“Una flor en la ciudad” en Bellas Artes, para que la vida sea más bella

Las bellas amapolas
frente al Palacio
de Bellas Artes
Foto: Martha Martínez M./
Azteca 21

Por Martha Martínez M.
Reportera Azteca 21

Ciudad de México. 12 de mayo de 2006. En días pasados se llevó a cabo en la explanada del Palacio de Bellas Artes la colocación de 60 mil amapolas rojas, la cual se ha convertido en el emblema de la marca Kenzo, particularmente de su fragancia FlowerbyKenzo, que ha tenido gran aceptación por parte del público femenino, y también es una manera de retribuir y agradecer dicha preferencia por parte del diseñador oriental.

Dicha actividad suscitó el interés de las miles de personas que diariamente transitan por la máxima casa del arte en México, marco ideal para tan bella e insólita exposición floral. De hecho, esta misma idea ya se había presentado con anterioridad en el Pont Neuf, de París, en la Plaza Roja de Moscú, en Hong Kong, en Milán, en Singapur, en Londres, en Buenos Aires, en Viena… Y ahora en la otrora “Ciudad de los Palacios”, donde fue acogida con entusiasmo y cordialidad por los transeúntes.

La iniciativa para presentar esta roja invasión de amapolas fue idea de Anthony Lepoutre, gerente de Mercadotecnia de Kenzo México, quien la vio en París y quedó gratamente impresionado por el espectáculo. Entonces, aún no trabajaba para la compañía; por ello, ahora en nuestro país decidió implantar esas emblemáticas amapolas en el corazón cultural de la capital azteca.

Así, durante seis días, las amapolas estuvieron expuestas en la explanada del Palacio de Bellas Artes, como una manera de alegrar el gris entorno urbano y paliar las vicisitudes cotidianas. Por ello, la gente al pasar por el florido recinto podía admirar la belleza única de las amapolas rojas, al tiempo de que también se enteraba de que el Día de las Madres sería obsequiada una, después de las 13 horas, a todas las mujeres que caminaran por la explanada.

Y, en efecto, el 10 de mayo muchas mujeres recibieron un simbólico y hermoso regalo, el cual consiste en un mensaje de correspondencia con la naturaleza, así como un homenaje a una de las funciones primordiales de la mujer, en la cual se equipara con aquélla: ser madre, dadora de vida.

Anthony Lepoutre, para llevar a buen término su iniciativa, contó con el valioso apoyo de sus más cercanos colaboradores, como Olivia Palancares y Huguette Cervantes, de Relaciones Públicas, Delphine Aphecetche, de Marketing, y Keiko Ortega, jefa de Formación, todos de Kenzo México, así como de 50 personas más, que armaron en un lapso de tres semanas todos los contenedores en los que estaban las amapolas.

Finalmente, cabe señalar que ese mismo día 4 por la noche, se efectuó un cóctel en una de las salas del Palacio de Bellas Artes, para celebrar la cristalización de un proyecto que, indudablemente, quedará en la memoria de miles de mujeres que se han enamorado de la fragancia y de otras tantas que desearán hacerlo también.
 
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