CONAGO debe continuar

Por la espiral
Claudia Luna Palencia

-CONAGO debe continuar
-El pacto federal y financiero
-Relación con los poderes

Los avances presentados por el IFE en los resultados electorales en la renovación de poderes en el Distrito Federal y en  las gubernaturas de Guanajuato, Jalisco y Morelos, hasta este momento, permiten advertir el caleidoscopio de la geografía política y económica del país.
 En este sexenio de transición podemos observar el reacomodo de las fuerzas políticas como señal de pluralidad. Por ejemplo, en diciembre del  2000 el PRI contenía 19 gubernaturas estatales; el PAN 7; el PRD 4; y había 2 gobiernos por Coalición.
 En el transcurso de estos 6 años el calendario electoral ha seguido su curso en  las entidades que corresponden, de tal forma que antes de las elecciones del 2 de julio del 2006, el PRI conservaba 17 gubernaturas; el PAN 9; el PRD 5; y  Chiapas como gobierno de Coalición.
 Después de la jornada cívica del domingo pasado, prácticamente prevalece el mismo escenario en la geografía política: 1) 17 gubernaturas priístas (Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Nayarit, Colima, Veracruz, Hidalgo, Estado de México, Puebla, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Oaxaca.  2) 9 gubernaturas panistas (Yucatán, Morelos, Tlaxcala, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, Jalisco y  Baja California). 3) el PRD tiene 5 gubernaturas (Distrito Federal, Baja California Sur, Guerrero, Michoacan y Zacatecas. 4) Queda Chiapas como único gobierno de Coalición, con la salvedad que dentro de un mes y medio  habrá elecciones.
 Tabasco es otro estado que en la recta final del año tendrá proceso electoral, un bastión priísta  que puede dar la sorpresa.
 Con este mosaico político tenemos que el 54% de la población en México permanece dentro de entidades con gobiernos priístas. El tricolor conserva una presencia en entidades económicamente muy importantes dentro del Producto Interno Bruto (PIB) Nacional como sucede con Nuevo León, Coahuila, Estado de México, Quintana Roo, Sonora, Veracruz y Tamaulipas.
 En el contexto inmediato, el PRI llega como una fuerza minada en el Legislativo, se ubica como el tercer partido en la preferencia de la ciudadanía e iniciará  un periodo sexenal donde casi cada año habrá un llamado a las urnas en la geografía estatal. Quizá, enclaves priístas como Quintana Roo y Oaxaca puedan elegir otro partido en el poder.
 El PRI ha cedido espacios en sus cuotas de poder, no logró recuperar Jalisco un estado con un peso político específico y desde luego económico.
 Por su parte el PAN está tejiendo una red de fuerza política en la región Centro-Occidente, Guanajuato surge como el eje del panismo asegurándole al presidente Vicente Fox un retiro cómodo y seguro en su rancho en San Francisco del Rincón, Guanajuato.
 Si bien el PRD encuentra un muro hacia el Norte del país, conserva el Distrito Federal que es muy relevante económicamente hablando, y con Michoacán y Guerrero, intentará extenderse por el Pacífico hacia Colima, Oaxaca y Chiapas.
 Queremos un México plural no polarizado, ni dividido. La pluralidad obligará a las fuerzas políticas a buscar mejores caminos de entendimiento. La próxima Legislatura  llegará  más fragmentada que nunca, con tercios minoritarios.
 Debemos ponerle mucha atención al panorama político porque del entendimiento surge el bálsamo para girar la rueca económica, y eso tiene que ver directamente con nuestro bolsillo.
GALIMATÍAS
 El pacto federal es sustancial y la renovación de los canales de entendimiento con el Gobierno Federal en pro de una relación política y económica más equitativa con las entidades.
 De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, a mayo pasado, las participaciones a entidades federativas y municipios sumaron 148.9 mil millones de pesos, lo que representó un incremento real anual de 15.1 por ciento.
Los recursos distribuidos a través de los Ramos 25, 33 y 39 fueron de 152.7 mil millones de pesos, nivel 4.4% superior en términos reales al del año anterior.
A pesar de los números, suceden los estires y aflojas entre el Gobierno Federal y los gobiernos estatales en la repartición del dinero,  son constantes las quejas de las tesorerías locales por la falta de derrama fiscal y extraordinaria de los recursos ingresados a las arcas nacionales.
Dada la pluralidad política que seguirá filtrándose, debe conservarse el conclave de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), visiblemente necesaria para la gobernabilidad en el próximo sexenio.
A COLACIÓN
La  Conago es una asociación civil de autoridades estatales que representa a dos terceras partes de las entidades federativas donde se produce el 74.4% del PIB nacional; que concentra el 75.6% de la población del país, que genera el 85.3% de la recaudación fiscal bruta de los ingresos federales tributarios y no tributarios.
Es prioritario rescatar que dentro del régimen federativo los estados representan porciones del Estado Federal con determinados atributos característicos.  
El destacado jurista Ignacio Burgoa Orihuela escribió que: “Los estados son entidades con personalidad jurídica. Con esta personalidad, los estados tienen la concomitante capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones tanto en sus relaciones recíprocas, como frente al Estado Federal, y en las de coordinación que entablen con sujetos físicos o morales que no están colocados en la situación de autoridad”.
 Los estados no implican meras fracciones territoriales ni simples divisiones administrativas del Estado Federal, sino personas morales de derecho político que preceden a la creación federativa conservando su entidad jurídica o que surgen de la adopción del régimen federal como forma estatal en el derecho básico.
Entre los desafíos futuros, habrán que buscarse un reparto de competencias más equilibrado a fin de lograr un federalismo cooperativo.
Otro reconocido jurista, Jacinto Faya Viesca, también escribió que  se trata de “otorgarle a los estados nuevas competencias constitucionales en materia fiscal, de aprovechamiento de recursos naturales y de corresponsabilidad”.
El punto es hasta dónde la Conago tiene facultades jurídicas y constitucionales para influir en los cambios requeridos, dado que no se trata únicamente de la parte fiscal, también de la elaboración del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) y de mayores facultades para participar en la determinación, distribución y supervisión de los fondos federales. Sea como sea, la Conago debe seguir.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

Redacción Azteca 21

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