México, cumplirle a los pobres

Por la espiral
Claudia Luna Palencia

México, cumplirle a los pobres
Chile llegó a la meta del Milenio
BM señala logros y desafíos

El sexenio del 2006 al 2012 no pinta nada fácil, en ninguno de los terrenos sociales, políticos y económicos. Son tantos compromisos internos y  externos,   demasiado por cumplir que, francamente, es improbable, arribar al año 2015 con el anuncio formal de que México logró cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Con la reinvención de las estadísticas por parte de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), en el presente sexenio perdimos toda dimensión cuantitativa de la pobreza, por la segmentación en la que se encuentra  distribuida en rangos alejados de la realidad que nos rodea. Todo por afán de quedar bien con los  organismos internacionales, anunciar que en el “gobierno del cambio” menos mexicanos, cada día, dejaron de sobrevivir con un dólar diario y que, con un dólar y medio  y hasta 2 dólares y medio diarios las personas tienen para alimentarse, medicarse, vestirse, educarse, transportarse y en general vivir.
Es un disfraz absurdo, un país no puede dar el salto cuantitativo en el alivio de las cifras de la pobreza sin resolver primero, la brecha de desigualdad e inequidad persistente, México es señalado en el contorno mundial por ser uno de los países donde no amaina la desigualdad, al contrario, sigue profundizándose. Acaso hay mayor evidencia de la falsedad que presenta la Sedesol.
Basta con observar nuestra cotidianeidad rural o urbana, de semáforo a semáforo, para palpar la realidad cualitativa de una pobreza visible en toda una amplia gama de carencias y distorsiones sociales dolorosas.
Por ejemplo, preguntémosle al INEGI, si los niños de la calle mayores de edad fueron contados dentro del padrón para votar, es más, ¿tienen credencial de elector?.
Hay muchos “fantasmas urbanos” de carne y hueso que deambulan en nuestras ciudades y en las urbes de otros países rodando por aquí y por allá arrastrando pobreza, son el gran pendiente de los gobiernos, de izquierda, derecha, centro, de una sociedad global que no puede sentirse satisfecha con más de 3 mil 700 millones de seres humanos inmersos en la miseria. Y tampoco podemos cruzarnos de brazos, porque la gente se cansa de esperar lo prometido, y como es natural comienza a anhelar los bienes materiales.
Más que incentivar el rencor social o una lucha de clases manipulable con tintes ideológicos y favoritismos político partidistas, la fragmentación social debe contenerse con acciones concretas e inmediatas, primeramente de mejorar la repartición de la riqueza y revaluar el salario para permitir que el poder adquisitivo conceda un mayor margen de acción a un alicaído bolsillo personal y familiar. Sin ingreso suficiente no habrá resolución definitiva para la pobreza, sea que la fuente de ingreso  provenga de  una empresa propia, del autoempleo en distintas áreas o servicios, o del salario del trabajador.
Sin voluntad política, visión de políticas públicas y capacidad de gestión es incierto que en el próximo sexenio avancemos en el país para cumplir, sin maquillaje de cifras de por medio, con la celeridad de avanzar con el 70% de la reducción de la pobreza, para dejar el cumplimiento del otro tramo para el sexenio del 2012 al 2018.
Tenemos compromisos por cumplir, otros países como Chile (con la proporción de la comparación dadas las diferencias socioeconómicas y poblacionales) lograron la mención de ser el primer país latinoamericano en cumplir cabalmente con algunos puntos de la lista del Milenio, entre éstos la reducción de la pobreza.
A COLACIÓN
Francamente ya perdí la cuenta del número de pobres en México, de 70 millones del Banco Mundial de hace algunos años, a los 55 millones de inicio en el sexenio de Ernesto Zedillo, a los 50 millones que recibió el presidente Vicente Fox y a los no sé cuántos heredará en las estadísticas de la “pobreza light” ¿el presidente Calderón?  ¿López Obrador? De acuerdo con el padrón también “light” de la Sedesol.
GALIMATÍAS
Datos del último informe sobre el tema de la pobreza elaborado por el Banco Mundial denominado “Generación de Ingresos y Protección Social para los Pobres”, en México, en 2004, alrededor de 50% de la población vivía en la pobreza, lo que  representa un avance con respecto al 64% del total afectado después de la crisis de 1995.
En los Indicadores de Desarrollo Mundial 2005 del Banco Mundial destacan los siguientes datos sobre México: 1) El ingreso per cápita ascendió a  6 mil 770 dólares. 2) La esperanza de vida al nacer es de 76.3 años. 3) El índice de mortalidad para niños menores de 5 años es de 28 por cada mil. 4) El porcentaje de la población que terminó la escuela primaria es de 99 por ciento.
Entre los retos pendientes que apunta el organismo encontramos: 1) La transición económica interna,  más difícil de lo que se hubiese esperado hace una década.  2) Las ventajas que trajo el TLCAN podrían socavarse si México no aborda la agenda de la competitividad, prioritaria para el desarrollo y la creación de empleos de calidad, mismos, que a su vez, contribuirían a reducir los niveles de pobreza.  3) Aplicación de reformas de políticas públicas para mitigar los costos y ajustes previstos en áreas como la agricultura y a través del trabajo analítico relacionado con la competitividad. 4) Respaldar al fortalecimiento de los mercados financieros, el mejoramiento del acceso a los servicios financieros y la expansión de las oportunidades para acceder a la propiedad privada. 5) Promover la buena gobernabilidad corporativa y responsabilidad social empresarial. 6) Fomentar el desarrollo regional equilibrado de todos los sectores de la población.
Pese a los avances logrados en la última década en la lucha contra la pobreza, el cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio sigue siendo un reto para México.  Ojo con este punto, que conste que estamos alertando a los economistas en el poder, asesores y tomadores de decisiones que si el comportamiento económico se mantiene en los próximos años con bajos crecimientos (promedio de 3.5%) y una brecha (más bien un abismo) en la distribución del ingreso, el propio Banco Mundial coincide en que “es poco probable que para el año 2015 México alcance el objetivo de reducir a la mitad el número de personas que viven en la pobreza extrema, y los de disminuir en dos tercios la mortalidad infantil y en tres cuartos la mortalidad materna, todos con relación al año 1990”.
El organismo afirma que únicamente llegaremos a cumplir en el 2015 con la  enseñanza primaria universal; la equidad de género y revertir el avance del VIH-SIDA.
 

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