Miles de migrantes demandan sus derechos

  Un río de banderas de decenas
de países, pero especialmente
de Estados Unidos
Foto: Internet

Washington, D.C; 10 de abril de 2006.- Al grito de "Sí se puede" y ondeando banderas de decenas de países, cientos de miles de personas inundaron la explanada conocida como el "Mall", que une al Congreso y la Casa Blanca, para demandar una legalización migratoria completa.

En una tarde soleada, un río de banderas de decenas de países, pero especialmente de Estados Unidos, El Salvador y México, e incluso hasta de la Virgen de Guadalupe, lanzó un sonoro "Sí se puede" al Congreso, a fin de que apruebe una ley migratoria plena.

"Señores congresistas. sacarnos de este país es muy tarde, de aquí no nos mueven. Basta ya con la división migratoria, basta ya de la persecución por el color de nuestra piel", proclamó desde el templete el padre católico José Hoyos, de la diócesis de Arlington.

En la explanada, familias enteras de residentes de la capital, en la mayoría jóvenes de origen hispano, dejaron sus escuelas o salieron temprano de sus centros de trabajo para participar en el mayor mitin a favor de los inmigrantes en la historia de capital.

Los organizadores estimaron la multitud en medio millón de personas, pero aún no estaba disponible una cifra de la Policía de Parques. El objetivo de los grupos convocantes era reunir a unas 200 mil personas.

Aunque originalmente el evento estaba previsto a realizarse alrededor del Obelisco a Washington, debió ser movido al centro de la explanada, ya que la Policía de Parques pidió un depósito de 56 mil dólares para pagar eventuales daños al césped.

"Mil gracias por estar aquí para demandar justicia para todos los inmigrantes", exclamó en un español quebrado desde la tribuna el senador demócrata por Massachusetts, Edward Kennedy, uno de los partidarios de una legalización amplia para los inmigrantes indocumentados. "En esta aglomeración está el futuro de Estados Unidos", dijo Kennedy.

"Somos una nación de inmigrantes". Theodore Schenider, de la Iglesia Luterana Evangelista, se declaró orgulloso de marchar en compañía de quienes desean una reforma migratoria amplia. "Estamos aquí en solidaridad", señaló.

La mexicana Anastasia Contreras acompañada de su hijo Damián, de 10 años, dijo que faltó a su trabajo de limpieza en un hotel de Washington para participar en la marcha, que inició en el parque Malcom "X". "Todos estamos juntos en esta causa", dijo en declaraciones a Notimex.

Ataviado de blanco, el salvadoreño Julio Rodríguez tampoco asistió a su trabajo en el ramo de la construcción. "Me estoy rebelando, no pueden correrme por faltar", dijo el inmigrante, quien era acompañado de su hijita Génesis, a quien llevaba en un cochecito.

Los manifestantes coreaban consignas como de "Sí se puede", "Aquí estamos y no nos vamos", "Si nos echan, nos regresamos" y "Escucha, escucha, el pueblo está en la lucha". Muchos de los asistentes llevaban banderas estadunidenses, mexicanas, salvadoreñas y de otros países.

También portaban carteles con leyendas como "Somos América", "Porque producimos, exigimos", "Pagamos impuestos" y "No somos criminales". Los manifestantes llevaban también globos rojos y vestían camisetas blancas como símbolo de su lucha pacifista.

"Somos un panal alborotado", dijo el director de Centro de Recursos Centroamericanos (Carecen), Saúl Solórzano. "Nos han alborotado una camarilla de antiinmigrantes en el Congreso que están fuera de lo que es América", señaló.

También hubo manifestantes de países europeos y africanos. La etíope Betty Tspaye, quien estuvo acompañada de connacionales, dijo que venía a apoyar la legalización de todos los inmigrantes.

La marcha, que forma parte del "Día Nacional de Acción para la Justicia de los Inmigrantes", busca mantener la presión, luego que el Senado no logró alcanzar un acuerdo para aprobar la iniciativa que buscaba legalizar a más de siete millones de indocumentados en el país.

Aunque el Congreso se encuentra en receso, el Comité Judicial del Senado tiene previsto realizar nuevas audiencias tras el descanso por la temporada de Pascuas, que termina el próximo 27 de abril.

Si una iniciativa de reforma migratoria es aprobada en el Senado, deberá aún conciliarse con la versión de la Cámara de Representantes, la HR-4437, que excluyó todo plan de trabajo temporal o legalización. (Notimex)

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