California siente el efecto de vivir un día sin inmigrantes

Miles de personas que participaron
en la marcha de ayer, dieron
un gran golpe a California
 Foto: Internet

San Francisco; 2 de mayo de 2006. El boicot de inmigrantes del lunes se hizo sentir con mayor fuerza en California, un estado que depende en buena medida de la mano de obra extranjera.

Una gran cantidad de comercios de hispanos cerraron sus puertas para sumarse a las manifestaciones a favor de los derechos de los inmigrantes, no sólo en esta ciudad sino en toda California.

Muchos comerciantes y productores agrícolas de Mission, un condado predominantemente hispano, exhortaron a sus empleados a participar en las marchas del “Día sin inmigrantes’. “Hoy no, nada de trabajar ni de comprar’, dijo Enrique Varguas, de 28 años, quién reprogramó una decena de trabajos de jardinería para poder participar. “Verán cuánto gastan los inmigrantes y cuánto contribuyen a la economía del país’.

Los contratistas suspendieron sus trabajos de construcción en muchas comunidades, las tiendas de productos electrónicos postergaron las entregas, los padres tuvieron problemas para que alguien más cuidara a sus hijos pequeños y en el campo escasearon los trabajadores agrícolas.

En Sacramento, la Legislatura de California canceló sus sesiones plenarias y las dos cafeterías en el interior del Capitolio estuvieron cerradas porque no se presentaron suficientes empleados.

Jack Kyser, economista principal de la firma Los Angeles Economic Development Corp., dijo que el impacto económico del boicot de un día pudo haber sido de hasta 200 millones de dólares en el condado de Los Angeles. El cálculo es una sexta parte de los 1.200 millones que genera el condado en actividad económica diaria.

Organizaciones defensoras de los jornaleros afirmaron que el boicot afectó significativamente al sector agrícola, uno de los ramos económicos más importantes del estado. El sindicato United Farm Workers dijo que el boicot suspendió la cosecha de uva, fresa y cítricos en toda California.

Muchas granjas y plantas empacadoras de carne le permitieron a sus trabajadores faltar mientras que otros reestructuraron los horarios para compensar las ausencias, dijo el vocero de la Federación de Productores de California Dave Kranz.

Sean McNally, un vocero de Grimmway Farms en Bakersfield, dijo que más del 70% de sus empleados no se presentaron a trabajar, pero que no tuvo que cerrar ninguna de sus operaciones de producción de verduras. “Nosotros les aclaramos que no habría represalias si querían faltar ese día.

Quisimos que se sintieran en libertad de expresarse’, agregó McNally. Tyson Foods Inc., la mayor productora de carnes del mundo, cerró cinco de sus nueve plantas de carne de res y cuatro de sus seis plantas de carne de cerdo en previsión de un ausentismo generalizado.

Perdue Farms Inc., el tercer mayor productor de pollo de la nación, cerró ocho plantas de procesamiento en siete estados.

Cargill Meat Solutions, el segundo mayor procesador de carne de res del país, le dio permiso a más de 15.000 trabajadores y cerró sus plantas en seis estados.

Las protestas también llevaron a McDonald Corp. a operar con menos empleados en un número no especificado de sus casi 14.000 restaurantes en Estados Unidos, ya sea mediante la reducción de horarios de operación o atendiendo sólo a través de sus ventanillas para automóviles. (Agencias)

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