Exhiben en la Cineteca Nacional “Desayuno en Plutón”, una cinta del irlandés Neil Jordan
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‘Desayuno en Plutón’ es
una sagaz muestra
del cine contemporáneo
Foto: Internet
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Por Javier Pérez
Reportero Azteca 21
Ciudad de México. 28 de agosto de 2006. La soledad y la búsqueda de la aceptación de una identidad en estado evolutivo pero que no encaja con la seriedad de la realidad circundante (la de la Irlanda y la Inglaterra de los años 60 y 70 con el surgimiento del ERI) son lo que mueve el decimocuarto largometraje del irlandés Neil Jordan, “Desayuno en Plutón”, el cual se exhibe este 29 y 30 de agosto en la Cineteca Nacional como parte del ciclo “Retratos de juventud”.
En este filme, Jordan presenta como punto coincidente con su “Juego de lágrimas” (1992) la ambientación en los conflictivos territorios de la agitación política beligerante, que le sirviera en primera instancia como vista en macro del conflicto interno de sus protagonistas y que ahora, en “Desayuno en Plutón”, emplea para contraponer el absurdo del fanatismo al optimismo –y de alguna forma inocencia– del protagonista.
Patrick Braden (Conor McEvon a los 10 y Cillian Murphy después) es un huérfano –guiado por el Padre Bernard (Liam Neeson)– que desde muy temprana edad, al ser descubierto por su madre adoptiva con sus vestidos, encuentra su identidad y entiende su incompatibilidad con el mundo de forma inteligente, por lo que enfrenta la triste y desolada realidad que le aqueja con una peculiar forma de ser: un mundo de ensoñaciones al que se aferra con todas sus fuerzas (esa secuencia en la que narra, a su modo, lo sucedido en el antro implicando a terroristas a los que detiene sólo con la fuerza de un perfume y de su traje negro en piel).
Patrick, quien se llama a sí mismo Patricia o “Gatita”, tiene el propósito de encontrar a la madre ausente, de quien sus únicas pistas son su nombre, su parecido a Mitzi Gaynor y la intuición de que se ha mudado a Londres. En este viaje –dividido en 36 partes cuyos títulos cumplen funciones de narrador–, “Gatita” enfrenta/encuentra a una serie de personajazos cual fábula puesta al día.
Están el roquero y activista Billy (Gavin Friday), de quien se enamora y por quien conoce a los revolucionarios matones; su amiga Charlie y su marido Irwin, quien comienza a involucrarse cada vez más con las células terroristas; el matón que quiere estrangularlo; el mago (Stephen Rea) que lo utiliza pero lo ama; el grandulón John Joe; el par de policías que lo mantienen encerrado creyéndolo terrorista y que acaban por tomarle cariño, o el policía que tras encontrarlo en las calles lo lleva a un lugar de prostitución legal para que trabaje.
Los recursos estilísticos y narrativos empleados por Jordan en “Desayuno en Plutón”, basado en la novela homónima de Pat McCabe (quien colaboró en el guión), generan emociones y despiertan empatías. Desde las conocidas rolas pop hasta la fotografía con su sutil empleo de close-ups y contrastes, están al servicio de un relato metafórico (como su título) que a pesar de parecer una fábula evita las moralejas estúpidas y la explotación de la arista carnal para centrarse en su personaje, quien independientemente de su condición trasvesti, es una persona que se acepta y comporta como quiere ser.
Jordan, además, no deja de lado el comentario crítico al respecto de la discriminación que sufre el protagonista (quien se va a vivir en compañía de una mujer soltera a punto de dar a luz y el Padre Bernard) y por la que a punto está de morir quemado. Como quiera, “Desayuno en Plutón” es una sagaz muestra del cine contemporáneo y de las propuestas que hoy día le dan vida.
“Desayuno en Plutón”, (Breakfast on Pluto; Irlanda-Reino Unido, 2005), dirigida por Neil Jordan, con las actuaciones de Cillian Murphy, Liam Nelson, entre otros.
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