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Fernando Morales Gómez
se hizo acreedor
al primer lugar
Foto: Azteca21
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Por Gregorio Martínez Moctezuma
Corresponsal Azteca 21
A Rosy Alejandro, huasteca de corazón, en Monterrey
San Joaquín, Querétaro. 9 de abril de 2006. Este mediodía se llevó a cabo el Quinto Concurso Nacional de Interpretación de Violín en su modalidad de huapango huasteco, en la Plaza Galación Camacho de esta hermosa población serrana, con más de tres siglos de fundada y que se ubica casi a 2500 metros sobre el nivel del mar.
El concurso, convocado conjuntamente por las autoridades de este municipio de la Sierra Gorda queretana y la Escuela de Laudería del Instituto Nacional de Bellas Artes, contó con la participación de tres jóvenes ejecutantes, quienes demostraron que, en este caso como en muchos otros, lo que cuenta es la calidad, no la cantidad.
Así, antes de las 13 horas, Luis Carlos Vadillo, Fernando Morales Gómez y Humberto Alejandro Cortés estaban listos para mostrar sus habilidades y conocimiento en el violín y en la interpretación del son huasteco ante cientos de personas que esperaban sentadas el desarrollo del concurso.
Después de la participación musical del trío tamaulipeco Alba Huasteca, Luis Carlos Vadillo inició el concurso y después tocó el turno a Fernando Morales Gómez y a Humberto Alejandro Cortés, quienes mostraban lo mejor de su arte y repertorio al jurado, compuesto por Basilio Flores de Caimanes de Aldama, Ernesto Villeda y Tirso Hernández del trío Juglar.
Luego volvió a realizarse otra participación de Alba Huasteca –en el que toca el ganador del Concurso de Interpretación de Violín del año pasado, Bryan Flores Martínez–, así como de los aspirantes a llevarse el violín elaborado por la Escuela de Laudería, el máximo galardón otorgado a los ganadores de este concurso nacional.
Entonces el jurado emitió su veredicto, el cual fue el siguiente: Fernando Morales Gómez, Luis Carlos Vadillo y Humberto Alejandro Cortés, primero, segundo y tercer lugares, respectivamente. Morales Gómez, oriundo de la “Huasteca chilanguense”, se hizo acreedor al violín 4/4 elaborado por la Escuela de Laudería del INBA, ubicada en la capital queretana, junto con su estuche y arco. Enseguida afinó el valioso instrumento –con un valor estimado en 20 mil pesos– y empezó a tocar con el trío de que forma parte: La Aurora.
Se invitó a los asistentes a pasar al escenario a bailar al son del trío La Aurora para seguir disfrutando del huapango en un lugar excepcional para hacerlo: San Joaquín, “La catedral del huapango”. De esta manera concluyeron las actividades del XXXVII Concurso Nacional de Baile de Huapango Huasteco. Nos vemos en 2007, si Dios quiere.
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