El Cerro de la Estrella o Huizachtécatl fue un santuario con templos, palacios y jardines

El Cerro de la Estrella o
Huizachtécatl, escenario de
diversas ceremonias festivas 
Foto: Internet

Ciudad de México, 16 de Agosto de 2006.- El Cerro de la Estrella o Huizachtécatl fue un santuario con templos, palacios, acueductos, jardines y relieves, con ambientes paradisiacos que servían para el culto y la contemplación, señaló la investigadora Ana María Velasco al participar en la conferencia Las grandes fiestas religiosas, realizada en el auditorio del Centro Cultural Isidro Fabela.

Dijo que desde la época prehispánica, Huizachtécatl fue escenario de diversas ceremonias festivas y hoy, con variantes, esa tradición continúa.

"En la cumbre del cerro se localiza un basamento piramidal y una plaza, asociado a una terraza al oeste; fue usado ritualmente en diferentes épocas del periodo llamado Posclásico y modificado varias veces, componiéndose de un total de cuatro o hasta cinco sobreposiciones estructurales", apuntó.

Puntualizó que probablemente el cerro fue habitado por los primeros hombres que llegaron a la Cuenca de México en su búsqueda por lugares de cobijo y alimento.

Arqueológicamente, mencionó, se han localizado asentamientos desde el Preclásico superior, Clásico temprano y Epiclásico y, por supuesto, todas las etapas del Posclásico.

En su trabajo Fiestas en el Huizachtépetl, recordó que al imponerse el Cristianismo, las prácticas fueron adoptadas por los indígenas como ciertas ceremonias e imágenes de santos, algunas de ellas incluso, con cierta analogía a las que se efectuaban antes de la Conquista, como la confesión y la comunión.

"La diferencia es que mientras los santos son considerados por la Iglesia intermediarios del hombre ante Dios, los indígenas, los percibían como divinidades con poderes propios". (Notimex)

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