La Ley HB1238, el inicio
Por la espiral
Claudia Luna Palencia
-La Ley HB1238, el inicio
-Poderosas remesas
-Impuestos pagarán muro
El caudal de remesas que llegan a México, en aumento constante, es síntoma de la verdadera dimensión social y económica del fenómeno de la migración que en los próximos años podrá dar a conocer cifras más precisas acerca del número de connacionales ilegales dispersos entre la población estadounidense desde años atrás, y de su aportación en dólares hacia las familias que dejaron en México.
Las economías centroamericanas dependen en sus constreñidas finanzas del afluente en dólares que salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, ticos, panameños y nicaragüenses mandan desde Estados Unidos a sus familias en sus respectivos países.
México transita por el mismo sendero, y aunque todavía proviene del petróleo la principal contribución a la economía no descartemos que en algunos años cuando los petroprecios caigan, sean las remesas las que tengan la mayor presencia en la Balanza de Pagos del país.
Poderosas remesas. Bendito subsidio en dólares para la pobreza de millones de mexicanos. ¿Sabe cuántos migradólares entraron en 5 años del gobierno del presidente Vicente Fox? Sumemos únicamente lo que consta en los canales formales del sistema financiero: en 2001 llegaron remesas por 8 mil 895 millones de dólares; en 2002 por 9 mil 815 millones de dólares; en 2003 13 mil 396 millones de dólares; 2004 los envíos fueron por 16 mil 613 millones de dólares; y en 2005, la cifra arrojó 20 mil 035 millones de dólares.
En total ingresaron: 68 mil 754 millones de dólares, es una cantidad menor al reporte de la semana pasada que realizó el Banco de México acerca de las reservas internacionales por 74 mil 574 millones de dólares.
Por concepto del petróleo, los ingresos extraordinarios por los vaivenes alcistas del crudo en el mercado internacional, le dieron a esta administración 100 mil millones de dólares en 5 años.
Si quedan dudas de que transitamos, de manera inercial, por una dolarización extraoficial o informal, pero legal, de la economía mexicana basta con revisar la enorme cantidad de dólares predominantes tanto en la esfera de la macroeconomía como de la microeconomía. La presencia del billete verde en ahorros, operaciones financieras y cotidianas es bastante cuantiosa.
A lo largo y ancho de la República Mexicana, en los municipios, las comunidades, así como en las capitales de los estados han proliferado las empresas de recepción de remesas que cada vez, de forma más usual, sustituyen sus letreros de “aquí cambiamos dólares” por “aquí recibimos sus dólares y le pagamos en dólares”.
Lo mismo acontece con las tiendas de abarrotes, de otros productos, y servicios que en las comunidades y los municipios aceptan dólares en los pagos más cotidianos.
Este procedimiento, que no es ilegal, responde a la lógica de simplemente aceptar la moneda que más presencia está ganando en las comunidades y en los municipios. Una moneda además ligada a un sentimiento de poder, estabilidad, de ganar, no de perder, de protegerse de las depreciaciones cambiarias. No nos extrañe un mayor avance de la dolarización de la economía en los próximos 6 años.
Por lo pronto las remesas siguen creciendo: en los primeros 4 meses del año ingresaron 7 mil 029 millones de dólares, un aumento del 24.4% respecto del mismo periodo del año pasado.
La cantidad promedio enviada por los paisanos desde Estados Unidos fue de 348.50 dólares frente a los 333 dólares que transfirieron en igual lapso del 2005.
La mayor parte de los envíos se realizaron a través de transferencias electrónicas (6 mil 483 millones de dólares); seguidos de los money orders (482.47 millones de dólares); y los pagos en efectivo y especie (62.84).
Para el cierre del año los pronósticos anticipan remesas superiores a los 24 mil millones de dólares.
A COLACIÓN
Hace un par de semanas, el presidente Fox festinó con su presencia en la Unión Americana los avances del Senado en un plan de legalización de los inmigrantes ilegales que comprueben más de 5 años de residencia y un eventual programa de trabajo temporal.
El mandatario le dijo a la comunidad mexicana allende las fronteras que les cumplió con la “enchilada completa”, cuando no hay tal, al menos no para los más de 3 millones de mexicanos que salieron de sus comunidades durante el gobierno foxista, los mismos que serán retornados a México, en otra administración, que estará apurada por crear los empleos demandados anualmente, más los rezagados, y la manifestación de las nuevas presiones de todas las personas que regresarán.
Lo que verdaderamente sucedió fue que dentro de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad en América del Norte (ASPAN) la negociación final consistió en “media enchilada” para México en el tema migratorio a cambio de Guardia Nacional en la frontera, muro y mayor vigilancia. La Casa Blanca nos tomó por el punto más débil “o nos regresan a todos los ilegales”.
¿Qué otros puntos no se divulgaron a fin de evitar eco en este país de la transparencia en la información? Por ejemplo, que parte de la seguridad y el levantamiento de la valla en varias ciudades fronterizas con México serán financiadas con impuestos sobre de los envíos de remesas de los mexicanos ilegales. Los que no tienen papeles pagarán impuestos por las transferencias del billete verde.
Esta modalidad fiscal avanza conforme la Cámara de Representantes de cada estado americano analiza su conveniencia. Se trata de una propuesta liderada por Tom Tancredo, legislador republicano, hombre conservador y convencido de la necesidad de gravar las remesas para que los inmigrantes, primordialmente los ilegales, contribuyan para mejorar la seguridad fronteriza. Lo más triste es que no usarán el dinero producto del tax para redes de hospitales o escuelas que puedan retribuir un beneficio social a la comunidad inmigrante.
El hecho es que en febrero pasado, la Cámara de Representantes de Georgia aprobó una propuesta para la aplicación de la Illegal Immigrant Fee Act (Ley de Arancel del Inmigrante Indocumentado) mejor conocida como “Ley HB1238” orientada a imponer un arancel del 5% a los envíos de remesas realizados por transferencias electrónicas. La iniciativa se encuentra en el Senado.
Y este es el principio porque ahora es Phoenix, Arizona con la Cámara de Representantes encaminada a la Resolución HCR 2037 que pretende cobrar impuestos del 8% a los envíos de remesas de no residentes. Los intentos legislativos están igualmente en Texas, y amenazan con extenderse.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com