Cazador cazado

Cazador cazado

Isaac Bigio
 
Hay muchos quienes no saben quien gobierna Australia (aunque John Howard lleva gobernándola 4 mandatos y 10 años consecutivos). Sin embargo, si hay algún australiano al que podían distinguir, es al intrépido aventurero de short y camisa caqui y de sonrisa infantil que se hizo famoso por acercarse peligrosamente a cocodrilos mientras nos contaba sobre ellos.

El ‘cazador de cocodrilos’ no capturaba animales para matarles sino para mostrarles mejor en multimillionarios documentales. Tras ‘jugar’ con ellos un rato, luego les liberaba buscando demostrar al público que se debía proteger a esas especies y liberarlas de cualquier posible extinción.

Irwin era infalible con reptiles en tierras y orillas. Sin embargo, en su sed de poder manosear a cuanto animal existiese incursionó en otro medio (el mar) y con otras especies (como peces). El 4 de Septiembre se sumergió en el arrecife australiano (tan conocido en el film de Nemo). Allí se acercó a una de las bestias marinas más inofensivas (una que en toda la historia australiana solo había causado la muerte de dos personas antes que él), la misma que en dicha película de Disney era la protectora de Nemo y sus amigos.  Sin embargo, Irwin provocó a la raya quien acabó estocándolo en el corazón.

¿Venganza animal?

Un titular del diario inglés The Guardian dijo que así los animales se vengaron de él. Irwin había sido denunciado por estresar a pinguinos y ballenas en un reciente documental en la Antártida. Sin embargo, para el primer ministro John Howard él fue el prototipo del gran australiano. Irwin le apoyó y asistió a una cena con Bush en el 2003.

En una época en el que hacer documentales de historia natural es un negocio lucrativo, Irwin desarrolló su propia técnica. Mientras los presentadores británicos y norteamericanas se valen de buena fotografía y gráficos animados, Irwin no solo se acercaba a los animales sino que entraba a pelear con ellos. El combinaba ciencia popular con mucho show, al decir de su competidor Bellamy.

En el 2004 él fue muy criticado cuando se atrevió a usar una mano para dar de comer a un hambriento cocodrilo mientras en la otra tenía a su bebe de un mes de nacido. Si para unos eso era una barbaridad como las de Michael Jackson, para él eso era una muestra de dominio sobre la fiera.

Howard es llorado en Australia casi como en Inglaterra se lloró a la princesa Diana. Mientras muchas corporaciones hacen dinero deteriorando el medio ambiente, él demostró como se podían hacer millones con sus 200 documentales conservacionistas.

Irwin siempre dijo que daría su vida para salvar la de un koala o un cocodilo, aunque apoyó a su gobierno australiano quien sigue haciendo la guerra en Iraq.

Redacción Azteca 21

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