India, atracción mundial

POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia

India, atracción mundial
China líder en el comercio
Socios una estrategia

En la década de los ochenta fueron los tigres asiáticos las economías que ocuparon buena parte de la atención mundial por el despegue en las inversiones, crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), aceleración de las manufacturas y fungir de alicientes para el comercio mundial.
 Los investigadores hablaron entonces del “milagro asiático” para referirse a los nuevos países industrializados o  NIC´S por sus siglas en inglés.
El surgimiento del polo asiático tuvo sus consecuencias en otros países catalogados de emergentes, tales como América Latina, por la competencia para atraer inversión extranjera,  el avance en la desregulación y las políticas fiscales.
 Diez años después con la transformación del muro del Este, la caída ideológica y política del régimen socialista, el mundo gira a merced de la globalización que, sin barreras aparentes, parece de pronto acortar las distancias y lo que antes suponía para los inversionistas extranjeros una desventaja geográfica hoy ni siquiera es un punto importante para las multinacionales dispuestas a conquistar cualquier bastión.
 Ante esta percepción, países como China o la India, han adquirido un creciente atractivo avalado por el desempeño macroeconómico, crecimientos sorprendentes encima del promedio mundial, mucho mejor que toda la Unión Europea o el conjunto de América Latina.
 A China le hemos dedicado varias columnas hablando del gigante asiático, analizando los argumentos de los analistas en el sentido de que México no debe temerle al embate chino a pesar de que sigue desplazando a los productos mexicanos no sólo en México sino al interior de la economía estadounidense, la principal compradora de la producción mexicana.
 Las recomendaciones hablan de no temer, de competir, de buscar alianzas, unas que por cierto no existen y sobre de las que deberíamos estar trabajando a toda velocidad para que, con base en un papel de socio o aliado, China y México converjan hacia  puntos de armonía de tal forma que los productos chinos dejen de quebrar a la industria mexicana en juguetería, textiles, zapatos tenis, música y video y otras áreas.
 Recientemente China anunció su intención de comenzar a competir con  cerveza china.
 Así es que mientras el dragón rojo despertó, el otro polo significativo que es la India emerge dispuesta a competir en distintos campos, lo mismo en  manufacturas, maquiladora, comercio exterior,  turismo  y  salud.
 China y la India  maximizan las ventajas comparativas y competitivas,  son dos de los países más poblados de la tierra dispuestos a voltear de cabeza al mundo con sus costos de producción utilizando la estrategia de dar empleo a millones de sus habitantes contratados a salarios-hora ínfimos, con volúmenes de producción a escala, tanto por  la tecnología, como por el exceso de mano de obra disponible.
 Ambos países llevan una carrera bajo un ritmo imposible de alcanzar,  preocupa en el mediano plazo por sus efectos negativos en la aldea global de seguir produciendo a un ritmo acelerado, desplazar productos de otros países y continuar deprimiendo los costos de producción, en especial el de la mano de obra. La encrucijada más fuerte es para las economías ubicadas dentro del grupo de los quince que contribuyen al motor del comercio mundial. México figura en la lista.
A COLACIÓN
 La economía hindú llama la atención mundial por las buenas expectativas para hacer negocios, atraer inversiones y detonar áreas con potencial.
 El turismo de salud es uno de esos sectores que van a más. En los últimos años la India se pule como centro de salud para un importante sector de estadounidenses, unos veteranos de guerra, una gran mayoría pensionados, personas de la tercera edad, que requieren sobre todo prótesis, rehabilitación y cirugías que pagadas al interior de Estados Unidos implican un gasto millonario, pero que en la India encuentran una solución por cantidades más razonables.
 El que los ciudadanos estadounidenses demanden paquetes a la India dentro del turismo de salud (incluye los gastos médicos, la hospitalización, la rehabilitación, el avión y los impuestos) revelan todas las oportunidades que México ha dejado escapar para explotar al máximo su ubicación geográfica de vecino de Estados Unidos y su relación comercial, de socio dentro del TLCAN.
 Los mexicanos van a Houston a curarse, y los estadounidenses prefieren volar 18 horas a la India para atenderse en cuestión de salud y rehabilitación, incluso quedan tan satisfechos que los testimonios de los pacientes americanos forman parte de documentales transmitidos en canales de televisión especializados en salud.
 Todo ese potencial que la India explora en el turismo de salud redunda en beneficios internos porque existe una demanda laboral, las especialidades médicas son más específicas anticipándose a un mundo donde la tercera edad tendrá un mayor predominio y con ello una cadena de malestares de prioritaria atención.
 Hay un programa interno en la India para modernizar la red hospitalaria, fomentar el gasto gubernamental en investigación, ciencia y tecnología, y al igual que en China hacer universal y obligatorio el idioma inglés en los primeros años de educación.
 China  y la India se preparan para consolidarse en el comercio mundial, en las inversiones, en figurar como imanes imprescindibles para el capital, y lo hacen con visión.
GALIMATÍAS
 La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señala que estos dos países han ingresado rápidamente al grupo de las mayores economías del mundo. Sumados ambos contribuyen anualmente desde 2001 con más del 30% del crecimiento del producto mundial.
China pasó a ocupar en 2005 el cuarto lugar de importancia, después de Estados Unidos, Japón y Alemania, India ostenta el  octavo puesto.
En el año de referencia la economía china creció casi un 10%, tasa que aumentó a 10.9% en el primer semestre del 2006, gracias al dinamismo de la inversión interna y las exportaciones. Por su parte, la India exhibió un crecimiento de 8.4% en el año fiscal que terminó el 31 de marzo del 2006. En tanto, las exportaciones de mercancías de ambos países combinadas representaron el 8.2% del total mundial en 2005.
Estas dos turbinas del comercio global seguirán girando con mayor fuerza y ampliando horizontes de  competencia. Es fundamental crear alianzas para estimular el intercambio y favorecer el aprendizaje de nuevas técnicas y políticas de fomento. México debe acercarse como socio tanto a China como a la India.
 

Redacción Azteca 21

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