Paraguas de las finanzas

Por la espiral
Claudia Luna Palencia

-Paraguas de las finanzas
-Maneras de proteger el dinero
-La búsqueda de resguardos

Una de las grandes interrogantes de las personas es cómo hacerle para primero, proteger el dinero que perciben por su actividad laboral, y segundo,  maximizarlo por medio de un ahorro o una inversión.
Es una interrogante muy común hoy en día, en año electoral, donde primordialmente la gente asalariada busca mecanismos de protección ante cualquier eventualidad que pueda afectar negativamente a la economía o a los mercados financieros.
Más allá de fórmulas mágicas, los esquemas de protección de las finanzas personales y familiares tienen mucho que ver con adoptar toda una cultura financiera, en la que la disciplina juega un rol fundamental para la consecución de metas de corto, mediano y largo plazo.
Una buena forma de lograr un patrimonio y protegerlo puede partir de las siguientes consideraciones:
1) Hay que aprender a diferenciar entre ahorro, inversión y la compra de bienes sujetos a una depreciación. Este primer apartado sirve para identificar que adquirir bienes electrodomésticos, equipo de cómputo o un automóvil quizá de cierta forma pueda considerarse un ahorro, pero no una inversión, todos están sujetos a una depreciación natural y del mercado.
La única forma de obtener una rentabilidad por la compra de cualquiera de estos bienes es en caso de adquirir equipo de cómputo para un negocio de café Internet;  electrodomésticos  para un restaurante propio; o el automóvil como parte de un negocio de arrendamiento o alquiler. De otra forma, ninguno de estos bienes pueden ser considerados como una forma segura de inversión porque el dinero obtendrá una ganancia, al contrario, por la depreciación habrá una menor retribución.
Queda aclarar la diferencia entre ahorro e inversión. Hay muchos mecanismos informales y formales de ahorro, desde el simple cochinito, la tanda de la cuadra, la oficina o la familia, hasta el paso oficial de acudir a una caja de ahorro, un banco o una institución popular para abrir una cuenta. Comienza entonces una ruta de identificación con los servicios financieros: una tarjeta de débito, chequera, hasta el instrumento más tradicional que es el pagaré con vencimiento semanal, quincenal,  mensual, trimestral o de más largo plazo.
El pagaré, su interés, depende de la tasa líder del mercado de Cetes, pero hay que restarle en promedio cinco puntos porcentuales para tener la tasa de referencia anual que, semana con semana, sufre un ajuste, a la alza o a la baja, dependiendo de los movimientos del mercado.
En el pagaré la tasa funciona en relación a la cantidad de ahorro y del plazo elegido.  Más cantidad de ahorro a  un plazo mayor, usualmente ofrece una tasa más alta. Un tip a tomar en cuenta: cuando la persona es cliente de una institución financiera, es un ahorrador frecuente, puede solicitar  al gerente que le proporcione una tasa prenegociada, se caracteriza por ser un poquito más alta que la del mercado.
Encontramos otras formas de ahorro mediante la compra de divisas (dólares, euros, libras esterlinas) es un mecanismo de largo plazo utilizado como amortiguador ante cualquier cambio futuro en el precio de la moneda nacional respecto a una divisa o una cesta de divisas.
Después de finalizada la época de la paridad de 12.50 pesos por dólar, los mexicanos hemos padecido por severos ajustes de nuestra moneda respecto de la divisa estadounidense.
Otro forma de ahorro son los metales, el oro y la plata, por considerar que tienen una cotización estable en determinados lapsos de tiempo y a la alza cuando se presentan factores propicios en el mercado internacional.
El ahorro en metales, centenarios u onzas, se realiza acumulando las monedas en la propia casa dentro de una caja fuerte o bien contratando una caja de seguridad en algún  banco.  Si la persona no tiene la precaución debida para cuidar  cada moneda, al momento de cambiarla por efectivo en un banco, si en la revisión la moneda presenta un golpe o un magullón sirve para justificar una pérdida de valor por un deterioro físico, y el precio por pagar es menor.
Por el lado de las inversiones tenemos un concepto más sofisticado que ocurre cuando las personas pasaron de un periodo de ahorro que depende de la proporción del ingreso, la frecuencia y la disciplina. Yo considero que una persona está en disponibilidad de hacer una inversión a partir de los 50 mil pesos.
 Es cierto que hay instituciones financieras que ofrecen fondos de inversión desde los 500 dólares, otras a partir de los 10 mil pesos. Me parece que son formas de ahorro con montos pequeños, que desde luego se traducen en escasos márgenes de maniobra para construir un portafolio de inversión altamente  rentable.
 Cuando una persona pasó la fase del ahorro, llegó a cantidades superiores a los 50 mil pesos, debe planear  la mejor ruta para incrementar y proteger el dinero.
 Un fondo de inversión, parte en renta fija y otra en renta variable  puede ser funcional. Aunque las ganancias siempre van y vienen en un fondo de inversión conforme a las condiciones internas y externas del mercado. Un año las ganancias pueden ser buenas, el otro año “salir tablas” o incluso perder dinero. Los riesgos están presentes.
 Una forma de aprovechar cantidades arriba de los 50 mil pesos es comprando un terreno, los precios varían según el área geográfica en la República Mexicana. Es una inversión segura que ofrece una plusvalía anual de entre el 15% al 20 por ciento.
 Otro paraguas es el de completar para una compra de vivienda. Si la persona es trabajador en activo con IMSS y cotiza en el Infonavit, Fovi, Fovissste o Fonhapo, no debe desperdiciar la oportunidad de obtener un crédito para la compra de una casa habitación, su dinero puede servirle para adquirir una mejor vivienda, que al ser una inversión en un bien inmueble tiene una plusvalía similar a la del terreno, con la diferencia de que el dueño puede rentar el bien inmueble y obtener un ingreso mensual adicional al de su salario.
 Otra oportunidad de inversión es asociarse con otras personas –amigos o familiares-, que tengan cantidades de dinero  que les permita tomar una decisión empresarial, como ser socios mediante la adquisición de una franquicia.
 La recuperación de la inversión en el ámbito empresarial tiene una naturaleza de entre los 2 a los 5 años.
 Nunca es tarde para comenzar la ruta del ahorro, para saltar a una inversión y proteger las finanzas. Dos mecanismos efectivos son los bienes raíces e inmuebles; otra forma es la inversión empresarial,  tiene sus riesgos e implica visión y trabajo pero bien vale la pena intentarlo.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com

Redacción Azteca 21

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