Un evento para disfrutar de
la buena música ranchera
Foto: Cortesía Sitio Oficial
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Guadalajara, Jalisco, 4 de Septiembre de 2006.- Instrumentos musicales de viento y cuerdas, trajes multicolores y algarabía mexicana enmarcaron el inicio del Encuentro Internacional del Mariachi en Guadalajara.
Una noche de gala con la voz del tenor Fernando de la Mora acompañado por la Orquesta Filarmónica de Jalisco y el Mariachi de Nati Cano enmarcaron la inauguración del evento en el Teatro Degollado, con la presencia de unos mil asistentes.
Unos 28 contingentes con más de 600 integrantes de mariachis, 400 miembros de ballets folclóricos y guapas edecanes desfilaron la tarde del sábado por las calles de Guadalajara, capital del estado de Jalisco.
Mariachis de renombre y otros unos menos conocidos desfilaron durante más de 45 minutos ante los aplausos de una nutrida cantidad de espectadores. En poco más de 20 carros alegóricos también entonaron sones y canciones mariachis de naciones como Canadá, Estados Unidos, Cuba, Colombia, Ecuador, Chile, Costa Rica, Venezuela y Perú.
De sitios más remotos se anunció la presencia de grupos musicales de Alemania, Suecia, Italia, Araba, Croacia, Australia y la República Eslovaca.
El cronista Cornelio García Ramírez, estudioso de la historia de este tipo de música, recordó que el origen de la palabra mariachi proviene del dialecto indígena coca que se hablaba en la zona de Cocula en el siglo XIX, sin que tenga un significado exacto. El historiador refiere que los grupos de mariachi son una derivación de los conjuntos de cuerdas que hubo en México durante la evangelización "con instrumentos europeos, pero ya con un sentimiento mexicano".
La fama del mariachi se propagó del occidente hacia el centro de México en 1905, cuando "el Cuarteto Coculense se trasladó al Distrito Federal a cantarle las mañanitas a Justo Villa, un amigo del entonces presidente Porfirio Díaz, quien ya conocía esta música", señaló el especialista.
La indumentaria del mariachi no es la que hoy se conoce. "A finales del siglo antepasado vestían de calzón de manta, ceñidor y huarache (calzado de suela de hule). No tenían ni siquiera caballo e iban por las rancherías buscando a quién cantarle", dijo el cronista.
Aunque ahora los mariachis han enriquecido sus atuendos e incorporado instrumentos que no figuraban en sus inicios desde 1930, hay grupos que conservan la idea original del movimiento musical. El mariachi tradicional Los Reales de Michoacán, con casi treinta años de amenizar fiestas y festivales culturales, aún viste con ropa de manta y utiliza los instrumentos de antiguamente.
Pedro Orozco, hijo del fundador de este mariachi, está orgulloso de ser de la segunda generación y continuar con una tradición familiar. Primos y hermanos se han preparado especialmente para asistir al encuentro internacional de estos músicos, donde ya han interpretado sones populares en las plazas públicas ante centenares de asistentes que les retribuyen con fuertes aplausos.
"Tenemos en nuestro repertorio miles de canciones, pero ensayamos con énfasis 15 piezas para que nos salgan perfectas. Vamos al día", señaló Orozco.
Por su parte, Ismael Vázquez Quiroz, segundo violín, dijo que aunque la preparación es diaria, para esta fiesta cultural "estudiamos detalles y entre todos opinamos lo que nos queda bien y lo que hay que perfeccionar".
La fiesta popular continuará hasta el 10 de septiembre con grandes eventos en sitios públicos y privados. (Agencias)