Concierto sinfónico ferrocarrilero en San Luis Potosí

 Concierto sinfónico ferrocarrilero en San Luis Potosí
El concierto consistió en representar
piezas de compositores
que escribieron música sinfónica
con el tema del ferrocarril
Foto: Cortesía de la Secretaría
de Cultura de SLP

Por Benjamín Solís
Reportero Azteca 21

San Luis Potosí. 7 de mayo de 2006. Dentro del marco del VI Festival Internacional de San Luis, fuimos testigos de un programa excepcional de música sinfónica, “De máquinas y rieles. Sinfonía Vapor”, un número artístico que combinó, mediante el ingenio y la innovación, dos sonidos aparentemente antagónicos, dando como resultado una expresión propositiva para la apreciación musical y de la máquina; sí, las bellas artes y la máquina unidas en la creación estética.

El concierto “Sinfonía Vapor” consistió en representar piezas de compositores mexicanos y extranjeros, que escribieron música sinfónica con el tema del ferrocarril, entre los autores se encuentran Leonardo Coral, Arthur Honegger, Arturo Márquez, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas y Melesio Morales. El encuentro se hizo en el mejor de los escenarios: una vieja estación de tren.

Trasladar a la Sinfónica de San Luis a los escenarios del ferrocarril, fue llevar la música, sólo en esta ocasión, a su escenario real y por si fuera poco “meter” literalmente a una locomotora al escenario. Sin duda es una de esas locuras que nos maravillan y que aplaudimos por tal atrevimiento. Un purista conservador podría alegar que se trató de una profanación, un espectador de nuestro tiempo dirá que se trata de algo maravilloso y único de apreciar, aunque sea por unos momentos, los que dura cada obra, esa unión de sonidos aparentemente incompatibles convertidos en lo conciliable y revelador.

Así, la antigua estación de ferrocarril de esta ciudad fungió como el foro idóneo del concierto: maquinistas, una pantalla gigante donde se proyectaban imágenes de trenes, además de la entusiasta participación de maquinistas y el Ballet Provincial de San Luis, crearon un concierto en un espectáculo multidisciplinario de cine, música, danza, luces y lo más atractivo, la concurrencia de una locomotora de vapor modelo Porter Locomotive, de la desaparecida Compañía  Occidental de México, que apareció a un costado del escenario silbando literalmente a “todo tren” se integró al concierto creando una atmósfera nostálgica por los ya extintos días del ferrocarril en nuestro país.

La idea de hacer una especie de simbiosis musical entre la música y la máquina no es algo nuevo, ya muchos de los grandes compositores lo llevaron a cabo mediante algunos  experimentos artísticos donde integraban sonidos de máquinas en las aperturas o los cierres de sus obras, así se generaba una fuente más de posibilidades; sin embargo, vinieron otros compositores y en lugar de integrar sonidos de máquinas, por qué no imitar esos sonidos con música, y los ejemplos no son pocos, están ya plasmadas las obras de Arthur Honegger con su tema “Pacific 231”, una composición que imita ex profeso a esta locomotora; también se encuentra Héctor Berlioz y su “Canción de ferrocarril” o Hilding Rosemberg en un pasaje de la opera “Viaje a América” tiene la representación “Fuga del ferrocarril”, o el célebre “Trenecito” de compositor brasileño Heitor Villa-Lobos. Los ejemplos podrían seguir y extenderse a otras máquinas, como el avión, el barco, los cañones, o la simple y rudimentaria máquina de escribir, etcétera.

“De máquinas y rieles” se transformó de una serie de conciertos en un gran juego lúdico de experimentación escenográfica, prácticamente la gradería resultó insuficiente, no se dio abasto ante la concurrencia, en buena medida compuesta por familias y muchos niños, todos seducidos por la presencia de una locomotora real animando, fusionándose o conviviendo con la música para ferrocarriles.

El programa consistió de las obras “Máquina férrea (toccata ferrocarrilera)”, de Leonardo Coral (1962); “Pacific 231”, de Arthur Honegger (1892-1955); “Las cuatro estaciones: Puebla, Veracruz, Aguascalientes, San Luis Potosí”, de Arturo Márquez (1950); “Suite Caballos de vapor, sinfonía de baile”, de Carlos Chávez (1899-1978); “Música para charlar: construcción de la vía: durmientes y rieles”, de Silvestre Revueltas (1899-1940) y “Sinfonía Vapor”, de Melesio Morales (1838-1908).

Durante el concierto se presentaron cortos de las cintas “La rueda” (1923), de Abel Gance; también la participación de la Banda del estado, Armando Araiza, director; el Ballet Provincial de San Luis, Lila López, fundadora, y su actual directora Carmen Alvarado; César Piña, coordinación y puesta en escena, y la Orquesta Sinfónica de SLP, bajo la dirección de José Miramontes; José Luis Castillo, director huésped.

Comentarios a esta nota: Benjamin Solis

Redacción Azteca 21

Leave a Reply