“Los nombres del arco iris”, de Braulio Peralta, un libro para despertar conciencias

El autor del libro es periodista,
editor y nació en Tuxpan, Veracruz
 Foto: Azteca 21

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 31 de agosto de 2006. Hace un par de meses, me encontré con Braulio Peralta en la presentación de un libro en la Casa Lamm. Él ya se retiraba, yo iba llegando, así que apenas pudimos conversar unos minutos en la acera, mientras esperaba que le llevaran su carro. Pero fueron suficientes para poder preguntarle acerca de su último libro publicado, pues me había enterado que había ganado un premio. Amablemente, hurgó en el morral que colgaba de su brazo. “Déjame ver si traigo un ejemplar.” Por fortuna, sí encontró uno.

A pesar de que llevaba prisa, accedió a dedicármelo, luchando contra la oscuridad y la llovizna. Al recibirlo, le pregunté si después podía entrevistarlo. “No quiero decir nada. Ya escribí el libro, ahora que hable por sí mismo”, me respondió. Tenía razón: he terminado de leerlo y sí, el libro habla, pero también denuncia, señala, nombra a las cosas por su nombre y propone alternativas, posibles soluciones.

“Los nombres del arco iris. Trazos para redescubrir el movimiento homosexual”, coeditado por CONACULTA/INBA y Nueva Imagen –en su colección “Grandes autores” –, es una visión personal acerca de ese mundo que nos rodea y está junto a nosotros, en todas partes, antes perseguido, ahora tolerado, pero nunca aceptado del todo. Como si nos fuera ajeno, siendo que pertenece al mismo que habitamos. Un mundo que es el de la sexualidad, común a todos, pero no reconocido por todos.

De todo esto se ocupa Braulio con atingencia y veracidad, con honestidad y conocimiento de causa. Con valentía y decisión. Nos habla desde adentro de ese mundo, que ha sido excluido y negado, por la sociedad, pero en muchas ocasiones también por sus propios habitantes. Nos habla para decirnos que habitamos el mismo mundo y debemos aprender a ser conscientes de que la homosexualidad es una elección, no un estigma, no un anatema.

Un libro que transita por la crónica, el reportaje, el ensayo, el relato, el testimonio… y que va trazando efectivamente los caminos que ha debido recorrer el movimiento homosexual mexicano y algunos de sus principales protagonistas, como Juan Jacobo Hernández, Nancy Cárdenas, José María Covarrubias… y el propio autor.

Gracias a Braulio, nos enteramos de las vicisitudes, del rechazo, de la homofobia que han padecido y padecen las personas que eligieron una preferencia sexual distinta a la predominante, y por tanto la “aceptada”, en la sociedad. Pero también de su soledad, de sus diferencias políticas, de los proyectos fracasados, de sus logros, de la emblemática Semana Cultural Gay, de la lucha por la identidad devenida en lucrativo negocio, de las revistas político-culturales y las pésimas publicaciones sin sustancia ni contenido, de los nombres de los que se han ido y deben ser recordados por sus méritos como personas y como artistas.

Además, el autor nos brinda información sobre los orígenes del movimiento gay en el mundo, del sida, del condón, del papel negativo que ha ejercido la Iglesia católica respecto de la sexualidad, de la ignorancia y cerrazón de grupos enquistados en el poder, de las madrizas y persecuciones que sufrían los homosexuales en los años ochenta y que no salían publicadas por censura.

Ahora, el tiempo sigue transcurriendo como siempre y, con este libro, el escritor nos enseña que ha habido avances, que hay retrocesos, que los fantasmas de la ignorancia, la indiferencia, la cerrazón y la intolerancia recorren nuevamente México, pero que despertar conciencias es necesario, imprescindible, para crecer como personas, como sociedad. Gracias a Braulio, conocemos más de un movimiento que debe insertarse en la historia moderna de México; en última instancia, conocemos más de nosotros mismos. Parafraseándote, te digo gracias, Braulio, por decirlo. Que se sepa.

“Los nombres del arco iris. Trazos para redescubrir el movimiento homosexual” se hizo acreedor al Premio Nacional Testimonio Chihuahua 2005, que es convocado por el CONACULTA, a través de la Coordinación Nacional de Literatura del INBA, y el Gobierno del Estado de Chihuahua, mediante el Instituto Chihuahuense de la Cultura. El jurado que decidió galardonarlo estuvo integrado por Eugenio Aguirre, Vicente Francisco Torres y Pablo Espinosa.

Braulio Peralta

Nació en Tuxpan, Veracruz. Periodista y editor, es autor de los libros “El poeta en su tierra. Diálogos con Octavio Paz”, “De un mundo raro (un repaso a la conquista de México, desde la óptica de España)”; y coordinador del libro de arte “Tres generaciones (la visión plástica de Francisco Toledo, Rodolfo Morales y Julio Galán)”. Ha obtenido los premios: “El gallo pitagórico” (1982), que se otorgaba en el marco del Festival Internacional Cervantino; el “Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez” (2003), que organiza la Feria Internacional del Libro de Guadalajara; y el último, el que se le otorgó al presente libro. Fue cofundador del diario “La Jornada”, donde laboró hasta 1998. Fundó y dirigió la extinta revista “Equis, Cultura y Sociedad”. Actualmente escribe en “Milenio” y en el suplemento cultural “Confabulario”, de “El Universal”.

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