Marchan para exigir la legalización de indocumentados en más de 70 ciudades de EU

 Marchan para exigir la legalización de indocumentados en más de 70 ciudades de EU
 Al grito de "sí se puede" y
"nosotros somos América"
miles de personas salieron a
las calles de NY
Foto: Internet

Nueva York, E.U; 10 de abril de 2006.- Al grito de "sí se puede" y "nosotros somos América", miles de personas salieron hoy a las calles de Nueva York para exigir la legalización de 11 millones de inmigrantes indocumentados.

La marcha -en la que participaron más de 10 mil personas y que colapsó la zona oeste del Bajo Manhattan- fue una de las organizadas este lunes en cerca de 70 ciudades de todo el país en una jornada de protesta nacional para defender los derechos de los inmigrantes.

La mayoría de asistentes vestidos de blanco y portando banderas de Estados Unidos, se concentraron en inmediaciones del Ayuntamiento donde instalaron un escenario por el que desfilaron decenas de líderes sociales, sindicales, religiosos y políticos locales.

Entre ellos, la senadora Hillary Clinton y el fiscal general del estado y aspirante a gobernador de Nueva York, el también demócrata Eliot Spitzer, además del reverendo Al Sharpton, congresistas y concejales locales.

El alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, no acudió al acto, pese a haber sido invitado de manera formal.

Los manifestantes, entre los que abundaron un gran número de activistas estadunidenses, portaron pancartas en las que se leía "Hoy marchamos, mañana votamos", "Legalización, no criminalización" o "No hay nadie ilegal".

"Estoy aquí por mi país. Espero y confío en que la reforma migratoria salga adelante", dijo a la Agencia Mexicana de Noticias, David Ramírez, de 25 años, y originario del central estado mexicano de Morelos.

Ramírez tiene tres años residiendo de forma ilegal en Estados Unidos y su caso refleja la serie de dificultades a las que se enfrentarán los inmigrantes, en caso de que el Congreso no se ponga de acuerdo sobre una reforma migratoria como lo desean.

Las protestas buscan mantener la presión en los legisladores, luego de que el Senado fracasó la semana pasada en alcanzar un acuerdo para aprobar una iniciativa que permita legalizar a más de siete millones de indocumentados en el país.

Si la Cámara alta -ahora en receso por dos semanas- aprueba una reforma migratoria, su versión deberá aún conciliarse con la de la Cámara de Representantes que excluyó en diciembre pasado todo plan de trabajo temporal y que crimininalizaría a indocumentados y personas que les ayuden.

"Tengo esperanza que al final se apruebe la ley con un programa de trabajadores temporales" dijo a la Agencia Mexicana de Noticias, Joel Magallán, responsable de la Asociación Tepeyac, grupo pro derechos de los inmigrantes, en su gran mayoría mexicanos, más influyente del noreste del país.

"Lo que nosotros pedimos es la residencia permanente para todos", indicó Magallán, uno de los oradores que subieron al estrado, desde donde pidió una huelga general para el próximo 1 de mayo si para esa fecha aún no se ha llegado a un acuerdo en el Capitolio.

"Basta ya de castigos! Tenemos que decir de Norte a Sur, de Este a Oeste, ganaremos esta lucha cueste lo que cueste", exclamó. Clinton por su lado recordó que Estados Unidos es un país de inmigrantes y destacó la gran aportación que éstos hacen a la economía del país.

"Entre todos construimos América", señaló la senadora demócrata que este año busca su reelección y que pidió una ley "justa y completa".

Spitzer, al que todas las encuestas dan como favorito en las elecciones para gobernador de finales de año, prometió que si gana seguirá luchando por los derechos de los inmigrantes como ha hecho durante los pasados siete años al frente de la fiscalía general de Nueva York.

"Veo aquí el futuro de Estados Unidos y no vamos a negarles la justicia y la libertad. Os aseguro que tendremos éxito en nuestro empeño", señaló Spitzer a la multitud, entre los que también había inmigrantes del este de Europa, africanos, caribeños y asiáticos.

Nataly García, de 21 años, originaria de la ciudad de México y radica desde los seis años en Estados Unidos, confió en que la nueva ley se apruebe y contemple un programa de trabajadores temporales.

 "Si no sale, todos perdemos, nosotros y los políticos. A ellos no les interesa porque entonces les va costar mucho dinero y van a perder votos", indicó a Notimex con su hija de apenas dos años en brazos y la música de una de las varias bandas que amenizaron la jornada sonando de fondo. (Notimex)

Redacción Azteca 21

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