Recordando a Juan Carlos Onetti, un pilar de la Literatura Latinoamericana

Juan Carlos Onetti escritor
nacido en Montevideo
Foto: Internet

México, D.F.; 29 de mayo de 2006.-Autor de 11 novelas, 47 relatos, por lo menos 116 ensayos y tres poemas, el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, pilar de la literatura latinoamericana del siglo XX, a quien se recuerda por obras como "El Juntacadáveres", falleció hace 12 años, el 30 de mayo de 1994, en Madrid, España.

Galardonado con el Premio Nacional de Literatura en 1963 y el Premio Cervantes en 1980, Onetti nació el 1 de julio de 1909, en Montevideo, en el seno de una familia conformada por Carlos Onetti, un funcionario de aduana, y Honoria Borges, quien provenía de una familia brasileña.

Juan Carlos Onetti abandonó los estudios secundarios en el tercer año por una huelga general (1922-1929), durante algunos años desempeñó diversos oficios, como el de portero, funcionario de la empresa Guerin y mozo, entre otros.

 Además, de joven fue un buen atleta: practicó remo, basketball, atletismo. Colaboró en la revista "La tijera" (1928-1929), que publicaba un grupo de muchachos de Villa Colón, y en 1930 se casó con su prima, María Amalia Onetti, con quien se fue a radicar a Buenos Aires, donde se ganaba la vida con la venta de máquinas de sumar y algunas notas que publicó sobre cine en "Crítica".

El 16 de junio, un año después, nació su primer hijo: Jorge, y en 1933 apareció en La Prensa su cuento "Avenida de Mayo-Diagonal-Avenida de Mayo", recopilado en un volumen de 1974.

En ese año se separó de su mujer. Regresó a Montevideo y volvió a contraer nupcias, esta vez con María Julia Onetti, hermana de su primera mujer.

Entre 1935 y 1938 publicó los cuentos "El obstáculo" y "El posible Baldi", a los que siguió su relato "Los niños en el bosque" y la novela "Tiempo de abrazar". Carlos Quijano, fundador del semanario uruguayo "Marcha" designó a Onetti secretario de redacción.

El escritor, quien publicó en ese medio la columna literaria "La piedra en el charco", vivió en una pieza al fondo del local que ocupa el periódico. Bajo los seudónimos de "Periquito el Aguador", "Groucho Marx" y "Pierre Regy", firmó artículos de "alacraneo literario" y cuentos policiales.

Después publicó su primera novela "El pozo", en papel de estraza, con una tirada de 500 ejemplares. Seguido de dos cuentos "Bienvenido Bob" (La Nación, noviembre 12) y "La larga historia" en Alfar (Montevideo). Este relato se transformarí en la novela "La cara de la desgracia".

En 1945, ya divorciado y después de contraer terceras nupcias con una compañera de trabajo, Elizabeth María Pekelharing. Por esas fechas apareció en el semanario Marcha su cuento "Nueve de julio", y en La Nación se publicaron "Regreso al sur" y "Ejsberg, en la costa".

El destacado escritor publicó también "La casa en la arena" (1949), que inauguró la "saga" de Santa María, la ciudad mítica onettiana que se delimitará con mayor precisión en "La vida breve", que publica un año después la editorial Sudamericana y que Onetti siempre consideró su mejor novela.

Más tarde aparecieron "Un sueño realizado y otros cuentos" (1951), con prólogo de Mario Benedetti; "El Album" y la novela corta "Los adioses", dedicada a la poeta Idea Vilariño. Carlos Onetti se casó por cuarta vez con una joven argentina (de ascendencia alemana) Dorothea Muhr (Dolly), su compañera hasta el final de su vida.

En 1957 fue designado director de Bibliotecas en la División de Artes y Letras de la Intendencia Municipal de Montevideo, cargo al que renunció el 4 de marzo de 1975.

También publicó la novela "Una tumba sin nombre" y en 1972 fue electo el mejor narrador uruguayo de los últimos 50 años en una encuesta que realizó el semanario Marcha, en la que participaron 35 narradores y poetas de distintas generaciones.

Dos años más tarde, el jurado de Marcha dio el primer premio al cuento "El guardaespaldas", de Nelson Marra. De inmediato Onetti y miembros del semanario son apresados por el régimen militar.

El escritor uruguayo permaneció en prisión entre el 9 de enero y el 14 de mayo. Cuando quedó en libertad, viajó a Roma para recibir el premio a la mejor novela de autor latinoamericano traducida y publicada en Italia, por "El astillero".

En 1976 apareció su primer poema "Balada del ausente". Participó en un seminario en la Universidad de Pau, Francia, y fue homenajeado por la Universidad de la Sorbona (París).

Empezó a colaborar asiduamente en El País de Madrid y otros diarios de Latinoamérica. Entre otros premios recibió en 1990 el de la Unión Latina de Literatura "por su espíritu universal".

En 1993 la editorial Alfaguara publicó la que fue su última novela: "Cuando ya no importe", considerada su testamento literario.

La tarde del 30 de mayo de 1994, Carlos Onetti murió en una clínica de Madrid, ciudad en la que pasó los últimos 19 años de su vida. (Notimex)

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