Automovilistas, comerciantes y turistas encuentran la ciudad estrangulada por AMLO y los perredistas

Andrés Manuel López Obrador

México, 31 de julio.- Miles de automovilistas, comerciantes y hasta turistas están molestos, por decir lo menos, ante el panorama con el que se encontraron hoy: una ciudad estrangulada en su zona centro por el cierre del Paseo de la Reforma, avenida Juárez y Madero.

En un recorrido por los 47 campamentos instalados por simpatizantes del candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, fueron evidentes los sentimientos de molestia, coraje e impotencia de los ciudadanos.

Los primeros y más afectados han sido, sin duda, los conductores de vehículos, y es que traslados que habitualmente tardan de 30 a 60 minutos en ser recorridos, se han alargado a dos y hasta tres horas.

Ejemplos sobran. Todas las mañanas Grisel Bermúdez Rivas circula en su vehículo sobre el Periférico, para después incorporarse al Centro, donde se encuentra su lugar de trabajo en una casa productora. Sin embargo, al llegar hoy al entronque con Reforma lo encontró bloqueado.

"Esto ya es el colmo. Yo entiendo que haya reclamos políticos, pero no veo porqué ahora nos tienen que venir a afectarnos a nosotros. Llevo una hora y media de retraso ya, y es que utilizamos las alternativas que quedan, pero todo mundo lo hace y se hace un tránsito enorme, y todavía lo que me falta. No es justo", comentó.

Situación verdaderamente caótica es la que se presenta en la esquina formada por la Avenida de los Insurgentes y Paseo de la Reforma, uno de los únicos dos cruces que no han sido cerrados.

Ahí el ambiente es dominado por un concierto de bocinas de automóviles, silbatos de policías que desesperados tratan de agilizar el tránsito y las clásicas "mentadas" verbales y con señas, que la gente furiosa propina hacia los perredistas en la zona.

Adrián Cocido se desabrocha la corbata con ansiedad dentro de su carro y comenta: "no se vale, queremos trabajar y por cuestiones políticas no nos dejan. Ya llevo dos horas y media y aún no llego a mi oficina. Vengo desde Ecatepec, y ahora aquí en Insurgentes está todo colapsado. pero pues qué hace uno sino resignarse". 

Lo mismo ocurre en la confluencia de Avenida Juárez y Bucareli. Al salir de una tienda abierta las 24 horas, Ramsés Olivares relata: "me bajé del auto a tomar un té para tranquilizarme, tengo que continuar por Bucareli pero está a vuelta de rueda".

"No se vale que por berrinches de un candidato, nosotros tengamos que pagar las consecuencias; me tiene furioso esta situación", añade.

Pero además de automovilistas, el comercio se ha visto afectado también. Y es que si bien, al menos sobre Avenida Juárez, la mayoría de los establecimientos están abiertos, la afluencia de consumidores es escasa.

"La cosa va mal, no hay movimiento, no llevo vendido ni un peso. Y mire, yo estoy a favor de López Obrador y de lo que pide, pero ahora sí nos está poniendo en la torre porque no hay venta" comenta cabizbajo Pablo Juárez, de 55 años, quien trabaja en el expendio de periódicos ubicado en la esquina de Juárez y Reforma.

La afectación incluso, ha alcanzado a los turistas. Dos ciudadanos chilenos, Pablo Vázquez y Paloma Aliaga, salen del lobby del Hotel Sheraton Alameda, sobre avenida Juárez, y no dan crédito al panorama.

"Nosotros llegamos ayer aquí al Distrito Federal y salimos para conocer, pero nos encontramos con esto. Queremos tomar algún transporte o algo para conocer Reforma, que nos platicaron que era una avenida de las más bellas de América, pero lo que hemos visto es distinto", se lamentaron.

"Vamos a tener que tomar un taxi del hotel que nos lleve a otro lado. Es una pena", señalaron en entrevista. 

Es así como transcurre la jornada en el centro de la ciudad, zona de por sí complicada pero que hoy se ha visto paralizada por las exigencias de un sector político y sus simpatizantes, quienes han terminado por afectar a los que menos culpa tienen: los ciudadanos. (Con información de Notimex)

Leave a Reply