Emfermedad incurable se convierte en otro supuesto milagro de Juan Pablo II

El proceso de beatificación
de Juan Pablo II, muerto el
dos de abril del año pasado,
comenzó oficialmente
el pasado 28 de junio
Foto:Internet

El Vaticano; 27 de Marzo del 2006.- Un hombre enfermo con una afección hepática incurable podría haberla superado gracias a la intervención del fallecido papa Juan Pablo II, señaló ayer el “postulador” de la causa de beatificación, Slawomir Oder.

En una entrevista con Radiorai, Oder señaló que la noticia le llegó de Estados Unidos a través del sacerdote del enfermo y hace relación “a la atribución al fallecido papa de la curación de una enfermedad incurable del hígado”.

Oder indicó que se trata “de un milagro aún no comprobado y que se podría hablar de tal sólo al final de un proceso de confirmación”.

Por otra parte, la curación de una religiosa francesa de la enfermedad de Parkinson, que también se atribuye a la intercesión de Juan Pablo II tras su muerte, está siendo verificada.

El proceso de beatificación de Juan Pablo II, muerto el dos de abril del año pasado, comenzó oficialmente el pasado 28 de junio de 2005.

Homilía póstuma. Entretanto, el papa Benedicto XVI celebró la habitual misa dominical en una iglesia de Roma y no en la basílica de San Pedro, en el Vaticano, y sorprendió a los fieles al comentar la última homilía que tenía preparada su predecesor, Juan Pablo II.

El texto manuscrito de Juan Pablo II “es como un testamento”, declaró Benedicto XVI, que recordó a su antecesor seis días previos al primer aniversario de su muerte, “a la humanidad que a veces parece dominada por el poder del mal, del egoísmo y del miedo, el Señor resucitado le ofrece el don de su amor, que convierte a todos los corazones y da paz”, escribió el papa Wojtyla en una última homilía, que no llegó a pronunciar.

 “En los designios de Dios estaba escrito que Juan Pablo II nos dejase antes de pronunciar esas palabras”, comentó Benedicto XVI ante los miles de fieles que asistieron a la eucaristía celebrada en un barrio popular del este de Roma.

El Papa pidió a los fieles que, antes que nada, su “compromiso en el interior de las familias y luego en todos los ámbitos sea comprender y recibir el amor misericordioso de Dios” (Agencias)

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