“Más allá del Código da Vinci” por The History Channel

Portada del polémico
libro que da pauta
a los programas de TV
Foto: Cortesía  Umbriel
Editores

Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21

Ciudad de México. 31 de mayo de 2006. Desde su aparición, en 2003, “El código da Vinci”(publicada en España por Umbriel Editores), de Dan Brown, se convirtió en un éxito editorial. Pero no sólo eso: provocó que miles –hoy ya suman millones– de personas se interesaran en leer tan polémica novela, para descubrir cuál era ese enigmático código.

Ahora, la novela del escritor estadounidense ha vendido 25 millones de ejemplares en treinta idiomas y no deja de atraer nuevos lectores. Es más, la adaptación cinematográfica ha suscitado un inmediato interés y ha llevado a millones de espectadores a las salas de cine en poco tiempo en todos los países donde se exhibe.

La película –dirigida por Ron Howard y estelarizada por Tom Hanks, Audrey Tautou, Jean Reno, entre otros actores–, a pesar de la buena acogida que ha tenido por parte del público, no deja de ser una película fallida en muchos aspectos, sobre todo si se considera el ambiente de suspenso e intriga que el novelista se esmeró en crear y recrear, y que en la película no se consiguió del todo.

Lo cierto es que, tanto en su versión impresa como en la fílmica, “El código da Vinci” se erige en una creación artística bien estructurada y con un suspenso que atrapa de inmediato. Ahora bien, ¿en qué consiste su éxito? Por supuesto que está bien escrita, pero esto no es suficiente. Quizá su mayor atractivo consista en poner en entredicho los valores y creencias de millones de personas a partir de revelar un discutible secreto –¿o pecado?– que ha hecho cimbrar a la Iglesia, aunque ésta no lo admita plenamente.

Tomando como base –y como anzuelo– al genio italiano renacentista Leonardo da Vinci, Dan Brown indaga en los orígenes mismos del cristianismo y sostiene en su novela que la historia que conocemos o nos han dado a conocer es parcial, casi una mentira inconmensurable. Para ello, se ocupa de la figura de Leonardo y nos dice que, además de genio, era un miembro de una sociedad secreta que mediante sus obras –como “La última cena”– daba a conocer muchas verdades ocultas.

Lo anterior no tendría nada de novedoso ni provocador, a no ser que dicha sociedad se dedica aún a mantener un secreto que podría cambiar a la humanidad: Cristo se casó y tuvo una hija con la difamada María Magdalena. Bueno, ahora la pregunta, después del éxito del libro y la película –y de la inevitable “revelación” del secreto– podría ser: ¿en qué cambia la humanidad, cómo afecta a la Iglesia y a los católicos, a las personas…?

La fascinación por lo secreto, por lo que no se revela, por lo prohibido, por conocer o descubrir lo desconocido a fuerza de ocultamiento –más que por la conspiración– es, desde mi punto de vista, uno de los motores que mueven a esos millones de seres humanos a internarse en las páginas del libro, en las imágenes en movimiento de la película.

Mucho se ha escrito ya sobre el tema –y el libro ha suscitado críticas, ataques, otros libros, juegos…– y sin duda aún se escribirá más. Y, pienso, los enigmas seguirán, sea verdad o mentira lo que el autor describe en su obra susodicha. Es inevitable: el ser humano es un arcano para sí mismo. Y los pocos que son capaces de descifrarlo, saben de la incapacidad de los otros para hacerlo.

Pero el interés sobre el tema sigue. Y, aparentemente, durará todavía un buen tiempo. Así, para todos aquellos que desean esclarecer sus dudas o conocer más del tema, The History Channel pasó este mes, el sábado 20 y domingo 21, tres programas sobre el asunto: “Más allá del código da Vinci”, “Da Vinci Tech” y “Da Vinci y el código de su vida”.

En esos programas se analizó la polémica relación de Jesús y María Magdalena, la herencia técnica de Leonardo y su prodigiosa visión científica. Si se perdió los programas, no se preocupe, tendrá oportunidad de ver nuevamente “Más allá del código da Vinci” y “Da Vinci y el código de su vida”, el lunes 5 de junio a las 21 horas y el domingo 18 del mismo mes a las 20 horas, respectivamente. Esté pendiente de la programación de The History Channel.

Comentarios a esta nota: Gregorio Martínez Moctezuma

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