Desocupada gente con instrucción
Por la espiral
Claudia Luna Palencia
*Desocupada gente con instrucción
*Empleo la gran promesa no cumplida
*Nuevo empleo. Algunas características
En los datos más recientes acerca de la Tasa de Desocupación Nacional que reportó el INEGI encontramos que, como porcentaje de la Población Económicamente Activa (PEA), la desocupación nacional se ubicó en 3.32% en el mes de junio pasado.
En el seto mes del año, más de un millón y medio de personas, no encontraron acceso alguno al mercado laboral, una circunstancia repetida de manera constante en el avance de los meses que conforman el sexenio encabezado por el presidente Vicente Fox.
No es ninguna novedad que la “ley del embudo” siga dominando al mercado laboral formal, acceder a éste es un verdadero golpe de suerte más si es un área indistinta al segmento de ventas donde los ingresos con sueldo base mínimo y complemento de comisiones son la tónica entre las empresas y sus empleados.
Demasiado tarde. Sin poder remediar los trastornos laborales, el presidente Fox ya se va y con él un cúmulo de buenas promesas de campaña no cumplidas en el quehacer de su trabajo al frente del Ejecutivo.
No se trata únicamente de lo que no pudo cumplir sino de aquello que fue empeorando, esencialmente la falta de capacidad para crear condiciones económicas y políticas públicas acordes a la generación de puestos laborales en la iniciativa privada y en segmentos del sector público. Ello sin considerar, claro está, el otro gran lastre que tampoco mejoró: la revaloración de sueldos, salarios, remuneraciones base y prestaciones.
Para el baúl de las quimeras quedan el crecimiento anual del 7% y los empleos anuales “pueden ser entre un millón y millón y medio de empleos”, según palabras textuales del mandatario saliente.
La evolución de las estadísticas da cuenta de la Tasa de Desocupación Nacional: en 2001 fue de 2.76%; 2002 de 2.98%; 2003 de 3.41%; 2004 de 3.92%; y en 2005 de 3.58 por ciento.
En los primeros 6 meses del 2006 el desempeño de la desocupación es la siguiente: en enero de 3.53%; febrero de 3.60%; marzo de 3.42%; abril de 3.32%; mayo de 2.88%; y junio de 3.32 por ciento.
A COLACIÓN
Pertenece a mejores tiempos, la noción de nuestros padres y sus múltiples consejos de prepararse, académicamente hablando, lo mejor posible para acceder a puestos laborales claves y bien pagados.
La llave del éxito del título universitario, los idiomas, la maestría y por supuesto el doctorado dejó de ser el trampolín hacia una vida de estabilidad económica. El mercado laboral no privilegia la preparación, y con ello no quiero desdeñarla, todo lo contrario, una sociedad educada será más participativa y madura, solamente que la preparación media superior y superior, más los postgrados y doctorados, dejaron de ser claves dado que el conocimiento difícilmente encontrará un estímulo laboral y salarial corresponsable.
Actualmente, el mercado desemplea a los más preparados, es dramático y duro de asimilar. Las empresas hacen a un lado los expedientes altamente calificados porque no quieren pagar nóminas altas. Cuántas veces ha escuchado la palabra “es sobrecalificado para lo que requiero”.
Las mismas cifras del INEGI indican las presiones en la población desocupada en México.
En 2005 con una Tasa de Desocupación del 3.58%, en el primer trimestre se registraron a 1 millón 658 mil 898 personas desocupadas, el 35.40% fueron personas con secundaria terminada y el 31.15% con estudios medio superiores y superiores.
En el segundo trimestre del 2005, había 1 millón 497 mil 789 desocupados, el 37.46% eran gente con secundaria terminada y el 31.64% con estudios medio superiores y superiores.
En el tercer trimestre del mismo año de referencia, 1 millón 650 mil 243 personas estaban desocupadas, el 38.11% tenían secundaria terminada y el 29.53% reportaron instrucción media superior y superior.
En el cuarto trimestre, 1 millón 363 mil 113 personas estaban desocupadas, el 35.94% reportaron tener secundaria terminada y el 31.85% estudios medio superiores y superiores.
Para el primer trimestre del 2006, los números del INEGI revelaron a 1 millón 548 mil 387 desocupados, el 19.14% con secundaria terminada y el 32.47% con estudios medio superiores y superiores. Todo apunta a que seguirán ampliándose los indicadores de menor ocupación entre la gente con más trayectoria académica. Salvo que Felipe Calderón realmente cumpla su promesa de ser “el presidente del empleo”.
GALIMATÍAS
De tendencia: Víctor Tokman, autor de “Inserción laboral, mercados de trabajo y protección social”, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) analiza las nuevas medidas para elevar el empleo competitivo y estable. A continuación presentamos algunas herramientas.
1) Reorientar la política de flexibilización. Se sugiere imponer límites a la utilización de los contratos atípicos y concentrarse en la ampliación de las posibilidades de flexibilización del contrato a largo plazo.
2) Flexibilizar combinando la reducción del costo de despido con el traslado de la protección del puesto al trabajador.
3) Flexibilizar el horario de trabajo. Sin afectar los límites de duración de las jornadas establecidas en los códigos de trabajo, se puede permitir distribuirlos durante un período más largo. Con ello se facilita la adaptación del horario de trabajo a las necesidades de las empresas, lo que permite reducir costos y elevar la productividad.
4) Flexibilización de los salarios a nivel microeconómico. Se propone vincular las remuneraciones al incremento de la productividad o a las utilidades de las empresas. El efecto puede ser doble. En primer lugar, podría permitir el traspaso a los salarios de parte de los ajustes que se realicen ante contracciones de la demanda y, por ende, reducir su efecto en el nivel de empleo. Y en segundo término, daría incentivos al aumento de la productividad.
5) Desarrollar una nueva agenda de negociación colectiva. Hasta ahora esta agenda se ha centrado en las reivindicaciones salariales, dada la historia inflacionaria de los países latinoamericanos. La inclusión en la agenda de negociación de temas como la capacitación y el alza de la productividad permitirían hacer un uso más adecuado de los recursos disponibles, y tomar en consideración las preferencias y el conocimiento acumulado de los trabajadores.
6) Prestar atención a la situación de grupos más vulnerables y a la nueva distribución de roles dentro de la familia. Los contratos con horario flexible son un buen instrumento para combinar el trabajo con otras actividades, como el estudio y el cuidado de niños y ancianos.