“Vetas de la memoria”, de Hebert Rasgado, enriquece la música del istmo oaxaqueño

Portada de un disco con
gran riqueza musical
Foto: Azteca 21

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 9 de agosto de 2006. Con la sencillez y transparencia de los artistas populares, aunadas a la imbricación de la técnica musical y vocal, Herbert Rasgado ha realizado el disco “Vetas de la memoria” volumen 1, bajo el sello de Ediciones Pentagrama, que es un hermoso ejemplo de la riqueza musical del istmo oaxaqueño.

Poseedor de una voz cálida y educada, Hebert literalmente decanta las influencias musicales que conforman su personalidad, su sensibilidad y su visión del mundo para componer una serie de canciones que hablan de la mágica cotidianidad que nos rodea, pero que a fuerza de su presencia nos hace olvidarla, menospreciarla. Sin embargo, el artista la rescata y la coloca en el lugar preponderante que le corresponde por ser la sal nuestra de cada día.

En este sentido, Herbert acude a los resquicios de su memoria para recorrer las calles y avenidas de su vida, los sucesos y personas que han dejado huella en su devenir; personajes comunes y corrientes –como sus profesores de secundaria– o esenciales –como su madre y sus hijos– que, gracias al canto y a la evocación, trascienden “el humilde cántico” que les dedica este artista juchiteco y se incorporan al abundante y rico filón musical de la música oaxaqueña, ya no sólo istmeña.

Músico apegado a sus raíces, mas no cerrado al mundo –como lo ilustran sus referencias a la cultura japonesa–, Hebert interpreta sus canciones en español y en zapoteco. Aquí cabe destacar su magistral versión en esta última lengua de “A mi manera”, la cual sólo confirma su grandeza en una lengua que también suena universal, poderosa y prístina.

Cabe mencionar que los arreglos de cada tema son muy buenos (con aires de bolero, trova y música cubanas, jazz, son tradicional), en los que la instrumentación se acopla perfectamente al sentido de la letra, de su significación; al tono y énfasis de la voz del trovador. Son de una sencillez deslumbrante, del mismo modo que la participación del músico Nelson Enríquez Rosado en el saxofón y en la flauta.

A “Vetas de la memoria” volumen 1 lo integran doce temas, encabezado por el que da nombre al disco, seguido de “Huipil en flor, enagua y sol”, “Gueela’ma zedará”, “Ohaio (Buenos días)”, “Mediu xiga”, “Cuando te alejas”, “Bere lele”, “Son dos mis hijos”, “Puerto del sur”, “Casica’xpia’ya (A mi manera)”, “Arigato (Gracias)” y “Mariá”. Escúchelo y déjese envolver por una sensibilidad que invita a cerrar los ojos y transportarse a las vetas de la memoria, donde moran los recuerdos y los sueños en estado de latencia.

Comentarios a esta nota: Gregorio Martínez Moctezuma

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