Globalización, leviatán

Por la espiral
Claudia Luna Palencia

-Globalización, leviatán
-Análisis pertinentes
-Entre los costos y beneficios

El fenómeno de la globalización continúa convocando foros de análisis, debate de controversias y desarrollo de hipótesis en tesinas y tesis académicas. Es un tema polifacético, para los apologistas es defendible por sus bondades; para los globalifóbicos es condenable por sus males, por  ser la extensión más voraz del capitalismo.
 La globalización tiene distintas acepciones que diversos autores amplían a cabalidad de sus propios criterios muchas veces ligados a: un proceso de  internacionalización del capital; intercomunicación mundial; sinergia económica; libertad de acción empresarial, económica y financiera; innovación tecnológica; tecnología y economía sin barreras; el surgimiento de nuevos procesos productivos, distributivos y de consumo; algunos unen de manera simbiótica la libertad económica con la libertad política, es el famoso  binomio de Washington de libre mercado y democracia.
 No obstante, la Real Academia de la Lengua Española define globalización como: "La tendencia de los mercados y las empresas a extenderse alcanzando una dimensión mundial que sobrepasa las fronteras nacionales".
Por su parte, Wikipedia, la enciclopedia libre de Internet, define globalización como: "El proceso por el que la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. Los modos de producción y de movimientos de capital se configuran a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado la sociedad en red."
Por ende, sea el capital sin fronteras, el poder de las multinacionales o el mundo sin barreras ante la tecnología y la penetración del  Internet, la globalización proclama el poder del individuo sobre el de la colectividad, por esa razón peligran los sindicatos y las asociaciones de agremiados.
Además hay un desasosiego por las promesas de bienestar no cumplidas en general por la globalización, porque ante la competencia individual, sin sindicatos de por medio, es la fuerza del trabajo la que mayores costos paga y pagará al seguir perdiendo sus conquistas sociales.
La parte más endeble ante la globalización es el trabajador y seguirá siéndolo  en este desequilibrio mundial, de manera más acuciosa para  el joven trabajador.
En contraparte, las multinacionales y la ola de translatinas adquirirán mayor penetración geográfica sin trabas continentales, posesionándose de los mercados, segmentos y nichos de consumidores. El poder económico transnacional igualmente ejerce una influencia en los mercados locales, en decisiones políticas, financieras, sociales, culturales, ambientales, cambios de usos y costumbres, la proliferación de una nueva filosofía del consumo-bienestar-felicidad como bandera del progreso.
A COLACIÓN
 ¿Es la globalización un moderno leviatán, es el demonio apocalíptico del actual modo de producción displicente para más de la mitad de la población mundial que no le encuentra oficio ni beneficio?
 No hay modo de producción perenne ni infalible a las demandas sociales, y el capitalismo en su fase globalizadora proporciona una respuesta eficaz para el poder de la oligarquía capitalista, de las multinacionales, para impedir que surjan  pensamientos sociales-ideológicos y políticos que restituyan el poder centralista del Estado, empero, la globalización no satisface  la demanda histórica de bienestar de la población mundial, y es más peligrosa por cuanto deprime el costo salarial de la mano de obra, calificada y no calificada, e incluso de las profesiones. La competencia por costos es otra premisa dolorosa de la globalización.
 La propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que el  crecimiento económico mundial no alivia la generación de empleos de calidad necesarios para avanzar hacia la reducción de la pobreza.
 De acuerdo con la OIT, esta  tendencia mundial se manifiesta en forma diversa al considerar indicadores como la creación de empleos, la productividad, la mejora salarial y la reducción de la pobreza en las diferentes regiones del mundo.
En la actualidad, y desde una perspectiva mundial, la mitad de los trabajadores no obtienen suficientes ingresos para superar, ellos y sus familias, el umbral de la pobreza, que se cifra en dos dólares diarios.
La OIT señala que la globalización aún no ha creado suficientes oportunidades de empleo decente y sostenible en el mundo.
El organismo analiza que si bien en algunas zonas de Asia la expansión económica está promoviendo un crecimiento sólido del empleo y mejoría de las condiciones de vida, en otras zonas, como África y en algunas partes de América Latina, se observa un número creciente de personas que trabajan en condiciones menos favorables, en particular en el sector agrícola.
Para millones de trabajadores, los nuevos empleos apenas proporcionan ingresos que permitan superar el umbral de pobreza, o bien se encuentran muy por debajo de lo que cabría calificar de trabajo satisfactorio y productivo.
 En la última década el número total de trabajadores que viven con menos de dos dólares al día no ha descendido y sigue siendo de mil 380 millones de trabajadores.
Para el caso de México, la situación se ha deteriorado en lo que respecta a la productividad, los costos laborales unitarios siguen siendo muy inferiores a los de Estados Unidos, el principal socio, debido a que también se ha registrado un descenso de los niveles de compensación laboral.  GALIMATÍAS
Recientemente en la España unificada se llevo a cabo un estudio acerca de la percepción de los españoles hacia la globalización.
ACNielsen empresa de investigación de mercados difundió que para el 47% de los consumidores españoles la globalización constituye una amenaza para la cultura y tradición local.
Un 54%  de los encuestados teme que debido a este fenómeno la economía nacional se convierta en "más vulnerable" por acontecimientos o tendencias que ocurren en el resto del mundo.
A pesar de estas consideraciones,  el 48% de los consumidores entrevistados opina  que la globalización aumenta las posibilidades y oportunidades de trabajo, frente al 15% que no lo considera así.
Esto es en España, para el caso de México, me gustaría saber su opinión amigo lector acerca de la globalización, ¿y a usted cómo lo trata?
Agradezco sus comentarios a: claulunpalencia@yahoo.com

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