Minoría potencial en EUA

Por la espiral
Claudia Luna Palencia

-Minoría potencial en EUA
-CEPAL interesante estudio
-Más mujeres migrantes

La Asociación Mundial de Mexicanos en el Exterior (por sus siglas en inglés Worldwide Association Of Mexicans Abroad) proyecta que para el año 2050 habrá en Estados Unidos una población hispana de 102.6 millones de personas, significa casi triplicar a la población hispana que actualmente se encuentra en la Unión Americana.
La corriente migratoria hacia Estados Unidos además de su contribución económica tiene implicaciones culturales muy importantes lo que seguramente le dará una nueva fisonomía a diversos estados de la Unión Americana en los que en la actualidad es apreciable la presencia hispana como sucede con California y Texas.
 Contra toda lógica, es interesante que la corriente migratoria desde Centroamérica y México hacia Estados Unidos, no da señales de que en el futuro mediato e inmediato vaya a reducir ante el recrudecimiento de la vigilancia en la frontera de Estados Unidos con México; la aplicación de actitudes xenofóbicas por grupos de civiles naturales, ONG´S y determinados círculos de políticos; ni siquiera que amaine por el establecimiento de políticas anti inmigrantes ni por la restricción presupuestal de estrechar los beneficios de la salud y la educación para los inmigrantes, legales o ilegales.
 Parece que ningún muro, valla o barda, sea de concreto, alambre o cemento, podrá contener que mexicanos y centroamericanos quieran alcanzar el “sueño americano”, lo negativo es que los muros de todo tipo incluyendo los ideológicos, atentan contra los derechos humanos de este grupo de personas que quieren ejercer su derecho de libre movilidad, como ciudadanos globales, para buscar mejores oportunidades de vida, porque por principio de cuentas, el capitalismo en la fase actual lleva intrínseco este incentivo.
 La tendencia es hacia una mayor población hispana en Estados Unidos que reclamará iguales derechos que un ciudadano de nacimiento.
Lo lamentable de una persecución migratoria es que muchas cárceles tendrán más presos hispanos, y que muchos se quedarán muertos en el intento de llegar al otro lado.
 Si bien George W. Bush, presidente de Estados Unidos, ha dejado  muy en claro que no habrá amnistía “porque sería un error”, no existe contrapropuesta mexicana objetiva y responsable.
 Seamos honestos: México es el país expulsor. El campo, nuestro campo, aportará menos del 2% al PIB en el 2010. Será minúsculo. Seguramente tendremos algunas “islas agrícolas”, nichos de producción focalizados en determinados productos, y el abandono será tal, que no tire mi consejo por la borda, quizá en unos años la clase media, sus jóvenes egresados universitarios,  deberán trasladarse al campo para detonarlo por medio del turismo rural;  granjas especializadas en productos orgánicos; y agroempresas sustentables.
 Nosotros somos los expulsores y queremos la “enchilada completa”, que ya no regresen los mexicanos migrantes porque es una presión para las políticas públicas, no hay seguridad social, no hay camas en los hospitales públicos, ni escuelas, ni más bonos gratuitos. Simplemente no alcanza para todos.
En cambio  queremos que sigan enviando más remesas en dólares, ese bálsamo para las políticas públicas porque menos pobres, aunque sea artificialmente,  significan menos prioridades,  y los gobernantes lo capitalizan presumiendo de un éxito en las políticas sociales.
 Persiste mucha hipocresía interna al respecto de cómo tratar el tema de los migrantes. El presidente Vicente Fox es el principal promotor de buscar del otro lado las oportunidades de vida, y en cambio, es incapaz de crear los incentivos reales para evitar que la gente con oficio, sin oficio,  y profesión dejen a su país.
 Tampoco puede ignorar la responsabilidad del gobierno en la protección de los derechos humanos de los mexicanos dónde quiere que estén en la aldea global.
De acción urgente: el futuro presidente de México deberá convocar tan pronto asuma su mandato una reunión trilateral con sus homólogos  de Estados Unidos y Canadá para plantear otra fase del TLCAN en la que se incluya la libre movilidad del factor trabajo en un área común México-Canadá-Estados Unidos, con determinadas restricciones.
A COLACIÓN
Hay una ola migratoria internacional, lo hemos platicado y tiene muchos orígenes, entre estos el afán económico.
Recientemente, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) dio a conocer nueva información para actualizar la dimensión del fenómeno  migratorio: “La migración genera beneficios para los países emisores y para los receptores. El número de migrantes de la región aumentó desde 21 millones de personas en el 2000 a casi 25 millones en 2005, sumando el 13% del total mundial.  Esta cifra revela la necesidad de impulsar medidas para la gobernabilidad de la migración internacional desde una perspectiva latinoamericana, facilitar la movilidad, potenciar externalidades positivas y proteger los derechos humanos de todos los migrantes”.
En el documento “Migración internacional, derechos humanos y desarrollo en América Latina y el Caribe”, se hace referencia a que en varios países caribeños más del 20% de la población se encuentra en el exterior, mientras que en América Latina los porcentajes más altos corresponden a Cuba (8.7%), El Salvador (14.5%), México (9.4%), Nicaragua (9.6%), República Dominicana (9.3%) y Uruguay (8.3%).
Estados Unidos es el  destino preferido. Hacia el 2004 había 18 millones de inmigrantes provenientes de la región y junto a sus descendientes nacidos allá ya son la primera minoría étnica del país. Entre sus características destacan los fuertes lazos que este grupo mantiene con sus países de origen. Por otro lado, casi la mitad de los latinoamericanos y caribeños viven en forma indocumentada.
El estudio de la CEPAL registra también la ampliación y diversificación de los destinos de la migración. Desde los años noventa ha aumentado el número de latinoamericanos que se dirige a Europa (en particular a España), Japón y Canadá, que se estima en 3 millones de personas. España es el segundo destino de la emigración regional, con 1.2 millones de personas en 2004.
P.D. De enfoque: la mitad de los migrantes internacionales de la región son ahora mujeres, que viajan muchas veces solas en busca de oportunidades laborales y se ocupan en servicios domésticos. 
Por esa razón, por los que ya se fueron, y por los que seguirán saliendo, debemos elevar la voz para que la migración global tenga garantizados sus derechos humanos.
Agradezco sus comentarios a:claulunpalencia@yahoo.com
 

Redacción Azteca 21

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