Campesinos de Texas y Nuevo México se unen al boicot Un Día sin Mexicanos

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Algunas organizaciones sugieren
que el boicot sea permanente
Foto: Internet
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Texas, EU; 22 de abril de 2006.-Campesinos de Texas y Nuevo México se unirán a la protesta del 1 de mayo y no sólo no trabajarán, sino que promoverán el boicot a los productos de las compañías que contribuyen a las campañas de legisladores anti-inmigrantes.
Carlos Marentes, director de la Unión de Trabajadores Agrícolas Fronterizos, que reúne a campesinos de Texas y Nuevo México, indicó que los trabajadores del campo han acordado no presentarse a los campos el 1 de mayo, día fijado para la campaña nacional.
Adicionalmente, pedirán a quienes viven en ciudades fronterizas mexicanas, no cruzar la frontera para hacer compras.
La Unión de campesinos dialogará con los agricultores para que no tomen represalias contra los campesinos.
La campaña “Un Día sin mexicanos” a nivel nacional se suma a la movilización pro inmigrante que busca frenar la aprobación de la iniciativa de ley Sensenbrenner, y llama a la comunidad de origen mexicano a no trabajar, no asistir a las escuelas y a no comprar el próximo 1 de mayo.
Marentes señaló que los campesinos buscan la solidaridad de sus pares en México, y les piden que a pesar de ser día festivo en su tierra – y que coincide con el pago de quincena- la gente se abstenga de comprar en la frontera.
Indicó además que los campesinos preparan una lista de las grandes corporaciones que apoyan con dinero a las campanas políticas de “congresistas racistas como Sensenbrenner, autor de la HR4437, y Tancredo”, informó el líder campesino.
“No queremos que dejen de comprar en México, únicamente queremos que nos apoyen boicoteando a quienes apoyan a estos legisladores que buscan atacar a los migrantes mexicanos en Estados Unidos”, expuso.
Por su parte, el comerciante y miembro de la mesa directiva de la Cámara de Comercio Hispana de El Paso Tany Berg mencionó que algunos colegas han manifestado que el 1 de mayo cerrarán sus puertas.
Otros sí abrirán, porque como comerciantes se ven en la obligación de atender a su clientela, pero se solidarizarán con los mexicanos en Estados Unidos.
“Sin embargo apoyamos el concepto de que los mexicanos se hagan escuchar, y demuestren lo que el país sufriría sin ellos”, consideró Berg.
Por su parte, la catedrática y doctora en Ciencias Políticas de la Universidad de Texas en El Paso Irasema Coronado opinó que la comunidad inmigrante está muy diversificada.
Sin embargo, consideró que teniendo como referencia la respuesta obtenida en las marchas, muchas personas se unirán al boicot.
La presión que impondrán los trabajadores al empleador, hará que sea éste el que presione a los congresistas para que legalicen a sus trabajadores, opinó Coronado.
“La voz que no tiene el inmigrante indocumentado, la tienen los empresarios y agricultores”, señaló la catedrática que enfatizó que, según estudios efectuados en otros estados, el 80 por ciento de la fuerza laboral en los campos es indocumentada.
Si los campesinos dejan de trabajar, el empleador va a movilizase para darles lo que necesitan y regresarlos a los campos, adelantó Coronado.
Los campesinos publicarán en los próximos días la lista de las compañías estadounidenses que apoyan a los congresistas que buscan criminalizar a los inmigrantes indocumentados y que comercializan productos en México, para que la gente en ese país se sume al boicot. (Agencias)