Urgente protección social

Por la espiral
Claudia Luna Palencia
 
-Urgente protección social
-Consar y ahorro voluntario
-Herencias a medias de Fox

Todos los días millones de personas están desprovistas de seguridad social, cobertura por sanidad, acceso a esquemas de vivienda y de retiro. Se trata de una “bomba de tiempo social” que pasa de sexenio en sexenio a una mayor expansión, complejidad, tensión y problemática.
 El nuevo gobierno encabezado por Felipe Calderón, presidente electo, además de las fugas de recursos que recibirá por parte de la administración del presidente Vicente Fox (más la acumulación de orificios de sexenios pasados) en Pidiregas, deuda interna y costo del rescate bancario principalmente, también tendrá como herencia el problema de la pirámide demográfica y la ausencia de cobertura social.
 Después del 2020 el desafío será más agudo por la propia tendencia poblacional, por tanto, todavía se puede atender en estos años venideros el brazo de responsabilidad de las políticas públicas, la aplicación mancomunada de programas compartidos con recursos del erario y del bolsillo de la persona, el despliegue de difusión de programas para concientizar a las personas trabajadoras por cuenta propia acerca de la necesidad de acudir, de manera voluntaria, al ahorro para el retiro, a pagar por un seguro para salud; y buscar canales accesibles para obtener una vivienda.
Por el lado del sector público aunque se han tardado en dar respuesta empiezan a surgir algunas opciones importantes: 1) Primero fue el cambio del Patronato del Ahorro Nacional al Bansefi con esquemas voluntarios sin comprobante de ingresos para ayudar a que las personas en el autoempleo, el ambulantaje o la economía informal, a reunir el enganche de una casa; paralelamente ofrecen un bono para juntar dinero para que, llegada la edad de los sesenta años, las personas puedan tener una pensión. 2) Después surgió el seguro popular dirigido a cubrir los gastos de salud de las personas y sus familias dentro del sector de salud público. El costo es mucho más accesible que en comparación a los pagos mensuales que demanda un seguro de salud privado, pero quizá el punto cuestionable deriva de la atención que brindan los hospitales públicos, IMSS, ISSSTE y SSA. Para que el seguro popular funcione cabalmente y sea un verdadero instrumento de cobertura de salud, debe ante todo apoyarse en un sistema hospitalario bien equipado, capacitado y moderno. Es el gran pendiente y reto ahora para Calderón.
A estas acciones perfectibles añadimos al Instituto de Protección Social, anunciado con bombos y platillos por la administración foxista, pero igualmente socavado que el seguro popular porque nunca supieron como apuntalarlo.
El Instituto de Protección Social es una buena idea que debe cristalizarse, esperamos con buena fe que el próximo gobierno lo desarrolle, no lo deje solo, y que elija a la mejor persona para catapultarlo.
Como sabemos el Instituto de Protección Social descansa en tres pilares: 1) El seguro popular (atención de la salud). 2) El sistema de ahorro para jubilaciones y pensiones para toda la población en el autoempleo, el ambulantaje o la economía informal. 3) El Programa de Vivienda para la población abierta.
La población descubierta en México se calcula en 50 millones de personas así es que tenemos una serie de acciones que bien aplicadas pueden resultar contundentes para prevenir un futuro no deseado después del 2020.
A COLACIÓN
 Además del brazo público, la parte privada trabaja igualmente en nuevos esquemas para que las personas en el autoempleo puedan comenzar a ahorrar para su retiro. Es un enorme esfuerzo de suma de voluntades dado que nadie puede obligar a una persona en el autoempleo a que aporte de manera voluntaria para su retiro.  En parte implica darle credibilidad y brindarle confianza a la gente.
 Esta semana recibimos la noticia de que la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) puso en marcha nuevas medidas para estimular el ahorro voluntario por medio de 1) La modificación del  régimen de inversión de las Afores para otorgar mayor flexibilidad y oportunidades al ahorro voluntario. 2) Ofrecer al  trabajador, por primera vez, alternativas para la inversión de los recursos del SAR 92. 3) El límite de inversión en renta variable para las Siefores de aportaciones voluntarias se amplía hasta el 30 por ciento.
La experiencia internacional muestra que entre los factores de impulso para que los trabajadores ahorren voluntariamente destacan los esquemas que otorgan flexibilidad en el retiro, incentivos fiscales, incentivos no fiscales, acceso a información para los ahorradores y, acceso a alternativas de inversión rentables.
Ahora la  CONSAR da a conocer reformas al régimen de inversión de las Siefores, mediante la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la Circular CONSAR 15-18, que pretenden contribuir a ampliar el potencial de inversión de las aportaciones voluntarias de los trabajadores.
 De esta forma el régimen de inversión de las Siefores adicionales se flexibiliza en dos sentidos: 1) Un esquema más simple, con reglas más claras de inversión, establece una nueva clasificación de Siefores de aportaciones voluntarias diseñadas para este tipo de aportaciones en función de su horizonte de inversión (de corto o de largo plazo). Con ello las Afores podrán planear de forma más eficiente las políticas de inversión de los recursos de los trabajadores, además de que podrán ofrecer nuevas y más amplias alternativas de inversión. 2)  Con el afán de mejorar la competitividad de las Siefores de aportaciones voluntarias y otorgar mayores rendimientos, se amplía el límite de inversión en el que pueden invertir en renta variable a 30% (del 15% actual). La ampliación de dicho componente pretende ofrecer a las Afores condiciones competitivas similares a las de otros productos que también invierten ese tipo de ahorro.
 La meta de la CONSAR es la de poner al alcance de muchos trabajadores opciones de inversión para su ahorro adicional que en la actualidad no tienen.  Entendemos muy bien el punto, pero por otro lado, la propia comisión olvida el pendiente de darle flexibilidad y agilidad al retiro de los recursos, a la utilización parcial de los mismos (matrimonio o seguro de desempleo), por no olvidar los miles de millones de pesos acumulados en las Afores de millones de personas que ahora se encuentran fuera del esquema formal laboral y que tienen años sin realizar  aportaciones y que no pueden usar su dinero.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

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