Ubican la posición exacta del Juego de Pelota de Tenochtitlan

 Especialistas realizaron
diversos descubrimientos
prehispánicos sobre
del Juego de Pelota
de Tenochtitlan 
Foto: Internet

México, D.F; 12 de abril de 2006.- Especialistas realizaron diversos descubrimientos prehispánicos que confirman la ubicación y posición más exacta del Juego de Pelota de Tenochtitlan, tal y como fue plasmado en planos de Hernán Cortés y Fray Bernardino de Sahagún sobre el recinto ceremonial de Mexico-Tenochtitlan.

A esos descubrimientos se añaden importantes fragmentos del Tzompantli (altar de cráneos humanos), los cuales fueron llevados a cabo por trabajadores del Programa de Arqueología Urbana (PAU), del Museo del Templo Mayor (MTM).

José Alvaro Barrera Rivera, supervisor del PAU, informó que a partir de labores de rescate arqueológico se pudieron ubicar varios fragmentos de estructuras prehispánicas, una de ellas conocida como Tzompantli.

Señaló que cotejando la información ahora obtenida con la arrojada por anteriores excavaciones, se ha podido establecer que en realidad su eje fue de norte a sur y que medía 60 metros de largo por 10 de ancho aproximadamente.

Los trabajos arqueológicos en los predios de Guatemala 20 y 22, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, también dejaron al descubierto una escultura labrada en piedra referente a un anfibio en su parte superior, con glifos calendáricos y de aproximadamente 250 kilogramos de peso. En ella son notables las extremidades, los ojos y la lengua de la rana.

Con base en labores de los arqueólogos Alicia Islas Domínguez, Gabino López Arenas, Alberto Diez Barroso y Ulises Lina Hernández, también se localizaron seis grandes cabezas de serpientes.

Fueron esculpidas en tezontle y andesitas, las cuales estuvieron adosadas a la plataforma del Tzompantli, en cuya esquina norponiente se localizó además una ofrenda de consagración consistente en cuchillos de pedernal, puntas de proyectil y bolas de copal.

De acuerdo con el arqueólogo Barrera Rivera, estas piezas son idénticas a las encontradas durante las excavaciones de la Línea 2 del Metro, entre las estaciones Zócalo y Allende, en los años 1967 y 1968, así como bajo la Catedral Metropolitana, entre 1975 y 1976.

Los especialistas del PAU también descubrieron la alfarda norte del acceso oriente del Juego de Pelota, el cual tenía su eje de este a oeste.

Lo anterior permite determinar, desde la base estrictamente arqueológica, que los planos de las fuentes históricas fueron plasmados correctamente, indicó.

Conforme avanzan en sus labores, los arqueólogos proceden a realizar la limpieza y los diferentes registros -fotografías, dibujos y planos- de las piezas y objetos localizados para las futuras investigaciones de análisis e interpretación e identificar con mayor precisión sus detalles, características, arquitectura y simbología.

Lo mismo ocurre con el contexto de la ofrenda de consagración. Esta investigación arqueológica, a partir de trabajos de remodelación en edificios de propiedad privada, cuenta con la entusiasta colaboración de los constructores José Gabriel Guzmán y Ricardo Olazagarre, así como de Gumaro Vázquez, representantes de la Catedral Metropolitana de México y de la empresa Fratesa.

A partir de las funciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia y del Museo del Templo Mayor, se puede afirmar que el trabajo arqueológico busca preservar la riqueza patrimonial que conforma la integración de la cultura mestiza, e interesar a un mayor número de personas en el conocimiento de las raíces nacionales y, como consecuencia, en su mejor valoración y recuperación. (Notimex)

Leave a Reply