investigador adscrito al Centro de Estudios Mayas de la UNAM,  destacó que en el área maya el quiróptero está presente en vasijas, dinteles y esculturas, así como en códices y diversos textos coloniales de tradición indígena.

En el Popol Vuh, dijo, se mencionan los "Lugares de tormento", entre los que se incluye la "Casa de los murciélagos". Es decir que uno de los niveles del inframundo era su mansión y la prueba para los gemelos míticos Hunahpú e Ixbalanqué, consistía en no ser mordidos
por los amos de ese lugar.

Sin embargo, no se han encontrado piezas plásticas mayas que aludan a esta tradición, lo más cercano es una imagen representada  en el Códice Vaticano B.

La escena del murciélago decapitador figura en algunos códices mixtecos como lo son los del grupo Borgia: el Féjérvary-Mayer, en el que se aprecia que el animal también puede llevar a cabo un sacrificio por extracción de corazón.

"Por el contrario, en el Códice Borgia encontramos, además de un murciélago decapitador, la presencia del dios de la muerte, lo que nos permite ver la estrecha relación entre ambos seres", comentó.

A partir de estos datos, sostuvo, "podemos inferir que la especie de murciélagos a la que los mayas aluden es la que en zoología conocemos como vampiros, ya que éstos se alimentan de sangre".

Un ejemplo de su representación es el plato policromo con cuatro
murciélagos en su interior, encontrado recientemente en Balamkú,
Campeche, y que señalan los rumbos del inframundo.

Varias imágenes donde el quiróptero aparece mostrando el falo, lo señalan como símbolo de potencia generadora y principio activo, ejemplo de ello es una vasija estilo códice del periodo Clásico Tardío (550-900 d.C.), proveniente de la región de Chamá.

Conforme la tradición nahua, el nacimiento del murciélago se debió al sacrificio de Quetzalcóatl, "tanto los hombres como este animal nacen de la unión del cielo y de la tierra, a través de los dos líquido sagrados de un dios: la sangre y el semen".

Así, el murciélago es, a su vez, el "dueño" de la menstruación, de la capacidad femenina de procrear, pues él la provocó (al morder la vulva de la diosa Xochiquetzal) y luego la administra permitiendo que ella venga o se vaya.

Fuera del área maya también está Zinacantepec, en el Occidente de la ciudad de Toluca.

El nombre de esta ciudad es de origen prehispánico y colonial. Tzinacantépetl viene de la palabra náhuatl tzinacan que significa murciélago, y tépetl, cerro. De acuerdo con ello, quiere decir: `En el cerro o junto al cerro de los murciélagos", explicó Romero. (Notimex)

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