Lorena Ochoa se convierte en un dolor de cabeza para Annika Sorenstam

 Annika Sorenstam se
debe preocupar bastante
 por Lorena Ochoa
Foto: Internet

Palm, Desert, Californoa, 17 de Octubre de 2006.- Llegó la hora de que Annika Sorenstam se olvide de los récords de Kathy Whitworth y empiece a mirar por encima de su hombro a la mexicana Lorena Ochoa.

A un paso arrolador, la sueca de 36 años se acercó rápidamente al récord de Whitworth, de 88 triunfos en el tour femenino de la LPGA.

Sorenstam tenía promedio de casi nueve triunfos por año desde el 2001. Pero poco a poco aflojó el pie del acelerador.

Con dos torneos pendientes en el 2006, Sorenstam tiene apenas tres victorias esta temporada, la menor cantidad desde que ganó dos veces en 1999. Ochoa tiene mucho que ver con eso.

Ochoa ganó el Campeonato Mundial el pasado fin de semana, su quinto trofeo del año. La mexicana le arrebató a Sorenstam el 70mo triunfo de su carrera, y evitó que la sueca implantara una marca con seis años consecutivos como líder de victorias en la gira.

Un torneo no significa mucho. Pero la forma en que Ochoa ganó envió un claro mensaje.

La tapatía comenzó la última ronda a tres golpes de Sorenstam, y borró la diferencia en tres hoyos con dos birdies y un putt de eagle de casi 14 metros.

La clave fue el décimo hoyo, en el que Ochoa hizo biride con un putt desde el otro lado del green que hubiese pasado de largo de no ser porque se estrelló con la banderilla.

Ochoa nunca dudó del resultado. Cuando se le preguntó después de la tercera ronda si podía vencer a Sorenstam, contestó: “Sí”. Hubo una pausa, y una leve sonrisa asomó en su rostro.

“¿Quiéres más?”, agregó, satisfecha con su respuesta. Luego agregó una respuesta más amplia, en la que abundó sobre la confianza que tiene en sus habilidades y el respeto por su rival.

Ochoa jugó contra Sorenstam en otras dos ocasiones en el último grupo.

El año pasado desperdició una ventaja de cuatro disparos en los tres últimos hoyos y perdió ante Sorenstam en Phoenix, y hace unos meses Sorenstam le ganó en Suecia en el último hoyo.

La joven mexicana ha tenido su cuota de problemas. Además del desplome en Phoenix, tuvo una oportunidad para ganar el Abierto de Estados Unidos el año pasado hasta que hizo un cuadrúple bogey en el hoyo 18.

Tal vez lo mejor está por venir para Ochoa, a quien sólo le falta ganar uno de los torneos de Grand Slam para embellecer sus credenciales.

“Cuando uno comete errores en su primer o segundo año, uno los puede olvidar y entonces viene lo bueno”, comentó.

(Agencias)

Leave a Reply