“El último monolito de la noche”, poesía desde Baja California

El título del libro
 tiene tantos
significados como
lectores pueda tener
Foto: Azteca21

Por Benjamín Solís
Reportero Azteca 21

Ciudad de México. 27 de mayo de 2006. El Centro Cultural Tijuana (CECUT), en su Colección Poesía, tiene publicado “El último monolito de la noche”, libro de Estela Alicia López Lomas (Esalí) que contiene una poética que nos lleva al redescubrimiento de las imágenes mediante el complejo juego semántico que hace la autora en este corpus de 167 poemas, muchos de ellos representados bajo la caprichosa figura de los caligramas.

Poesía claramente influida por aquellos “ismos” vanguardistas de principios del siglo pasado. Éste no es un libro de poesía fácil; por lo contrario, compleja en su lenguaje, en su búsqueda de ese universo poético extraterrenal de Las Vanguardias, la poesía por la poesía en sí, por su cualidad de crear, no por el hombre, ni Dios, la muerte, la vida o el mundo circundante; poética sólo por el lenguaje mismo, desencarnada de sentimentalismo, de lo subjetivo, de la metáfora simple.

En “El último monolito de la noche” tenemos un libro, y una autora, insertado en la escena de nuestro tiempo, no tiene esa llana cualidad de enaltecer las virtudes locales o regionales. Éste es un ejemplar que indudablemente tiene su voz regional sí, pero también extraterritorial, como dice Roberto Cantú, crítico literario: “En tal afiliación poética vislumbramos una prometedora vertiente de la literatura bajacaliforniana, ya que reconcilia la idea de origen con un futuro creador (…) Voz fundadora y de hondo arraigo en Baja California, la poesía de Esalí es indiscutiblemente un mapa de la imaginación trazado en circunstancias extremas”.

El título del libro tiene tantos significados como lectores pueda tener; sin embargo, uno de ellos es la comparación o referente que hace la autora con el poeta norteamericano Ezra Pound, figura clave para acercarse al texto, del cual Esalí se confiesa admiradora, y de hecho éste es un libro-homenaje a la obra del maestro, como si en lugar de escribir una biografía de los hechos de la vida de Pound, fuera una biografía poética de sus momentos más creativos, escrita con un lenguaje no literal, sino -téngase muy presente- de sentido poético:

I. el cuervo vuelve a la montaña diente de serrucho/ al río del no retorno/ es un salmón rosado remando hacia la madre/ frontera al tiempo/ árbol de auroras y crepúsculos/ cantos labrados al dorso de las hojas/ (contraseña para internarse al contramundo)/ y en el periplo donde la voz no se equivoca/ planta bandera:/ su rostro impreso para los sueños por venir/ pero despierta/ en una jaula estrecha solloza el viejo gargantúa/ cercenadas las puntas de las alas/ mudo.

Estela López nació en Tlaquepaque, Jalisco, en 1944, aunque radica en la ciudad de Tijuana desde los trece años. Ha recibido más de 20 premios de poesía y narrativa, entre ellos destacan el Premio Latinoamericano y del Caribe de Poesía, y el Premio Nacional de Poesía Tijuana 2000.

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