Cancún: huracanes financieros

POR LA ESPIRAL

Claudia Luna Palencia

Cancún: huracanes financieros
Resumen de Fitch Ratings
Deuda pública, duplicada

Además de tener a la naturaleza en su contra, Cancún enfrenta una serie de “huracanes financieros” por los incrementos exorbitantes de su deuda pública y deuda no bancaria.
 En conjunto, el panorama de este importante centro turístico es más apremiante de lo que verdaderamente conoce la opinión pública,  después del paso de los huracanes el año pasado, en especial, de Wilma, poco  a poco se fue diluyendo el interés en la rehabilitación de la zona.
El Gobierno Federal pretende darle el “carpetazo” a Cancún simulando que al contar con los recursos suficientes para su reconstrucción y reordenamiento (gracias a los ingresos extraordinarios por los petroprecios) todo está bajo control. Nada más alejado de la realidad.
 Quintana Roo tiene un foco rojo encendido y aunque es aparentemente un problema local, propio de la entidad, más vale ponerle un acento nacional porque de Cancún y la Riviera Maya se obtienen anualmente más del 30% de los ingresos turísticos del país.
La cuestión es de atención nacional para darle oxígeno financiero a las finanzas públicas locales, sin olvidar  que los empresarios de la iniciativa privada, dueños de restaurantes, bares, zonas comerciales, hoteles y centros de diversión también se encuentran endeudados porque el paso de Wilma en la recta final del 2005 significó la “gota que derramó el vaso” de todo lo acumulado en años anteriores. No se puede ocultar más que ni la iniciativa privada, ni el sector público, están preparados para contrarrestar los efectos negativos que deja cada año la temporada de huracanes,  cada vez más intensa. Las prioridades son además de organizar a la población civil, proteger a los activos físicos y a la naturaleza del lugar. Las aseguradoras conocedoras de la situación están incrementando el costo de las pólizas, y poniendo más restricciones en las coberturas.
Los pendientes de Cancún y la Riviera Maya serán una herencia para el próximo presidente, una presión para el presupuesto, porque es indudable que esta zona del país deberá ser rescatada para darle viabilidad financiera.
Por lo pronto, tiene que surgir un eje integral para resarcir los errores del pasado por una mala planeación del centro turístico, la depredación de playas, la erosión de arrecifes y la creación de playas artificiales sin sustentabilidad.
Igualmente, habrá que reforzar el empleo detenido en una etapa difícil porque los hoteles siguen en remozamiento de áreas, el número de visitantes bajó notablemente en los últimos meses, y al menos, entre el 30% al 40% del personal ha sido despedido.
Es falso también que el presidente Vicente Fox asegure que en Cancún y la Riviera Maya no se perdieron empleos y que el Gobierno Federal acordó con los empresarios que mantuvieran la nómina en la fase de reconstrucción.
Sabemos de algunos casos en los que varios trabajadores del Meliá Cancún Turquesa y Gran Meliá  pidieron ser reubicados temporalmente en otros hoteles de la cadena española con la finalidad de no perder el empleo. Ellos prefirieron dejar a sus familias e irse a trabajar al Meliá Puerto Vallarta al área de ventas de tiempos compartidos. A la fecha cumplirán más de 6 meses de actividades afuera de su centro original de trabajo y siguen aguardando regresar a Cancún.
En el plan integral, que en definitiva deberá implementarse en el próximo sexenio, esperamos que el nuevo presidente dé instrucciones a la persona que encabece la Secretaría de Turismo para trabajar de manera decidida con los empresarios en la instalación de las  mallas anticiclónicas, una petición constantemente ignorada, tanto por  Leticia Navarro Ochoa, como por Rodolfo Elizondo, los 2 funcionarios que ocuparon la titularidad de la Secretaría de Turismo en el presente gobierno.
A COLACIÓN
 Fitch Ratings, prestigiada empresa  calificadora del nivel de solvencia de   empresas y gobiernos,  analiza la “crisis financiera de Cancún” marcada por un alza en los gastos de operatividad, incremento en la deuda  bancaria del municipio de Benito Juárez, y aumento en la deuda no bancaria.  Todos son aspectos que han dañado la calidad crediticia.
 El análisis elaborado por Isaura Guzmán y Humberto Panti refiere que en 2005, el 38% de los ingresos de México en el sector turismo, por 11 mil 800 millones de dólares,  correspondieron a los destinos del caribe mexicano.
 Guzmán y Panti señalan que Cancún es un “ejemplo ilustrativo de que a pesar de que una entidad cuenta con una sólida y potencial estructura de ingresos, si no está acompañada por una política de gastos prudente, el resultado es un colapso en las finanzas públicas que limita su flexibilidad financiera y consecuentemente reduce su calidad crediticia. Lo anterior, puede arrastrar a la entidad a un círculo vicioso, en donde se recurre al financiamiento bancario o vía proveedores para liquidar adeudos anteriores o incluso para operar, dado que no se es capaz de generar flujos o excedentes para tal efecto; llegando finalmente, al incumplimiento de sus obligaciones”.
 Desde 2003, el municipio de Benito Juárez, enfrentó una severa crisis financiera caracterizada por un deterioro de las finanzas públicas, así como de un sobreendeudamiento, lo cual se tradujo primeramente en retrasos en los pagos del servicio de la deuda de su crédito más importante con la banca comercial, y meses más tarde en el incumplimiento del mismo.
En 2004, la presión inercial del gasto operativo sobre las finanzas públicas motivó la contratación de 2 créditos bancarios; el año pasado  el endeudamiento del municipio empeoró,  y la deuda pública que en 2003 disminuyó a 259 millones de pesos se duplicó hasta 561 millones de pesos.
¿Los culpables? Los malos administradores de los gobiernos locales del municipio de Benito Juárez, los cotos de poder internos, las pugnas PRI versus PRD y la factura que pasó la crisis local por el gobierno de Juan Ignacio García Zalvidea.
 El poder político está colapsando al paraíso, y la  amenaza es más seria por los huracanes, porque siendo un destino turístico que vive de servicios que proporciona al visitante nacional y extranjero tiene la prioridad de reponerse lo más rápido  posible. Eso implica disponibilidad de ingresos.
De acuerdo con Fitch Ratings, a partir de 2006, el municipio deberá aplicar todo excedente de los ingresos que superen el presupuesto autorizado, así como los ahorros que se generen en el ejercicio del presupuesto de egresos, en los siguientes rubros: A) Obra pública productiva en un 70% preferentemente. B) Mejoramiento de seguridad pública y servicios públicos. C) Pago de capital e intereses de la deuda.

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