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Portada del nuevo
libro de la talentosa
periodista Cristina
Pacheco
Foto: Azteca21
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
Ciudad de México. 27 de abril de 2006. Hace unos meses apareció “De amores y desamores”, libro de Cristina Pacheco que reúne 33 relatos donde la escritora se acerca a las historias de parejas y personas a las que el amor parece haber abandonado, dejándolas sin un asidero aparente para soportar su gris y difícil cotidianidad, el lento paso de los días.
El volumen, publicado por Random House Mondadori en su colección Bestseller de Bolsillo, es una reedición del título homónimo, pero con nueve historias antes no reunidas en libro; todas aparecidas, en un lapso de veinte años, en “Mar de historias”, del periódico “La Jornada”, de 1985 a 2005.
En muchas historias la soledad hace estragos en sus personajes, quienes viven una especie de vidas prestadas, donde es más importante lo que les ocurre a otras personas, pero nos enteramos de ellas a través de los ojos o de los oídos, de los puntos de vista, de esos personajes solitarios, condenados a vivir en función de los otros.
Así, por ejemplo, en “El olor de la pasión”, la escritora guanajuatense nos narra la historia de una anciana que pasa sus días recluida en su habitación en un edificio viejo, en la que se escuchan los sonidos que hacen los vecinos del cuarto de arriba: Felisa y Marcos, y su vida languidece, pierde interés, porque a sus vecinos han dejado de sucederles cosas que trastoquen sus existencias.
Ahora bien, todas las historias tienen un trasfondo, un contexto o subtemas, donde lo mismo apreciamos la presencia de la música, de la ciudad y sus recovecos, el alcoholismo y sus demonios, los deseos y los sueños, el recurrente irse pa’l norte de muchos personajes. Pacheco recrea con fidelidad y maestría el abigarrado mosaico vital que conforma a la ciudad de provincia o a la “capital”, incluyendo, por ejemplo, a la desaparecida estación de trenes de Buenavista.
En “El Paraíso”, la también autora de “Sopita de fideo” logra un cuento cerrado en sí mismo, donde la creación del ambiente y de los sentimientos del personaje se fusionan para transmitirnos una metáfora del inexorable paso del tiempo, con sus imprevisibles e inevitables cambios. La historia trata del cuidador de un hotel fuera de servicio llamado “El Paraíso”, el cual pasa sus horas muertas lamentando la próxima demolición del edificio, que acabará con muchas historias de amor clandestinas y con su empleo.
Cristina Pacheco reafirma con “De amores y desamores” su vocación de escritora pendiente de su entorno, de esos personajes que deambulan por las ciudades y conforman, con sus historias anónimas, la historia colectiva de una sociedad, de un momento histórico determinado. Les da voz y les pone nombre, los rescata del polvo urbano y les confiere identidad: la de todos nosotros, habitantes de la urbe.
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