Si escribiéramos un libro, nadie se imaginaría el final, porque no eramos los favoritos: Lino rivera

El manejador Lino Rivera junto al trofeo que acredita a los Leones como campeones de la LMB Foto: Cortesía del Diario de Yucatán

Mérida, Yucatán, 28 de Agosto de 2006.- “Creo que si escribimos un libro de esta final, creo que nadie se imaginaría el final, porque no eramos los favoritos, pero sí los que más corazón demostramos“, declaró el boricua.

“El año pasado nos quedamos cortos, pero este año, gracias a Papa Dios logramos algo bien grande. Estoy orgulloso y agradecido con Papa Dios”.

Lino señaló que, a la vista del duelo de 14 entradas que sostuvieron Sultanes y Leones, “nadie merecía perder”, y expresó que dedica el título a su familia en Puerto Rico y a la gente de Mérida.

A su vez, el dominicano José Vargas, quien se llevó el triunfo, dijo que nunca se sintió cansado y que si por él fuera hubiera lanzado todo el tiempo que el equipo lo hubiera requerido. “Es un gran logro de todo el equipo, no sólo mío, pues creo que todos se entregaron e hicieron la parte que les correspondía“, aseguró.

El venezolano Wilfredo Romero dijo con énfasis que “el corazón y Jesucristo” los llevaron al campeonato. “Es un gran logro que se lo dedicamos a la afición, que siempre se nos entregó al máximo”, señaló. Recordó que los Leones han hecho historia, sobre todo porque les ganaron a los tres grandes de la Liga: Diablos Rojos del México, Tigres de Puebla y Sultanes de Monterrey. “Mostramos que el corazón es lo más importante y no los nombres”.

Dignidad en la derrota
José Maiz, presidente de los Sultanes, dijo que los Leones son unos dignos campeones, porque jugaron sumamente motivados y derrotaron a un gran equipo.

Alejandro Hutt, presidente de la Liga Mexicana, señaló que la forma en la que los Leones se convirtieron en campeones ayudará mucho al béisbol, ya que “fueron un equipo que siempre luchó y se entregó al máximo”.

Aseguró que como directivo de la Liga se va contento, porque fue una gran final, con una gran asistencia y con un final de película, “que creo que nadie se hubiera esperado". (Notimex)